Yo quería.

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Claire estaba frente a él, su querido novio, Hayashi, el chico más amoroso y dulce de todo el mundo, siempre la había amado con locura, la protegía y ella también lo amaba, demasiado.

Se miraban a los ojos, Claire lo conocía demasiado bien.

Sin embargo..-

Hayashi no era más que un acosador de primera, sus celos eran de un puto lunático, la sobreprotegía demasiado, era una persona que cuando se enojaba explotaba, Él quería controlarlo todo, Quería controlarla a ella. (Cabe aclarar que más allá del acoso, nunca le hizo ningún tipo de daño.)

¿Y ella?

Ella lo amaba, ella nunca supo nada del acoso, y soportaba sus escenas de celos y lidiaba con las peleas pues al final se reconciliaban, aunque ella acabará por ceder ante el, ella le sonreía, siendo la más feliz del mundo.

" Te amo, ¿sabes? " le decía ella.

" Porfavor nunca me dejes. "

Y él le respondía qué le pedía algo muy tonto, pues el nunca podría dejarla, ella era su vida.

Todo iba bien.. hasta ese día..

Claire lo había descubierto todo por unas fotos que él guardaba de ella, fotos que él no tenía porque tener.

Él ni siquiera le dio tiempo a decir algo, pues la noqueo de un golpe.

Hayashi se lanzó al suelo con ella, abrazándola y llorando desconsoladamente por hacerle daño a su chica, y por haber arruinado la relación que estaba en su punto más alto.

Hayashi la llevó a un lugar alejado de todos.

La secuestró.

Cuando ella despertó se mostró confundida y con miedo, al ver a su novio lloró de miedo y le preguntó que estaba pasando.

Él se lo contó todo, ella forcejeo, ambos lloraron.

Pasó un tiempo, ella se mostraba distante a él, no correspondía sus besos y apenas le hablaba.

Más de una vez intentó escapar, pero ambos fueron intentos fallidos.

Él no se molestó, solo le dijo que no lo hiciera más, pues volvería a hacerse daño, haciendo referencia en que en su segundo intentó de escape se había cortado accidentalmente la pierna. Ella solo asintió con tristeza.

Él sabía que ella necesitaba tiempo así que le daba su espacio.

Él le cocinaba las tres comidas del día con algún postre ocasional.

Le llevaba regalos, como peluches, flores, o ropa nueva.

De a poco él se empezó a cansar, así que fue más amenazante con ella para que cooperará en esta "perfecta relación".

De a poco ella fue cediendo.

De a poco ella se fue acostumbrando.

Y de pronto, otra vez eran la feliz pareja qué alguna vez fueron.

Él estaba maravillado pues pensaba que por fin había hecho efecto el dichoso síndrome de Estocolmo.

Ella aceptaba dormir con él ahora, mantenían lindas conversaciones, se besaban al saludarse y al despedirse cuando él llegaba o tenía que irse.

Ya no había celos pues, ¿Porque haberlos? ¡Ella ya no tenía contacto con nadie más!

¿Arranques de irá? ¿Con ella? Nunca. Ya no pasaba porque no había nada que los provocará, ella era totalmente sumisa con él, ella lo hacía feliz, y lo más importante para él es que ella también era feliz.

Yo Quería. (+15) [ Oneshot ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora