Cuando curvo para llegar a tu rostro no encuentro misericordia. Me miran con pesar. Ya no tienen sentido. Que pudiera orar para obstruir los pasos, y guardar en un arca la retención del tiempo. Así cómo me ves, como impostor. Yo solo veo con ternura, acariciando mis ojos con los tuyos. Repasando en último lugar el café que los aguardan.
Ojalá pudiese arrecer por un tiempo lo lóbrego de ellos en la cuenca de mis manos.
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Para un pequeño corazón roto
Thơ caCuando pienso en lo que pudo ser y en lo que se fue (leer lento)