Pasaron muchos meses después de que lo conocí. Todo seguía igual. La monotonía del sitio no era condescendiente.
Una vez llegué al colegio temprano (mi transporte siempre era excesivamente puntual), y en la entrada lo vi: estaba recostado a la pared sin ninguna compañía. Lo observé por unos segundos. Tenía la piel muy blanca. Respiraba tranquilamente viendo hacia la nada. Me detuve a pensar unos segundos. ¿Debía acercarme? Después de todo...¿qué tiene de malo?
Me dirigí hacia él, respiré profundo, y sonreí ampliamente:
-¡Hola! -Continué sonriendo. Él me miró e hizo una mueca con sus labios: una sonrisa escondida.
-Hola -Sus mejillas se alzaron.
-¿Como estás? -Seguí sonriendo-. ¿Que has hecho?
-No mucho, ¿y tu? -Su voz era ronca y un poco desanimada...
Me llamó la atención las chapas sujetas a su suéter que tenían símbolos o tal vez logotipos. Creo que eran como tres o cuatro de ellas.
-Todo bien -Lo miré de nuevo estirando mis labios, y luego apunté sus chapas-. ¿Qué significan? -Él se miró así mismo y luego a mi.
-Ahm... Son de algunas bandas que me gustan.
-¿Ah, si? -Volví a sonreír. Él asintió-. ¿De rock? -Intuí.
-Sí...
-¿Que bandas te gustan? -Continué sonriendo.
-Varias. -Pausó-. Escucha. -Sacó de sus bolsillos y reproductor conectado a unos audífonos negros. Yo lo miré expectante y luego me dio uno de ellos. Lo coloqué en mi oreja y agarré el segundo para hacer lo mismo -. Ese no funciona.
-¡Ah, okey! -De mi salió una carcajada. Él solo se limitó a mirarme y reproducir la música.
Tenía la gran sensación que era una canción vieja sólo por la calidad de ésta. La escuché un poco más y luego le dije:
-Es vieja, ¿verdad?
-Sí, es un grupo de los setentas.
-Oh. Me gusta. -Sonreí.
-Son muy buenos... Unos amigos me dijeron para que hiciéramos una banda.
-¿Enserio? -Me asombré.
-Sí.
-¿Y tocaran canciones en inglés? -Estiré mis labios de nuevo. Aún seguí con el audífono puesto en mi oreja mientras continuaba la melodía.
-No. Es que el vocalista habla el inglés medio malo. Tu sabes. -Entrecerró sus ojos. Yo comprendí, e hice lo mismo que él.
-Claro. ¿Y que tocas? -Nuevamente una sonrisa salió en mi.
-El bajo.
-¡Que bien! Eso es muy bueno.
-Si...
Fingí disfrutar un poco más de la música que aún se escuchaba, pero solo era una pausa para formular en mi cabeza algo que fuese interesante de decir. Se me hacía incómodo que fuese cortante. Pero no tenía remedio.
-Hey, April. -Me llamó mi mejor amiga Isis.
-¡Hola! -Le di un beso en la mejilla.
-Vamos a la tienda.
-Si. Dame unos segundos. -Lo miré. No quería parecer grosera e irme así. Volví a concentrarme en la canción y luego me quité el audífono y se lo devolví -. Me gustó mucho, gracias. -Dije de nuevo. su silencio se me tornó incómodo. Sólo fue un asentimiento en respuesta -. Bueno... Un placer -Sonreí una vez más para quebrantar la incomodidad.
-Igual. -Alargó.
-Bueno, vamos. -Me referí a Isis. Ella asintió y empezamos a caminar lejos de la entrada del colegio.
Volví mi mirada hacia él y estaba cruzando la calle para ir junto al grupo de su año. Hasta ahora no me daba cuenta de que el colegio se había llenado de gente.
-¿Quien era él?
-Eh... Joshua. Me lo presentó Mark, hace tiempo .
-Ah, ya.
-Si.
Y después de esto, no creo que volvamos a hablar...
