EL REGALO IDEAL

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Narración
Para Degel era la primera vez que dormían juntos no como compañeros si no como novios era algo especial para el y mas por lo que había hecho el griego significaba mucho para él, esos pequeños obsequios para el galo era lo que mas añoraba en este mundo y quería desde lo más profundo del corazón de un niño de 10 años en aquel entonces hasta en el joven en el que se había convertido, dormir en los brazos del griego recostado en su pecho abrazando su regalo como si fuera lo mas preciado del mundo juntos sin peleas, sin discusión, sin malos entendidos solo ellos dos juntos amándose. Para Kardia era reconfortante tener en los brazos a su amado Degel y sobre todo verle visto esas hermosas amatistas brillar con una inmensa alegría era como si por un momento ambos fueran niños y el heleno limpiara esas lagrimas de su galo y lo abrazara con fuerza, pero ahora como los jóvenes que eran. La mañana llego con un sol brillante y hermoso despertando el griego primero abrió sus ojos con pesadez y con sueño aun, volteo a su lado encontrándose con el francés aun dormido, una sonrisa se dibujo en sus labios al ver al galo en sus brazos tranquilo y sin ninguna preocupación quería mantener contemplándolo dormido un rato más se veía como un ángel abrazando su peluche resaltando de su rostro sus pestañas y sus labios rosados viendo su respiración subiendo y bajando con calma se acerco con cuidado besando sus labios con amor y sutileza provocando que el peli verde abriera sus ojos tomándolo por sorpresa el beso.

- ¡hmg! - parpadeo asombrado al sentir los labios del griego sobre él, el heleno se separo con cuidado- ah, Ka...Ka-Kardia -hablo apenado Degel desviando su mirada- jmjmjm buenos días amor -contesto el peli azul sonriendo- te vez lindo cuando me evades la mirada y mas cuando estas apenado mi Degel -hablo pícaro acercándose y dándole un beso en la mejilla- el francés solo sintió sus mejillas arder agachando la mirada para esconder su rostro en su peluche- ¡HMMMMM! ¡Kardia! ¡Basta! Por favor -reprocho apenado- ¡no hagas eso me pones muy nervioso amor! -hablo escondiéndose- jajajajaja ay cubito -rio el griego- te vez tan lindo -hablo entre risitas buscando el rostro del galo- mírate mi cubito eres un tomatito lindo y muy madurito jmjmjm -tomo entre sus manos el rostro de Degel captando los ojos del galo sobre los de él- jmjm mis hermosas amatistas -Kardia se acercó con cuidado y beso los labios de su amado una vez más pero esta vez el beso siendo tímidamente correspondido cosa que le agrado al heleno acariciando sus mejillas con sus dedos pulgares- hm hmmg -se separaron después de unos segundos- ame ese beso -sonrió pegando su frente con la de el galo- me gusto... -contesto tímido- ¿ah? ¿así? Te gusto mi beso -pregunto coqueto- porque puedo darte muchos más- hablo seductor, las amatistas de Degel brillaron cerrando los ojos de golpe- ¡HMMMM! -comenzó a pegarle con el peluche- ¡toma, toma, toma, toma! – Kardia apenas pudo cerrar los ojos- ¡ay, ay, ay, ay! Degel ¡Degel! ya ya para ¡ay! -pedía el griego mientras el francés seguía- ¡toma, toma, toma, toma! -seguía hasta que el griego tomo las muñecas del galo- ¿¡ah!? -miro al heleno- perdón ... ¿te pegue muy fuerte? -pregunto mirándolo mientras abrazaba su peluche- no tanto solo acabe con lana del peluche en la boca jajajajaja -sonrió-.

Se levantaron los dos y tendieron la cama para salir, los pequeños apenas se despertaban, aprovecharon los pequeños para que pudieran desayunar los cuatro juntos y así fue, la pequeña con ayuda de Degel prepararon el desayuno mientras el griego y el menor acomodaban los platos, los cuatro desayunaron juntos nunca el galo se había sentido tan cómodo en lo sencillo talvez era el ambiente, tal vez porque estaba aún en las tierras que lo vieron crecer, tal vez porque estaba con el chico que siempre amo desde que era un niño o por muchas cosas más pero él se sentía tan feliz y cómodo, el desayuno termino teniendo que llegar la despedida Kardia se despidió con su sonrisa en los labios mientras que Degel se despidió con sutileza ambos caballeros se fueron en el trayecto Degel no dejaba de caminar con su peluche abrazándolo y una sonrisa sutil en sus labios Kardia veía eso con gran satisfacción cuando llegaron al Santuario subieron los templos Kardia que dándose en el suyo y Degel en su templo.

Narra Degel
Llegue a mi templo con calma mientras me dirigía a la sala pude ver unos pétalos de una flor a medida que me acercaba podía ver con más claridad era la Hortensia que me habían regalado...tirada en el suelo ... incluso el jarrón donde estaba ahora era añicos me puse de rodillas a juntar los pedazos de vidrio con cuidado y la flor ...no hace falta adivinar quien fue solo en el Santuario hay una persona con un temperamento así... Kardia... ,suspire con pesadez voltee a mirar mi alrededor y al parecer fue lo único que destruyó lo junte y subí a mi habitación, ¿Cómo es que supo Kardia de la doncella? ¿Cómo es posible que solo por eso se haya puesto celoso? Por Athena misma. Me deje caer en mi cama abrazando mi peluche con fuerza.

-Maestro...si supiera que Kardia me dio algo tan especial para mí- parpadeo el galo varias veces mirando sus libros- *¿ah? es cierto... mi libro... puedo escribir en mi libro pero...aun estoy algo cansado apenas pude entregarle el informe al Patriarca me siento un poco desganado...hmg mas tarde lo hare si no mañana* hmg..pero... -se sentó en la cama dejando el peluche a un lado de él y dela caja de su armadura saco la caja de música- jmjm -Sonrió sutil para mirar la caja a simple vista y después abrirla y darle cuerda un par de veces y lo soltó para que la música comenzara a escucharse el sonido hermoso de la misma caja de música era como si llevara la mente del galo a otro lugar donde su imaginación volaba como un ave, como aquel pájaro que ama la libertad en sus labios se dibujaba una sonrisa mientras sus ojos estaban cerrados- jmjmjm -la música se detuvo y suspiro con alegría- ay Kardia...Kardia Kardia ...Maestro amo a Kardia...si supiera lo feliz que me hace ... -sonrió tapando sus labios con una de sus manos- ¡bien Degel! – dejo la caja en su buro y apretó los puños- es mi momento de darle un regalo a Kardia ¿pero qué? -miro su alrededor- ¿Qué le puedo dar? -cerro sus ojos pensando en cual podía ser su obsequio para el griego pero nada se le ocurría nada- hmg...rayos no se me ocurre nada -agacho la cabeza desanimado- hmmmg ¿Quién? ¿Quién? Ahg por Zeus ¿Quién me puede ayudar? ¡Ah! -abrió los ojos de golpe al escuchar la voz del Cuarto Caballero Dorado de los Doce Templos- ¡Manigoldo! -corrió rápido saliendo de su habitación para alcanzarlo- ¡Manigoldo espera! -grito tomándolo del brazo al italiano-.

- ¿¡ah!? ¿y ahora que hice? - volteo a verlo desconcertado con su voz arrogante-.

-necesito de tu ayuda por favor- hablo suplicante-.

- ¡ahhhhg! - se quejó con una sonrisa- ¡bueno está bien! Pero nada sale gratis- ambos entraron al templo de Acuario- dime ¿Cómo te fue en el viajecito? -pregunto mientras se adentraba al templo-.

-es que... tu eres el único que conoce a Kardia y necesito tu ayuda- hablo mientras se sentaban en el sillón de la sala- ¿quieres algo de beber? -pregunto-.

-hmmm si, un jugo por favor- hablo y el galo asintió trayéndole un jugo para ambos- gracias, dime ¿exactamente qué quieres saber? -.

-Ammm este- se rasco la nuca apenado- ¿Sabes que le gusta a Kardia? -pregunto tímido-.

- ¿Qué? JAJAJAJAJAJAJA-tiro la carcajada- son novios y no sabes que le gusta jajajajaja-.

-hmmmg- desvió la mirada-...es que...no sé qué darle...-hablo apenado-.

- ¿Hm? Degel quieres darle a Kardia algo que él quiera ¿no? - se levantó de su asiento y busco un espejo- hmmm pues conociéndolo y pensando en sus gustos diría que la mejor respuesta que tengo es -mostro el espejo al galo- ¡tú!.

- ¿ah? - parpadeo asombrado a la respuesta del italiano volteando a verlo- ¿¡yo!?...

-hmjmmmm- asintió con una sonrisa- y ya se que debes hacer jmjmjm -rio bulón, aunque el francés no entendía del todo las palabras de su compañero- hacer y vestir jmjmjm.

Continuara....

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