𝐁𝐑𝐎𝐌𝐀

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Jisung caminaba apresurado por los pasillos, casi empujando a los estudiantes que iban pasando

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Jisung caminaba apresurado por los pasillos, casi empujando a los estudiantes que iban pasando. Miró el reloj en su celular, faltaban exactamente siete minutos para volver a entrar a las aulas, por lo que comenzó a correr aún más rápido.

Llegó al cuarto del conserje, en el cual entró y comenzó a buscar por todos lados alguna cubeta o algo así para poder ejercer su plan, pero no encontraba ninguna.

- Mierda, ¿Que tipo de conserje no tiene cubetas? -susurró, siguiendo con su busqueda-

De repente, alguien entró de golpe a aquel cuarto, asustando a Han, haciéndole pegar un pequeño salto del susto.

De todos los estudiantes que hay en esta universidad, ¿Tenías que ser tu quien entrara?.

-¿Que haces aquí? -preguntó el castaño-

- Vine a dejar esto, tiré algo en el gimnasio -dijo, dejando el trapeador en su lugar-

- Claro, eres tremendo idiota como para tirar algo-respondió, continuando buscando lo que quería-

Minho tensó la mandíbula, iba a enojarse, pero recordó lo que había hablado con Changbin esa mañana.

"Deberías hacer una prueba para saber si le gustas, no pierdes nada".

Las palabras de su amigo llegaron a su mente, ocurriendosele algo para verificar lo que quería saber.

Con cautela y sin que el menor se diera cuenta de lo que hacía, cerró la puerta con seguro, para luego simplemente quedarse parado ahí, tan solo mirando al chico.

Jisung había estado tan concentrado buscando la cubeta que necesitaba que nisiquiera se dió cuenta de la intensa mirada de Minho en su espalda, al darse cuenta de ello, se tensó de inmediato.

-¿Por qué sigues aquí? -preguntó, intentando no sonar nervioso-

-¿Puedo ayudarte en algo, lindo?

Lindo...

Mierda...

El castaño se había sorprendido demasiado por aquel apodo, le había causado cierto revoloteo en el estómago, sus nervios se habían hecho presente y no podía controlar su temblor, porque, vamos, ¿Quién no estaría al colapso de los nervios estando en un cuarto pequeño de conserjería, mientras el otro chico está bloqueando la puerta?.

Jisung moriría de los nervios.

-N-no, estoy bien, ya vete -contestó, pero una idea se le vino a la mente-

¿Que mejor que la víctima ayudara a encontrar el instrumento con el que se le haría venganza?

- Bueno... Estoy buscando una cubeta -dijo- ¿Puedes ayudarme a encontrar una?

El rubio simplemente estiró su brazo hacia arriba y bajó de un estante una cubeta, haciendo que Jisung se sintiera estúpido por no haberla visto antes, o tal vez solo era muy bajito y no podía alcanzarla.

- Dame eso -estiró su brazo hacia arriba, queriendo quitarle la cubeta al mayor, pero este seguía subiendola- ¡Dámela!

- Dí porfavor

Jisung bufó.

Prefería comer tierra antes de pedirle algo con amabilidad a Minho.

Con su máximo esfuerzo, dió un gran salto, arrebatándole la cubeta, pero no contó con que iba a tropezar con la pierna del rubio y chocara con su pecho.

Jisung instantáneamente se sonrojó al máximo, estando apegado al mayor, quien lo tomó de la cintura en cuanto se pegó a el, sintiendo sus mejillas calientes, su nerviosismo más expuesto que antes.

Pero no iba a negar que el coreano tenía un pecho tan fuerte, firme y duro, tan tentador que quería restregarse contra el, pero claro, no podía hacerlo por su orgullo.

Nunca había prestado tanta atención a la colonia que Minho usaba, eran tan deliciosa, masculina y...

Mierda, ¿Por qué te pones a pensar en esas cosas?, Tienes una broma que hacer, Han.

Rápidamente se dió un golpe mental, regresando a la realidad.

-¿Por qué te sonrojas, Han? -preguntó de repente, causandole otro cosquilleo en el estómago al menor-¿Acaso...

- Muevete, cabeza de oveja -dió una patada a la entrepierna del mayor, sacándole un jadeo de dolor, para luego quitarlo de la puerta y salir corriendo de ahí-

Vaya, las cosas estaban tan bien ahí adentro, pero el orgulloso Han no podía soportarlo...

Rápidamente corrió hacia la fuente de agua más cercana, llenando la cubeta con ella, para luego correr hacia el aula, en donde subió a un banco y colocó la cubeta encima de la puerta, la cual fue previamente amarrada de la agarradera con un cordón.

Sabía que Minho entraría en cualquier momento, por lo que se quedó ahí mismo, atento, esperando a que sucediera.

Cuando el timbre sonó, alumnos comenzaron a entrar, Jisung tuvo que ser sumamente cuidadoso con no dejar caer el agua encima de alguien más, no quería arruinar la broma y ganar a un enemigo más. Pero para su buena suerte, ni bien el rubio había puesto un pie dentro del salón, la cubeta fue tirada, mojandolo por completo, o más bien, empapándolo todo.

Nadie había visto cuando el balde fué tirado sobre Minho, pero cuando todos volvieron la vista hacia el, el chico ya estaba completamente mojado de pies a cabeza. Jisung estalló de risas, mientras Minho estalló de enojo, un enojo puro, tan puro que hasta el mismísimo Satán tendría miedo.

-¡Mierda, eres un jodido hijo de puta! -gritó con furia, sobresaltando al menor, pues era la primera vez que lo hacía enojar hasta el punto de gritar tan fuerte- ¡Estoy hasta la coronilla de ti, maldito idiota!, No sabes cuánto te odio -se acercó peligrosamente al menor, tomándolo del cuello de la camiseta, asustandolo por completo- ¡Voy a joderte, Han Jisung!

-¡Mierda, eres un jodido hijo de puta! -gritó con furia, sobresaltando al menor, pues era la primera vez que lo hacía enojar hasta el punto de gritar tan fuerte- ¡Estoy hasta la coronilla de ti, maldito idiota!, No sabes cuánto te odio -se acercó ...

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❝ 𝑶𝒉, 𝑯𝒐𝒏𝒏𝒊𝒆 ❞ | ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ | ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora