II

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-Viejo de mierda-pensó Gustavo mientras estaba en camino a este baño público, no quería ir a ese baño, le daba un asco de solo imaginar lo que podía pasar. Roberto era una persona que podía manipularlo como se le diera la gana por el poder que tenía en la banda, Antuña estaba preocupado por de demasiadas cosas que le daba gana arrancarse la cabeza en el ámbito de el amor y de el ámbito musical, aunque en el tema del amor Roberto solo quería una cosa es específico que a topo no le gustaba del todo, Gustavo tenía mucho miedo de entrar a ese baño aunque era obligatorio que lo hiciera o vendría algo peor

Estaba maldiciendo a mi mismo por aprender a tocar la guitarra, si no lo hubiera hecho lo más seguro es que ahora estaría feliz y tranquilo en su casa, pero no señorito Antuña también quería aprender a tocar guitarra y meterse a ese casting de esta banda, aunque le gustaba su trabajo el mismo lo arruinaba teniendo este romance no correspondido con Musso.

Gustavo daba pasos secos ya entrando al baño viendo el ambiente bastante "limpio" era inusual ver un baño público de un estudio tan limpio parecía que le hubieran echado todo un envase de cloro

Cuando entro completamente al baño camino solo 3 pasos al frente para después escuchar un portazo atrás suyo igual de seco que sus pasos, le causaba unos escalofríos ese ruido sabiendo quien estaba atrás de el

Maldita sea...
Ya le dolía todo después de ese portazo, ni se quería voltear porque sabía que le esperaba, aunque trato de poner una personalidad madura y negante con una pose firme

-¿que quieres?-dijo topo entrelazando los brazos como un signo de molestia, aunque esperando lo peor, era asqueroso de solo pensarlo sabiendo que todavía le gusta el mismo que estaba que estaba al frente de el, según sus mismas palabras , musso era como un callejón sin salida.
Si no era como el quería lo trataba de forzar, lo trataba mal o lo ignoraba por un día completo en forma de castigo

-a vos-dijo Roberto poniendo sus manos en las caderas de Gustavo acercándolo a él de una manera brusca, frotando sus manos con las caderas de antuña

Mierda hace tiempo que no lo hacían y tocar sus caderas de nuevo se sentía tan ¿bien?. No era gay o eso creía pero con el, sus caras, sus jadeos, sus gemidos, se sentía tan bien y más que cuando lo hacía con una mujer, de ninguna forma le quería hacer daño pero como era tan necio, se complicaban las cosas.
Pensó Roberto mientras recorría con manos sus casi curveadas caderas

-lo siento demasiado Roberto, ahora no puedo... tengo demasiadas que hacer y justo no estoy de humor ahora-dijo tratando de distanciarse de el con dos pasos hacia atrás y con sus manos tocando el pecho de Roberto para echarse aún más hacia atrás

-umh no me aguanto más será solo un rato te lo prometo- después de insistirle el mayor trato de empujarlo más y más hacia el.

-ya puedes dejarme, simplemente no puedo más tarde puede ser per-- las palabras de Gustavo fueron cortadas por un gemido entrecortado.
Roberto está metiendo sus manos delgadas y frías adentro de la camisa de Gustavo, recorriendo todo su cuerpo y empezando a chupar su cuello sin ni siquiera besarlo primero, era una sensación de lo más aburrida aunque fue inesperada para Gustavo.
-Dal-e Robert no me toq-ues así- dijo topo mientras bajaba la cabeza levemente
Estaba tocando sus pechos, masajeando lentamente para no desconcentrarse de su cuello al cual estaba chupando dejando marcada esa zona, Gustavo soltaba unos jadeos de vez en cuando, aunque no le excitaba era normal no era interesante hacia lo siempre lo mismo, aunque está vez si le dio un poco de asco.
Roberto empezó a quitarle la camisa que llevaba puesta para lamer sus pechos mientras le miraba a la cara mientras hacía el acto, le excitaba tanto verlo así, aunque creía que el no quería aunque no le importaba si no se estaba retrocediendo es por algo ¿no?
Roberto lamía los pechos de Gustavo uno por uno como un beso apasionado sacando varios chasquidos en el proceso
Gustavo ya estaba un poco ¿relajado? Por ese acto, estaba sumergido ya por toda la lujuria del momento estaba tan desconcertado que hasta le acariciaba el cabello para que lo siga haciendo aunque Musso quería más. Entonces el mismo comenzó a besar en un momento a otro, después de todo a topo sus besos lo llenaban de una forma impresionante, después de todo no lo odiaba tanto, eso creía aunque se le quitaría cuando recordó todos esos comentarios y otras cosas que le hizo sentir cuando estaba en el momento más íntimo con el o una charla normal con comentarios desubicados y acciones que a Gustavo lo partieron en dos partes del dolor que sintió en ese momento, como una apuñalada.
Cuando Roberto termino con los dos de los pechos.
Se arrodilló y se puso en frente de la bragueta de su compañero, bajando rápidamente mientras le quitaba su cinturón y mirando sus bóxer el cual ya se veía un bulto.

Mi Lista RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora