bingo + hyunlix

behave, say please

bingo theme: enemies to lovers
extra tags: no tengo idea, sexoooo.

— ★ ｡ • .۪

balancé (4)
chaîné doble
piqué (2)
chaîné triple
pirouette (s)

ese era hyunjin practicando la variación de su grupo de danza. estaba sumergido en sus movimientos, inmerso en la música clásica sonando en su parlante conectado a su celular.

la burbuja de paz en la que estaba se interrumpió abruptamente al escuchar el estruendoso ruido de una canción de hiphop al otro lado de su pared.

lee maldito felix, pensó hyunjin.

felix era su vecino y lo odiaba. y era un sentimiento mutuo.

mientras él bailaba ballet, felix bailaba urbano y era todo un caos, especialmente porque las paredes de esos departamentos son delgadas y el ruido traspasa con facilidad, además siempre suelen practicar en horarios parecidos, aunque muchas veces solo por molestar al contrario.

hyunjin puso pausa a la canción, inhalando y exhalando, conteniendo las ganas que tenía de tumbar la pared y propinarle un golpe a su pecoso vecino. cuando se sintió más calmado, salió de su apartamento para tocar la puerta de al lado, la de felix. estuvo unos cinco minutos esperando y soltando bufidos de fastidio cuando la ruidosa música se detuvo y vio la puerta abrirse apenas, mostrando únicamente el rostro sudado de lee, quien viró los ojos al ver quién estaba tras la madera.

— ¿qué quieres, hwang? —fue lo primero que dijo felix, con fastidio, y algo agitado por la reciente práctica.

— quiero que le bajes a tu música, yo también estoy practicando. —respondió hyunjin firme y sin rodeos, cruzándose de brazos y alzando su ceja con molestia. felix solo sonrió con burla.

— no. —respondió queriendo darle fin a la conversación y a punto de cerrar su puerta, pero hyunjin estaba harto del lindo e insoportable chico.

hwang paró la puerta con su pie antes de que felix la pudiera cerrar, dejando algo confundido al pecoso quien solo lo miró, diciendo con su mirada: "¿qué crees que haces, imbécil?"

— ah, no. esto no acaba aquí. —sentenció hyunjin abriendo la puerta para entrar de lleno al departamento ajeno.

— ¿qué te pasa, tarado? ¡nadie te dio permiso de entrar! —felix alzó la voz enojado.

— mira cuántas hectáreas de verga me vale tu permiso. tú, lee felix, me vas a escuchar. —hyunjin le respondió con el mismo tono al menor.

el griterío alarmó a la vecina del frente, una vieja viuda dueña de miles de gatos, quien se asomó por su puerta a decirles que se callen o llamaría a la administración del edificio a quejarse.

hyunjin y felix se regresaron a ver con fuego en su mirada, pero haciendo un acuerdo tácito para cerrar la puerta y seguir con su discusión más discretamente.

— ¿qué es lo que se supone que debo escuchar, hwang? —replicó felix esta vez sin alzar la voz, también cruzándose de brazos y alzando una ceja, imitando a hyunjin sin darse cuenta, quedando frente a frente.

— que eres un tarado insoportable, siempre poniendo tu música a todo volumen interrumpiendo mis prácticas a propósito, me tienes cansado. ¿acaso no te han enseñado modales, imbécil? —hyunjin fue acercando su rostro gradualmente al contrario, poniendo inconscientemente sus manos en la cintura de felix para agarrarlo con rudeza.

— ¿y tú eres la inocente paloma que me enseñará a ser un buen chico? eres un chiste, hwang. —felix respondió tratando de ignorar la corriente eléctrica que atacó su espina dorsal al sentir sus alientos chocando y las grandes manos de hyunjin cubrir su cintura.