Koushu quería convencerse de que no le molestaba, es decir, era inevitable. Sawamura Eijun era el ser humano más sociable que jamás ha conocido, poseía un don natural para atraer a las personas, así que por supuesto era cercano a mucha gente y no era una razón para estar molesto.
Por ejemplo, sus compañeros de segundo año, y más específicamente: Kominato Haruichi. Han crecido juntos como jugadores y personas y —según ha escuchado del mismo Sawamura— el segunda base fue el primero de su grado en confiar en él. Son grandes compañeros y grandes amigos, la forma tan cómoda en que se dirigen entre ellos usando sus nombres es muestra de ello.
Se llevan bien tanto dentro como fuera del campo, ya no sólo aquellos dos; con el tiempo, Kanemaru y Toujo se han vuelto apegados a Eijun también y pasan muchos momentos juntos. Okumura podía imaginarlo, de hecho no le sorprendió en absoluto ver a los cuatro charlando junto a una máquina expendedora en el piso de segundo año, mientras él acompañaba a Taku a hacer un recado para el profesor de aula de su amigo; su excusa: estirar las piernas, la realidad: una que se negaba a admitir y, juraba, no tenía que ver con el pitcher.
Sus senpais rodeaban la máquina y parecían mantener un intercambio igual a los que siempre observaba, en que Sawamura decía algo que hacía a Kominato sonreír y a Kanemaru regañarle, Toujo soltaba algún comentario con el que el pitcher se crispaba y el ciclo se repetía. Incluso en la distancia podía escuchar claramente aquella característica risa y algún ocasional "Harucchi". Era sólo lo mismo de siempre y lo natural, eran amigos y compañeros, por supuesto que eran cercanos y estaban mucho tiempo juntos, aún más en las horas escolares. Y a pesar de saberlo, Koushu no podía evitar el incómodo sentimiento que surgía en su interior.
Aquellas personas tenían algo que él jamás obtendría por ser un año menor: haber jugado con Sawamura desde el primer momento y seguir haciéndolo hasta graduarse con él, aquel sentimiento de camaradería único para los del mismo grado. Aquellos afortunados tuvieron y tendrán una visión cercana al continuo desarrollo del pitcher.
No quería sentir celos de sus propios senpais, normalmente rechazaba esas emociones, pero ser testigo directo de las expresiones, risas y palabras que Eijun dirigía exclusivamente a personas que no eran él, le molestaba.
Sus pensamientos se interrumpieron cuando Taku depositó una pila de libros y carpetas en sus brazos y luego cargó la mitad en los propios mientras declaraba que no lo llevó a dar un paseo, que debía ayudar. Antes de que Koushu pudiera quejarse o soltar un gruñido, Seto comenzó a guiarlo de vuelta a su piso correspondiente.
En un último vistazo a sus compañeros de segundo, chocó la mirada con uno de ellos. En un segundo "¡Okumura!" estaba resonando por todo el pasillo, quizá por toda la planta, y tuvo que entrecerrar los ojos cuando una gran luz se dirigió a él. Cualquier molestia que haya sentido fue de inmediato reemplazada por calidez, probablemente por la velocidad con que su corazón comenzó a latir o tal vez por el calor que su senpai irradiaba cuando sonreía.
El ataque repentino lo dejó desorientado y sólo atinó a inclinar la cabeza como saludo. Aunque Sawamura eclipsaba todo a su alrededor, con su cara brillando y sacudiendo los brazos sin vergüenza alguna, logró notar como Kanemaru le gritaba que no gritara (típico) y como Kominato y Toujo compartían una sonrisa; esto antes de acelerar el paso rebasando a su mejor amigo que disfrutaba burlándose de la situación.
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Hablando de sus senpais de segundo año, había uno a quien Eijun le dirigía gran parte de su atención: su rival, Furuya Satoru. Lo cual era perfectamente entendible; ambos eran pitchers, eran de la misma edad, estaban en la misma clase y compartían la mayoría de sus entrenamientos. Sawamura le había hablado de cómo antes el pitcher más alto lo ignoraba por completo y ahora hasta lo llamaba por su nombre. Su relación avanzó mucho desde que comenzaron el nuevo ciclo escolar.
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Me Molesta - Kousawa (DNA)
FanfictionBásicamente, Okumura Koushu sufriendo de celos debido a todas las personas que interactúan con su adorado senpai: Sawamura Eijun.