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Me desperté sintiendo una leve molestia en la cabeza, seguramente producto de la larga noche anterior. A medida que recobraba la conciencia, escuché el sonido de puertas abriéndose y cerrándose. Sabía que era Tom, entrando y saliendo de la habitación de huéspedes.

Me levanté de la cama con una sensación de irritación.

—Tom, por favor, deja de hacer tanto ruido-, le dije en tono molesto.

Tom se detuvo en seco y se volvió hacia mí

—Lo siento, ______-respondió con voz suave. -Pero son las 4 de la tarde-

Me sentí confundida y miré el reloj en mi mesita de noche. Para mi sorpresa, vi que era verdad, ya era bastante tarde
Me llevé las manos a la cabeza en un gesto de sorpresa. ¡Por supuesto! ¡Había olvidado por completo mi cita con Emiliano! Sentí una mezcla de emociones mientras me apresuraba hacia el baño para ducharme rápidamente.

Mientras el agua caliente caía sobre mi cuerpo, mi mente iba y venía, tratando de recordar todos los detalles de la noche anterior. Me vestí con un vestido algo provocador, tratando de mantenerme fiel a mi estilo atrevido.

Salí de la habitación, sintiendo la mirada de Tom clavada en mí desde la sala. Levanté la vista y nuestros ojos se encontraron. Me detuve por un momento, sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda. La tensión entre nosotros era palpable

Tom me miró con los ojos llenos de celos y preocupación. Su voz sonó tensa cuando me preguntó a dónde iba y con quién

— a dónde vas ? Y con quién ?

—No es asunto tuyo, Tom- respondí con desdén, intentando mantener la calma._Ya no somos nada, recuérdalo

Tom frunció el ceño, su expresión reflejaba su descontento.

—Aunque ya no seamos nada, seguimos siendo esposos-, dijo con voz rígida.

No pude evitar soltar una risa irónica.

—¿Esposos?- repetí, enfatizando la palabra con sarcasmo. —Para mí, eso ya no significa nada. No tiene valor después de todo lo que ha sucedido

Tom se tensó aún más, sus ojos mostraban su frustración.

—______, esto no es justo-dijo con voz entrecortada. -Aún estamos casados y deberías considerar nuestras responsabilidades

Sacudí la cabeza con incredulidad.

—No, Tom, no lo entiendes- respondí con firmeza.-Ya no quiero cargar con las responsabilidades de un matrimonio que se ha desvanecido.

Tom se puso frente a la puerta, bloqueando mi salida. Su mirada se volvió intensa y su voz resonó con celos y posesividad.

—No vas a salir por esa puerta, _______- me dijo con determinación. -Sigues siendo mía, no permitiré que te vayas tan fácilmente

Mis ojos se abrieron con sorpresa ante su actitud dominante. Traté de mantener la calma, aunque mi corazón latía aceleradamente.

—No, Tom- respondí con firmeza, tratando de no dejarme intimidar. -Ya no soy tuya, ni de nadie. No puedes controlar mi vida ni mis decisiones

Tom apretó los puños, sus mandíbulas tensas.
—No me importa lo que digas, _______-, dijo con una mezcla de rabia y desesperación. -Eres mi esposa y siempre lo serás. No permitiré que te alejes de mí

No podía creer la insistencia de Tom al bloquear la puerta. Me sentí irritada y decidida a no dejarme manipular.

—Tom, cálmate y déjame pasar- dije con sarcasmo, empujándolo suavemente para quitarlo de mi camino. —Ya es suficiente drama por hoy

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2023 ⏰

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Para siempre - Tom Kaulitz - +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora