Eran aproximadamente las once y media de la noche,, las calles estaban tranquilas y eran únicamente iluminadas por las grandes pantallas que llamaban la atención de cualquiera, pero la luna brillaba aún más.
Las estrellas decoraban el cielo, le daban ese toque de belleza,, ese algo especial.
Mientras tanto, nuestros protagonistas estaban dónde suelen estar,, el lugar que solía ser la "guarida" de Nimona y Ballister.
Nimona, Ballister y Ambrosius estaban viendo una película,, la cuál era bastante violenta, ya que Nimona la había propuesto.
Sin embargo, Nimona estaba profundamente dormida, cubierta por una manta mientras roncaba de manera ruidosa y algo exagerada.
Ballister estaba recostado en el sofá,, con la cabeza en las piernas de Ambrosius.
El heredero de Gloriana miraba a Nimona roncar mientras se transformaba en diferentes animales,, parecía estar bastante sorprendido.
— " ... ¿Siempre ronca así? "
Preguntó en un susurro el rubio,, luego soltó una pequeña risita en un suspiro.
Bal seguía con los ojos fijos en la película, simplemente asintiendo y luego hablando en un tono algo cansado;
— " Sí... Te acostumbrarás. "
Contestó el de ojos cafés, sin quitar la vista de la pantalla ni un segundo.
Pasaron los minutos, y Ambrosius soltó un suspiro.
Lentamente, el rubio cenizo comenzó a acariciar con cautela y suavidad el pecho de Ballister,, quién sorprendido por esta acción tan repentina, lo miró a los ojos al instante, mirándolo con esos ojos grandes que sólo podían demostrar sorpresa.
El rostro de Bal se tornó un poco rojizo, el rubio continuaba sus suaves caricias.
— " ¿Quieres... ir a..? Ya sabes. "
Susurró el heredero de Gloriana con una sonrisa coqueta (y algo boba en la perspectiva de Bal) en el rostro. El moreno sonrió, sabiendo a que se refería.
Bal asintió.
Bal lentamente abrió el extremo del pequeño paquete usando sus dientes, sonriendo...
Ballister y Ambrosius estaban en su lugar favorito,, el lugar en el que habían tenido su primer encuentro y al cuál iban varias veces por semana... Generalmente los fines de semana.
El restaurante dónde suelen comer nachos, obviamente,, y el paquete que el moreno había abierto con su boca era un paquete de salsa.
Bal río ante un chiste de su novio, mirándolo con ojos enamorados.
Luego de un lindo silencio que duró varios minutos, el rubio acarició la mano del moreno con ternura.
— " ... Bal,, ¿creés que Nimona se enojaría sí vuelves un poco tarde esta noche..? "
Susurró el heredero, con una sonrisa coqueta de oreja a oreja mientras acariciaba la mano de su novio con su pulgar, lentamente,, acariciando sus dedos y su palma, luego subiendo por su brazo.
Más, Bal levantó las cejas,, sin entender a que se refería y con la boca llena de nachos.
— " ¿Hm..? ¿Tanta hambre tienes? "
Habló con la boca llena (casi no se le entendía) y una expresión confundida, Ambrosius río por lo bajo por su actitud y Bal seguía sin entender.
— " .. De hecho,, sí. Pero no de nachos."
Susurró el rubio,, con una expresión coqueta y los párpados entrecerrados, mirando a Bal de pies a cabeza. Sus caricias eran cada vez más y más lentas, y el moreno se veía cada vez más y más confundido.
— " ... ¿Porqué pedimos nachos entonces?, ¿quieres que pida otra cosa?"
Contestó ingenuo, todavía mirándolo con esos ojos grandes y confundidos.
Ambrosius soltó una risa,, ahora entrelazando los dedos de Bal con los suyos.
— " Mira,, te lo haré más fácil... Es un sábado por la noche, Nimona está en casa, lo que nos deja solos.. "
Dijo el rubio cada vez con un tono más pícaro y lento,, mientras Bal lo miraba con esos ojos grandes y brillantes.
Ballister se quedó congelado cómo por un minuto,, y luego entendió.
Se sonrojó levemente, mirando a su novio mientras alzaba las cejas.
— " .. ¿Te refieres a co- "
Decía el moreno con un tono de voz bastante alto, pero el rubio le cubrió la boca rápidamente,, mirando en cada rincón del lugar para asegurarse que nadie lo había escuchado.
Ambrosius río suavemente, masajeando sus párpados con su mano libre. Luego, miró a Ballister con un leve sonrojo en las mejillas.
— " Sí, Bal.. Pero no lo digas tan fuerte,, hay gente. "
Susurró el heredero,, mirando a los clientes nuevamente mientras quitaba su mano de la boca del moreno.
Ballister miró a esta gente también,, alzando una ceja.
— " Tienes razón... ¿Cómo es que hay tanta gente?, ¿desde hace cuánto este lugar tiene tantos clientes? "
Preguntó Bal con curiosidad,, ese lugar solía ser muy poco recurrido y silencioso.
De hecho, ese pequeño restaurante era dónde Ambrosius y Ballister se encontraban cuándo mantenían en secreto su relación,, esto fue ya que las cosas "se complicarían" para el heredero sí se corría la voz de que estaban juntos, ya que Ballister tenía muy mala fama en ese momento.
El rubio suspiró, observando a toda la gente que estaba allí.
— " Ni idea... Bien por los empleados, supongo. "
Ambrosius bromeó en voz baja y el moreno soltó una pequeña risa, mientras continuaba mirando a las mesas.
El heredero miraba fijamente a Ballister con ojos enamorados, admirando la belleza de cada pequeño detalle,, que hombre tan perfecto.
Ambrosius volvió a tomar su mano, acariciando suavemente su palma y ahora mirando el contacto que estaban teniendo con el otro.
El de barba lo miró a los ojos, y por un momento, sus miradas se encontraron la una con la otra,, generando un sentimiento de calidez que era difícil de comprender, pero que era capaz de iluminar y aclarar ideas que a veces permanecían en sus mentes sin respuesta alguna.
Sus dedos se entrelazaron y ambos sonrieron,, aún compartiendo esas miradas llenas de un solo sentimiento, amor puro.
— " ¿Quieres que.. pasemos la noche en mi apartamento..? "
Preguntó el heredero con una sonrisa que daba a entender el mensaje.
Ballister sonrió, finalmente parándose de su silla,, dejando algo de propina.
ESTÁS LEYENDO
𝖦𝖮𝖫𝖣𝖤𝖭𝖧𝖤𝖠𝖱𝖳. [ 𝖭𝗂𝗆𝗈𝗇𝖺 ]
Romance. 𝖡𝖺𝗅𝗅𝗂𝗌𝗍𝖾𝗋 𝗑 𝖠𝗆𝖻𝗋𝗈𝗌𝗂𝗎𝗌¡ - Esta breve "historia" básicamente relata acontecimientos posteriores al final de la película, exactamente cinco meses luego de que se revelara que Nimona está perfectamente bien. - Princip...