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N/A: Esta es una historia extremadamente corta, así que solamente tendrá tres o cuatro partes aproximadamente, besitos. 

¨ ¿Por qué? ―preguntó mirándome raro―. Él es un monstruo.

―Exacto ―susurré―. Su oscuridad es la que me atrae, la misma oscuridad que yo tengo.

Caminé recta siendo consciente que ese par de ojos tricolores me vigilaban desde donde sea que esté. ¨

Apagué la pantalla del iPad, acostándome de espalda a la cama y suspiré ilusionada.

«Ojalá llegue alguien para mí»

Desgraciadamente el único romance o aventura sexual que he tenido son los libros. Siempre suelo ser la espectadora de historias maravillosas, hermosas y excitantes; pero nunca soy la protagonista.

Sonrío mordiéndome el labio, imaginando como seria tener un chico a lo Wattpad.

― ¡Kate! ―grita mamá desde las escaleras― cariño, ayúdame a decorar el árbol.

― ¡Bajo en un segundo!

―Bien, date prisa.

Bufé con pesar levantándome de mi suave cama arrastrando los pies hasta la puerta de mi habitación.

» ― ¡Traje Brownies! ―y eso fue justo lo que necesité escuchar para bajar a toda prisa haciendo reír a mamá―. Alto ahí, señorita ―me detuvo al ver que iba directo a la cajita de delicias―. Primero ayúdame en lo que te pedí.

«Ugh»

―Bien ―gruñí.

***

Para mi familia -como la mayoría- la navidad es una fecha donde pasamos tiempo juntos: riendo, contando anécdotas, atiborrándonos de comidas y postres deliciosos; pero sobre todo conviviendo.

Mientras coloco los foquitos sonrío nostálgica al recordar cuando papá me cargaba de bebé ayudándome a poner las decoraciones de más arriba. Ahora usamos una escalerita, ya que el árbol llega casi a los dos metros y medio de altura.

― ¿Dónde pongo esta guía de luces? ―pregunto a mamá mostrándole la guía sobrante.

―Colócalas debajo del árbol, donde no se vean.

Dos horas después admiramos la obra de arte que hicimos.

―Quedó hermoso ―digo maravillada―. Se siente el espíritu navideño.

―Es la idea cariño ―me abraza emocionada―. ¡Oh cielos!, olvidé las piñitas de plata.

«¿Las que?»

― ¿Piñitas?

―Si, si. Mira ―abre una pequeña caja y de ahí saca pequeños objetos de plata en forma de piñas de pino. Dios, su forma es...interesante―, ¿verdad que son bellas?

―Ehh si, son...lindas ―respondo reacia.

«Parecen dildos»

Emocionada, comienza a colgar las ¨piñitas¨. Mentiría si dijera que no se ven hermosas.

***

Ya terminada la tarea me encamino a la cocina yendo por los brownies. Al entrar en ella, me encuentro a Theo -mi pequeño hermano- ensimismado en su celular.

―Oye Kate, ¡Mira esto! ―me muestra su celular―. Ahora en lugar de escribirle una carta a Santa Claus podemos enviarle nuestro deseo por esta app, ¿verdad que es increíble?

― ¿Seguro que es ¨Santa¨ el que la maneja y no alguien más? ―cuestiono burlista.

―Bueno, puede que sean sus duendes. Ya sabes, él está muy ocupado como para solo estar solamente en eso.

«Ow». En ocasiones la inocencia de mi hermanito llegaba a ser adorable.

―Haber dime ―le dije siguiéndole la corriente―, ¿Cuál es el nombre de esa App?

―Su nombre es Magi.

― ¿Magi? ―volví a cuestionar aguantando la risa― ¿Cómo la salsa?

―No, tonta ―contestó irritado―; bueno si, pero no tienen ninguna similitud. Magi es como una abreviación de las palabras ¨Magic gift¨. Regalo mágico.

» ―Lo único que tienes que hacer es abrir la app y enviar un mensaje pidiendo la cosa que mas desees en este mundo y él te lo cumplirá. ¡Inténtalo, inténtalo!

Bufé aburrida y le extendí mi móvil para que me descargara la dichosa aplicación.

Al abrirla lo primero que apareció en la pantalla fue un mensajito cliché:

«''Bienvenida a la fábrica de Santa, donde todos tus deseos se hacen realidad''»

Sin duda esta sería la frase que un estafador diría para ilusionar a los niños; todo esto solamente para divertirse patéticamente.

«Veremos qué tan ¨verdadero¨ es esto»

Divertida abrí la sección para redactar un mensaje y comencé:

Querido ¨Santa¨...

Me he portado MUY bien este año. Por eso mismo merezco que me cumplas lo que he ansiado todo el año:

Un chico.

De preferencia atrevido, directo y sea todo un badboy. Gracias.

PD: Soy tan buena chica que he leído TODO el año la biblia.

Besos y abrazos, Kate.

Reprimo la carcajada al releer la posdata. «Claro».

La única biblia que he leído en mi vida es la biblia sexual.

Oprimo en "Enviar" y subo a mi habitación a prepararme para la cena de Nochebuena. 

El regalo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora