Hace un par de años, una pequeña niña de tan solo 7 años de encontraba en un bosque donde tan solo caída nieve. Su madre, de la cual se desconoce casi completamente, había mandando a la pequeña a buscar un par de moras, como era de invierno la pequeña niña solo poseía un abrigo de tela delgada el cual apenas la cubria del frio del invierno y unas botas bastantes sencillas que apenas cabían en sus pequeños pies.
La pequeña niña tenía una canasta pequeña en su mano izquierda en la cual tenía un par de moras que había recolectado. Tenía su nariz y mejillas de un tono carmesí debido al frío ya mencionados; la pequeña tenía la canasta llena de moras así que lista se dirigió a una cabaña bastante rústica y pequeña, la niña caminaba con tranquilidad viendo a su alrededor, notando como la nieve caia enfrente de ella.
Después de unos minutos de caminata la pequeña llegó a su cabaña donde vivía ella, su mamá y su padre. Una ves llegó dejo la canasta de moras en la mesa y se quedó callada
–Hola cariño ¿Cómo te fue? –Pregunto una señora de piel clara y cabello oscuro largo y listo, ojos negros y mejillas ligeramente pigmentadas de rosa junto a unos labios ligeramente rojos, era la madre de la pequeña niña. La señora se acercó a la niña y noto como aquella niña tenía pequeños copos de nieve en sus pestañas, cejas y un poco de su cabello. La señora se agachó al estar a la altura de la pequeña para así pasar de manera suave su dedo pulgar dónde la niña tenía nieve quitandola del rostro de la niña, el tacto de la piel cálida de la señora con el rostro de la pequeña el cual era pálido y frío. La pequeña cerro los ojos al sentir como pasaba los pulgares aquella mujer por sus cejas y ojos.
Después de eso la señora quitó sus manos con delicadeza del rostro de la pequeña para así verla con una cálida sonrisa– Papá no tarda en venir así alístate mientras acabo de preparar la comida– La niña solo escucho las palabras de su madre para asi asentir con la cabeza. La pequeña se cambió de ropa, un pequeño suéter de mangas anchas y largas y una falda un poco grande junto unas pequeñas sandalias para la casa.
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La niña se arregló un poco su cabello blanco largo para así verse al espejo. Era una niña que tenía sus mejillas ligeramente rosas, piel pálida como la de su madre, ojos de un color azul brillante. Apesar de ser una familia de pocos recursos siempre mantenían una buena higiene, mantener la casa siempre limpia al igual que las cosas que tenía o la apariencia de los integrantes de la familia.
Poco tiempo después, un aproximado de 15 minutos llegó el papá de la pequeña. Un señor de cabello corto de color café, un poco de barba en forma de candado ojos negros y parecía nuevamente estar ebrio, no era de sorpresa que el se emborrachara cada ves que podia, tomaba mucho sake a tal punto de que casi toda su ropa olía a esa bebida alcohólica como también su cuerpo completo
–Hola papá– Dijo la pequeña niña, su voz era dulce además de que casi nunca hablaba debido a que su padre se lo tenía prohibido casi todo el tiempo. Como era de sorpresa...el papá de la niña era un completo abusador, golpeaba a la mamá de la niña y también a la pequeña cada ves que se alteraba por no tomar sake o porque simplemente no estaba de buen humor. En más de una ocasión abusó sexualmente de su esposa y en algunos casos la violo cuando estaba en estado de ebriedad, era más que obvio que no era el mejor padre el mundo, considerándolo que les pagaba a su hija y esposa casi todos los días.
