Metáforas.

El amor y él, iban de la mano.

Entró en mi vida accidentalmente. Cómo en las grandes historias de amor, de repente, sin explicación alguna. Creó un cielo gris en una nebulosa de colores con tan solo su sonrisa. Y es que él era todo lo que podrías pedir. Cuando yo me encontraba realmente mal, él estaba ahí para mi solamente para sacarme una sonrisa cuando más lo necesitaba. Y eso es lo lindo y malo del amor. Estar tan enamorada, concentrada en todo lo que te hace sentir esa persona, que no ves el daño que realmente te hace, no lo sientes. El amor es como un anestésico para los dolores del alma. Y ahí es cuando sucede, esa persona no es quien piensas que era, simplemente es todo lo contrario. Las cosas que te las dice a ti, también son para 5 personas más. Y es que el amor y él iban de la mano. Eran tan malignos de igual manera, exactamente en la misma medida, que no importaba como te trataban. Tu caías igualmente, de la misma forma. Porque nosotros no elegimos de quien enamorarnos; simplemente lo hacemos. Y es que no diferenciamos entre lo bueno y lo malo estando en ese coma inducido por las bellas artes del amor. No nos importa si es un ángel o un demonio, porque ya nos encontramos en sus redes. ¿Cómo puede el diablo empujarnos a las manos de alguien que con solo sonreír parece un auténtico ángel?