Cuando tenia 6 años una extraña persona de unos 30 años o menos, se me acerco a preguntarme por el año en el que nos encontrábamos y por mi nombre.
Dude unos minutos si decirle o solo gritarle a mi madre por este extraño, pero decidí responderle amablemente.
-Mi nombre es Amelia rosoli, es el día 17 de Septiembre de 1980, en la ciudad x , lugar parque de la manzana.
El extraño hombre me miro con cara de ternura y sus ojos estaban tan cristalizados a tal punto de casi llorar.
El me dijo su nombre. Era Eduard Clay, el hombre me dijo que el podía viajar por el tiempo, o sea: pasado, presente y futuro.
El vivía en el año 2024 y en ese año existían las maquinas para poder viajar por el tiempo, como un transporte o un simple pasatiempo. Al principio me costo creerle, ya que la simple idea de viajar por el tiempo sonaba ridícula, pero el sabía que yo no iba ah creer tan fácil, entonces me dijo- en 5 minutos tú hermano mayor llegara llorando, ya que se habría caído de un árbol y se rompería la muñeca derecha.
- Eso cualquiera se lo podría creer- le dije con un tono de autoridad, pero en el fondo estaba asustada.
Pero me cambio rápidamente de tema, diciendo que no se podía quedar mucho tiempo, que el me pasaría a ver cuando pudiese y así como llego se fue de la nada.
Unos 3 minutos despues llego mi hermano llorando porque se había caído de un árbol, tuvimos que ir al hospital y el medico que atendió a mi hermano, les dijo a mi padres que mi hermano tenia una fractura en la muñeca derecha.
En ese momento fue cuando le pude creer a esa persona que había aparecido en mi vida por arte de magia.
Eduard si volvía pero cada ciertos años o meses. Cada ves que yo lo veía, el me gustaba cada vez más y más y mucho más, en total apareció unas quince veces más despues de nuestro raro encuentro, siempre lo esperaba en el mismo lugar, pero habían veces en el que el no aparecía por años, pero cuando aparecía siempre me enamoraba un poco o mucho más que las veces anteriores, era como si el se pusiera algo para enamorarme cada vez más, pero habían veces en las que no quería seguir amándolo, quería olvidarlo y que me gustaran otras personas y poder sentir odio hacia el, pero siempre que lo veía se me olvidaban esas palabras y me volvía a enamorar.
Al pasar el tiempo me di cuenta que había un patrón, el volvía dos o un día antes del 17 (que fue la fecha en la que nos conocimos) Pero de cualquier mes, me acuerdo de dos fechas muy importantes para mi, como por ejemplo: El 16 de Septiembre de 1981, también el 18 de Noviembre de 1989 y así hasta que cumplí 18 años.
Después de mi cumpleaños numero 18 no lo volví a ver nunca más, fue como si ya hubiera cumplido su misión en mi vida.
Cuando estaba a solo 2 días de mi cumpleaños numero 26 (año 2010), estaba en el parque en el que había conocido a el amor de mi vida. Cuando de repente llego una mujer idéntica a mi pero más vieja, ella me hizo la misma pregunta que Eduard cuando nos conocimos y pensé, talvez es de el futuro, así que le respondí igual que a Eduard.
-Es el año 2010, mi nombre es Amelia Rosoli y estamos en el parque de la manzana.
Ella se echo a llorar y me dijo
-¡Por nada del mundo lo busques, no le hables si lo encuentras! Si no quieres sufrir más de lo que ya sufres, por favor no lo hagas.
Quede sorprendida por lo que me estaba diciendo, ella siguió diciéndome que no lo buscara, pero luego de un tiempo de andar diciéndome que no lo hiciera me dijo.
-El falleció hoy. La persona que te había estado visitando era mi marido y el falleció hoy, su carta de despedida decía que te informar, para que tu no sufrieras tanto como lo hago yo y mis hijos.
mi corazón se empezó a romper al escuchar esas palabras, las lagrimas caían por mis mejillas al igual que la señora, solo que mis lagrimas eran por no poderle haberle dicho lo mucho que lo amaba, pero el estaba casado conmigo, así que me imagino que esta señora ya le había dicho lo mucho que lo amaba y todos lo demás.
Esta señora desapareció enfrente mío, no como Eduard que el se iba a otras partes para poder irse.
Para mi cumpleaños hice una pequeña cena con mi familia en un restaurante que me gustaba bastante y fue cuando lo vi, estaba sentado en la mesa del frente, estaba pidiendo un café con un pequeño pastel, y fue cuando me acorde de que hoy era el cumpleaños de su padres. Los padres de Eduard había fallecido justo en el día que nací. Mis lagrimas caían, pero no quise ir con el, si no que hice lo que la yo del futuro me dijo, "no lo busque, no le hables, solo ignóralo, te lo suplico".
Han pasado 5 años de eso, tengo un esposo muy lindo y considerado, también una hermosa hija llamada Alma, pero aunque pase el tiempo.
"Yo te amare en todos los minutos de la vida"
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Mini historias
RandomEstas mini historias son todas creaciones, inventadas o que me contaron y tengo sus permisos para poder publicarlos.