↬𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐𝟑.ೃ࿐

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Las maletas a su alrededor, las risas de sus padre, estaban contentos y entusiasmados, incluso el día se encontraba soleado, no hace tanto calor, pero está lo suficientemente cálido, lo cual lo vuelve un día bastante cómodo y lindo.

Su ánimo podría estar mejor, de eso estaba seguro.

En lo que van esperando su vuelo, no había despegado su vista de la puerta de entrada del lugar, todos sus amigos ya se habían ido, hasta algunos familiares también se fueron, pero no hay señales de él.

Su mano temblorosa prendió de nuevo el celular para saber la hora, solo estaban a diez minutos de ser llamados por el gran megáfono del aeropuerto y aun no vio a Jungwon.

Tuvo que morder sus labios para no entrar en crisis, para no empezar a hablar consigo mismo, no cuando sabía que los últimos meses habían sido completamente difíciles tanto para el como para su pareja, la cual considera el amor de su vida.

Las peleas surgían por cosas pequeñas, pero al parecer siempre había uno más estresado que el otro, que no quedaba de otra que gritarse hasta llorar, y si bien era él quien se acercaba a pedir perdón, podía notar en los ojos de Jungwon que nada estaba bien.

Todo comenzó cuando se ánimo a decirle a Jungwon el día de su cumpleaños que debia mudarse a Estados Unidos y desde entonces nada es igual entre ellos, al menos las actitudes, las peleas, el sexo lo hacían rudo, los besos eran tan necesitados, como si en algún momento alguno fuera a desaparecer de repente, pero si hablamos del amor, nunca desapareció, todo lo contrario, Jay sentía que amaba cada vez muchísimo más Jungwon con el paso del tiempo y confiaba en que nada iba salir mal.

¿Por qué se iba de Corea entonces?.

Consiguió una beca para otra carrera y sus padres un empleo importante, era una nueva oportunidad para la familia Park, sin embargo, lo único que lo detenía a Jay a irse era Jungwon, cualquiera diría que es solo una simple etapa, que solo estaban tonteando. Pero para Jay, Jungwon es su todo, su cable a tierra, el amor de su vida, jamás se sintió de esa manera con nadie más, es su mejor amigo y su ser preferido en la faz de la tierra, haría tanto por el, tanto hasta podría quedarse en Corea si se lo pedía.

Pero Jungwon nunca le dijo tal cosa, en cambio sólo recibió peleas tras peleas, que si bien, habían tenido en el pasado, las de ahora eran demasiado diferente, que hasta llegó a creer que lo hacia aproposito, ya saben, para romper con su relación.

Y antes de que pudiera seguir pensando en cómo iba a manejar la relación a distancia, Jungwon al fin se aparece por las puertas del lugar, lucia agitado, como si hubiera corrido hacia el aeropuerto.

Una sonrisa aparece en el rostro de Jay, mientras que el corazón de Jungwon solo comienza a dolor con cada pasa en el que se acercaba.

-Llegaste- dijo con alivio, una vez tuvo al más bajito frente suyo, ni siquiera oculta lo feliz que esta de verlo ahí parado frente suyo -¿corriste?, ¿hubo mucho trafico?, te dije que te podia buscar…

El rostro de Jungwon en cambio era difícil de descifrar para Jay, que si bien, esperaba un berrinche como respuesta, lo único que llegó a ver fueron los ojos de su chico, rojos, con bolsas, ¿no había dormido bien?, ¿acaso estuvo llorando?.

Se sintió tan mal de tan solo imaginar a su novio llorando solo en el cuarto, que estaba a punto de tirar todo a la mierda, si su partida era la verdadera razón por la cual Jungwon ahora mismo parecía destruirse poco a poco.

-J-Jay… necesito decirte algo…

Algo dentro del mencionado comenzó a temblar ansioso, había estado esperando por los últimos meses a que Jungwon al fin dijera algo sobre su partida, era el momento, al fin esas palabras iban a salir de esos labios preciosos, su chico le iba a pedir que se quedara y estaba tan pero tan entusiasmado de tirar la maleta al piso para aceptar, que solo asintió esperando a que este continuara.

⌊Mʏ ᴏɴʟʏ Lᴏᴠᴇ⌉  •JayWon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora