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Me siento en la silla y me quedo viendo a Chaeyoung, está demasiado animada hoy se ha despertado con una enorme sonrisa y muchas energías, es de esos momentos en los que me doy cuenta que no es la chica tranquila que es cuando está tratando de memorizar qué decir y qué no decir, se vuelve un pequeño y revoltoso tigresito, de la que me enamoré profundamente y a la cual amo con todo mi ser.

Solo me dijo que me sentara y esperara que todo estuviera listo, quería ayudarla, pero era obvio que no me iba a dejar, así que me he mantenido en silencio desde que me senté. Solo asiento o niego con la cabeza cuando ella me pregunta algo, de por sí, son preguntas con una respuesta fácil, lo que me indica que quiere que me mantenga en silencio.

Infla las mejillas frente a mí y sonríe, sabe muy bien que me encanta cuando lo hace porque se ve tan adorable que lo único que quiero es abrazarla y mantenerla entre mis brazos hasta que se canse, para así dejar que ella haga lo mismo conmigo. Quiero estar todo el día junto a ella. Cuando todo comenzó, sobre todo al momento de darme cuenta de mis sentimientos, noté que querer estar cerca de la persona que se ama era una de esas sensaciones que no sabes cómo controlar.

Porque no es para nada fácil, sobre todo si son dos personas que tienen ocupaciones. De vez en cuando debíamos alejarnos y era completamente normal. Lo entendíamos hasta cierto punto, porque había sus excepciones en las que sentía un profundo dolor en mi pecho. El no tener a Chaeyoung cerca siempre ha sido un reto, así que hasta decidimos compartir habitación para no estar tan alejadas.

La mayoría de las cosas las hacemos juntas, y aunque sé que eso puede ser contraproducente en caso tal de que nos separemos para siempre, siento que debo vivir al máximo este amor que no se comparaba con absolutamente nada. Verla tan atenta a sus cosas hace que mi corazón se acelere y sienta que estoy en una película, pero soy consciente de que es la vida real y que debo entender que no solo existimos nosotras dos, además de tener que sacrificar muchas cosas para estar bien.

Deja un recipiente frente a mí, no me deja ver qué es lo que contiene, pero su sonrisa me dice que es algo que me gusta. No tiendo a decirle mucho lo que le gusta, porque prefiero disfrutar de lo que a ella le gusta. Para sentir que estoy haciendo bien mi papel como novia, dejando de ser tanto la prioridad y luchando contra lo que muchas personas me dicen que estoy haciendo mal. No es un pecado cumplir con todas las cosas que quiere Chaeyoung. Es que sé lo que quiere antes de que lo piense, porque la conozco muy bien.

— Toda esta comida la hice mientras tu mamá me dictaba que debía hacer —. Rió, sus mejillas se apuntaron y sus ojos formaron unas medias lunas sonrientes que me cautivaron. Tomo los palillos con mis dedos y sonrío. Ella es capaz de hacer todo esto por mí, es que de solo pensarlo, siento como mi corazón bombea. Sigo sintiendo lo que sentía hace algunos años, con mucha intensidad, incluso más. Se siente tan bien,— Tengo que decir que no fue fácil, porque parece que tenía miedo de que me cortara —. Noto que no se quita el guante de cocina de la mano derecha.

No digo nada porque me imagino lo que le pasó y me siento bastante culpable por eso. Muerdo mi labio inferior y me acerco a ella. Al tenerla lo suficientemente cerca, le doy un pequeño beso en la comisura de sus rojizos y esponjosos labios,— Muchas gracias por la comida, amor. Seguro está deliciosa —. Quiero darle la misma seguridad que ella me da todos los días, porque sé que me ama y yo a ella. Nada malo sucederá entre nosotras.

Puede que yo no tienda a demostrar lo que siento o más bien hacerle entender a las personas que me encuentro bien o mal, porque no me gusta que se preocupen por mí. Pero cuando se trata de Chaeyoung, la manera en la que ella me ha ayudado a demostrar lo que siento, decirle mis inquietudes y miedos, hace que me sienta libre y siempre me ayuda. Es alguien perfecto, la persona que más amo en el mundo y no puedo pedir más.

— Para la próxima, ten cuidado con tus deditos —. Meto un poco de la comida en mi boca y la miro, señalándole con los ojos su mano,— No quiero que te lastimes por hacer comida —. Murmuro un tanto apenada, porque yo fui la que dijo que tenía hambre y que me gustaría que alguna de las chicas me hiciera de comer, porque estoy muy cansada.

Tomo agua y la miro. No puedo evitar sonreír cuando la veo. Es alguien que transmite felicidad, incluso si no dice nada. Solo se necesita su presencia para sentirse tan feliz que no puedes dejar de sonreír. No sé si tiene ese efecto con otras personas, pero conmigo sí. Fue la luz al final del túnel, lo que más necesitaba en esos momentos en donde sentía que todo era más fuerte que yo.

Así que yo la apoyaré en todo esto que le está sucediendo.

Esto es como una película, yo soy la chica que debe ayudar a su novia a superar todas las adversidades sin importar qué, porque me importa tanto que debo hacerlo. La amo y espero que se dé cuenta de ello.

— Te amo Mina —. Dice de la nada. Me le quedo viendo por unos segundos más hasta que reacciono y sonrío.

— Yo también te amo Chaeyoung —. Subo la mano y acaricio su mejilla. Es tan linda cuando sus ojos brillan de esa manera. Quisiera que esto fuera en verdad una película, para estar seguras de lo que pasará después y sentirme sumamente feliz todo el tiempo, pero...

Esto lamentablemente no es como las películas.