Parte I

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-Hermosa, te extrañe muchísimo- dijo Montenegro a la linda castaña, dándole un beso en la mejilla
-Yo también Ale- riendo le devolvió el beso
-Ey ey ey, yo también quiero uno- proclamó el morocho de lindo mirar

Samuel recibió un beso de ambos y luego rieron al unisono.
Toco la campana para entrar a clases y los compinches corrieron por los pasillos como locos.
Alejandro y Mar tenían clases de Literatura Hispanoamerica, y Samy tenia clases de Álgebra avanzada, luego de estas, el grupo se encontró en el parque del colegio para ponerse al dia con sus vacaciones, pues estos no habian estado mucho juntos.

-Y entonces? Que paso cuando volvi a Arrezzo?- Dijo Samuel
-Nada nuevo la verdad, fui unos dias con mis abuelos pero lo mismo de siempre- exclamó Mar
-Y Alejo?-Preguntó Samy
-no me digas Alejo y además ya te conte que hice- declaró Alejandro- solo fui a una fiestas y nada mas- levemente nervioso

-Seguro?- Dijo Samuel
-Samuel, no te pongas pesado- Exclamó Mar
-Esta bien, solo preguntaba- no tan convencido 

Termino el primer día de clases, Samuel llevo en su auto a Mar y Alejandro se fue en su moto.
En la tarde-noche, Mar estaba cenando cuando alguien toco la puerta. Le pareció sumamente raro que sus padres tocaran, pero al abrir la puerta se dio cuenta que era Ale.

-Ale?-Exclamo ella
-Perdona por venir sin avisar...¿puedo entrar?-
-Si pasa- Expresó apartándose de la puerta- paso algo Alejandro?-Caminando hacia el comedor
-Si- tomándola por la cintura -Extraño demasiado tus labios y tu aroma dulce en mi ropa-
-Ah si?- mirando sus labios, desesperada por un beso

*+18*

No paso ni un segundo para que ambos chicos juntaran sus bocas, con un leve salto ella estuvo sobre el, mientras se besaban. En un abrir y cerra de ojos  se encontraban en la habitación de Mar, que tan bien conocían. Entre besos y caricias, terminaron sin prendas. Alejandro bajo las bragas de ella y metió un dedo y luego otro, Mar solo jadeaba de placer. 
 Ulteriormente de un rato el comenzó a lamer su intimidad mientras estiba su mano y jugaba con los pezones. Mar solo gemia, sabia que Alejandro quería escucharla, el amaba complacerla y sentir que era solo suya. Ella decidió dominar, en un segundo cambiaron papeles y ella se encargo de complacerlo. Metió el miembro en su boca, comenzó lento pero el se encargo de que la velocidad aumentara. Mar tomó un condón de su cajonera y se lo coloco, después Alejandro la puso de forma en la que quedara frente a su espejo, así podría ver sus hermosos gestos. Se la introdujo rápidamente, asi le gustaba y el lo sabia.

-Ahh, mas...mas-Pedia a gritos la dulce chica
-Me ve~ngo Mar- dijo con su voz ronca

Para las mentiras, el trucoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora