Soy el malo, ¿puedo marcharme?

Capítulo 3

Cabello negro que se ve castaño a la luz. Ojos rojos que brillan debajo de un fuerte hueso de la frente.

Como el protagonista, llamaba la atención al instante. El corazón de Han Cha-soo se hundió. A diferencia de los demás, no se sorprendió por la apariencia de Jung Yi-heon.

'...torturándome así, con esta cara.'

En el momento en que sus ojos se encontraron, me vino a la mente la historia de la película original. La muerte de su amado hermano.

"Ugh...."

A pesar de que ahora no está ennegrecido, por lo que probablemente sea un personaje dulce y gentil que podría llamarse hogu, todavía estaba reacio.

Han Cha-soo lentamente se alejó un paso de él.

Mientras tanto, Baek-sun ladraba como un cachorro, feliz de ver al líder del gremio.

"¿No deberías dirigirte a la isla de Jeju de inmediato? ¿Por qué andas por aquí?

"Incluso si no haces tanto alboroto, no voy a arruinar las vacaciones de Baek-sun. Más bien, ¿por qué vienes del equipo de fabricación?

Jung Yi-heon, naturalmente, giró la cabeza para mirar a Han Cha-soo. No se iba a mover hasta obtener una respuesta.

Han Cha-soo se tragó un suspiro e inclinó la cabeza.

"Soy Han Cha-soo, equipo de fabricación de pociones 1. Me ofrecí como voluntario cuando escuché que los ingredientes para la nueva poción que estoy investigando se encontraban en la Mazmorra del Gigante Helado".

Las cejas de Jung Yi-heon se torcieron mientras mostraba su mano llena de cajas.

"¿Nuevos ingredientes de investigación?"

"Sí. Es una muestra que necesita ser recolectada y medicada inmediatamente, así que me vi obligado a participar. No te preocupes, tendré cuidado de no hacer tropezar al equipo de ataque".

Han Cha-soo dijo e inclinó la cabeza una vez más.

'Si has hecho tanto, sigue adelante'.

En este momento, todo lo que quería hacer era terminar de una vez e irse.

"¿No es genial, líder del gremio? Nunca antes había visto a alguien tan motivado en el equipo de fabricación".

"Veo."

Los ojos rojos de Jung Yi-heon brillaron con interés.

"No me di cuenta de que había una persona así en nuestro gremio".

Era un cumplido en el papel, pero la forma en que lo murmuró fue de alguna manera significativa.

La nuca de su cuello picaba. Han Cha-soo levantó la vista y luego volvió a bajar la mirada al suelo.

Los ojos rojo oscuro lo miraban fijamente. La mirada de interés era abrumadora.

'Estás loco.'

Tragando un suspiro que amenazaba con estallar, Han Cha-soo fingió ignorancia.

¿Ya sabe lo que ha hecho este cuerpo?

De lo contrario, su mirada era demasiado pesada para entender.

'Incluso si eres un amor, una clase S sigue siendo una clase S.

Por alguna razón, un sudor frío me corría por la nuca, recordándome las escenas de tortura en las novelas.

Afortunadamente, la atención de Yi-Heon pronto se desvió.

"Ya veo, me alivia saber que un fabricante de pociones se unirá al equipo de apoyo. Por favor, haz tu mejor esfuerzo en la estrategia de hoy".