*ੈ♡‧₊˚ ғʀᴜᴛᴏ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ ༉‧₊˚✧

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɪx : sʀ. ᴇɴ ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀs

- (¡Es mi mamá!)

- Vamos, cariño, abre la puerta.

Conteniendo mi expresión de horror, la dejo pasar.

- ¡Ahí estás, Lara!

Y entonces levanta las cejas, con la mirada fija en algo que está detrás de mi hombro.

- Vaya, vaya... ¿Quién es tu guapo amigo?

Sorprendida, volteo, solamente para ver a un Jimin aún somnoliento salir de mi habitación. Por suerte, está vestido.

- Escuché algo de ruido... Oh.

El rubor que aparece en su cara es tan adorable que lo besaría en ese momento si pudiera.

- Mmm... Él es...

- Jimin. Es un placer conocerla, señora.

Se acerca y le da la mano.

- Oh, por favor. Soy demasiado joven para que me llamen señora.

- Por supuesto. Lo siento.

- Qué lindos se ven juntos. ¿Y cuándo ibas a decírmelo, Lara?

- Mmm... ¿Decirte qué?

- Pues que tienes novio. Porque eso es lo que parece desde mi punto de vista.

- Bueno, la cosa es... Es cierto. Nos atrapaste. Jimin es mi novio.

- (Oh, Dios)

- Lo sabía. Bueno, ¡qué maravillosa noticia! De todos modos, qué suerte que me pasé por aquí. Ahora podemos conocernos todos. ¿Lara, por qué no nos preparas a todos un té?

- ¿Un té?

- En realidad, tacha eso. Tomemos un café. ¡Algo para energizarnos!

- (Oh, no. Se ha vuelto loca)

Jimin y yo vemos como mi mamá se dirige a la cafetera.

- ¡¿Tu novio?!

- ¡Perdón! Se me escapó.

- Bueno, supongo que será mejor que afrontemos la situación. Pero bajo ninguna circunstancia podemos decirle que soy tu profesor.

• ୨❀୧ •

Diez minutos más tarde, todos estamos bebiendo de nuestras tazas... Pero solo dos de nosotros estamos nerviosos.

- Entonces, ¿de dónde se conocen ustedes dos?

- ¿Conocer? Eh...

- Se había tropezado con una pila de libros y le ayudé a levantarse.

- (Oh, Dios mío)

- Qué tierno. El destino los encontró a ambos entre los estantes.

- Sí, así es como sucedió.

- Bueno Jimin, no me sorprende que te guste mi hija. Es un encanto. Aunque es un poquito nerd.

- ¡Mamá!

- ¿Qué? No hay nada de que avergonzarse. Es lo que eres y lo que siempre has sido. De hecho, cuando era más joven, solía hacer experimentos en la tina... Y una vez trató de fabricar cristales en un juego de vasos debajo de su cama.

- ¿En serio?

- Bien, ¡basta! ¡¿Por qué le dijiste algo así?!

- ¿Por qué no? Se rio, ¿no?

- Bueno, creo que todos hemos tenido suficientes risas por esta mañana. Creo que el señor... Quiero decir, Jimin... Tiene que irse.

- Ay, ¿tan pronto?