Un día como cualquier otro, vas a tu sitio favorito para despejarte y dibujar. Ahí conoces a una chica que te llama la atención y poco a poco te irás acercando a ella sin darte cuenta.
Dios, quiero morir. Odio los primeros días de instituto. Odio el instituto en general, no se de que me quejo. Bueno, por lo menos ya tengo asignaturas que me interesan más. Y tengo a Taylor. Ah, y a Noah.
Me levanté de la cama a regañadientes y bostecé. Bajé a la cocina y tomé un kiwi. Siempre que como fruta me acuerdo de Taylor.
*clinc*
Notificación.
Hablando de Taylor.
TAYYYY 😸💕
Tay 😸: HOLAAA!! BUENOS DIASSS!! ¿Ya estás despierta? Si no, vas a llegar tarde.
_____: Holaa. Sisi, estoy bien despierta, pero ojalá no haberme despertado hoy.
Tay 😸: Eres tan optimista... No te preocupes, que seguro que irá mejor de lo que te imaginas.
____: Confiaré en ti esta vez ;))
Tay 😸: Me siento halagada.
Terminé mi kiwi y fui de mala gana hasta mi armario para vestirme.
Esto es lo que llevé.
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Agarré mi mochila llena de pesados libros que quería quemar y me dirigí a la puerta de mi casa. Salí y Taylor me estaba esperando fuera.
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Cuando la vi, corrí hacia ella y la abracé.
- TAYLORRR -
Sonrió y me correspondió como pudo.
Noté que llevaba un paraguas y ahí es cuando me di cuenta de que llovía.
- Hola Querida, ¿Cómo has dormido? ¿Has podido descansar? -
- Sí, bueno, me fui a dormir temprano así que supongo que tendré suficiente energía para el día. - -¿Tu que tal? -
- Yo también he dormido de maravilla. Gracias por preguntar - sonrió.
- ¿Qué haces aquí? -
- Bueno, soy consciente de que no lo pasas muy bien los primeros días de instituto así que he decidido acompañarte para que, nose, tuvieras a alguien. Suena estúpido, lo siento. -
- No, no. Para nada, muchas gracias por venir Taylor, te lo agradezco mucho. -
Empezamos a andar juntas bajo el paraguas. Nos contábamos chorradas de siempre, y nos explicábamos las asignaturas nuevas que teníamos.
Tardamos unos 25 minutos en llegar al instituto y llegamos a tiempo.
- ¿A que clase te toca ahora? - Pregunté.
- Historia. -
- Uf, que coñazo, lo siento por ti. Yo tengo dibujo artístico, espero que sea como quiero. -
- Bueno, a mi historia no me desagrada así que supongo que no es un mal comienzo. - Me sonrió.
- Nos vemos, Tay. -
- ¡Adiós! -
Me alejé y fui hasta la aula de dibujo. Cuando entre, había gente que no había visto en mi vida. Me senté en una mesa hacia el final, y me limité a escuchar y observar.
Entró un profesor, tenía cara de ser majo. Nos explicó cómo sería la asignatura y comentó que el primer proyecto era personal y que podíamos usar los recursos que quisiéramos de la aula de dibujo. No era poco. Había cartón, lienzos de todos los tamaños, pinturas de todas las marcas, colores y técnicas.
Me centré en algo sencillo para empezar. Vi un lienzo algo grande y lo agarré. Lo puse en un caballete. Agarré carboncillos, una goma y un trapo. Miré el lienzo y pensaba en que podía plasmar en él. Me acordé de una foto muy bonita que le saqué a Taylor y ya sabía que hacer.
Me puse manos a la obra e hice el boceto básico. Unos círculos y figuras geométricas.
Allí empezaba a sentirme a gusto. Cada uno iba a su rollo y hacia lo que quería. Era perfecto. Una ola de inspiración me inundó y me puse los cascos para escuchar música mientras trabajaba.
Sonó el timbre y guardé rápidamente mis cosas.
Había avanzado bastante poco porque el profesor se enrolló un poco en la explicación, pero era gracioso, así que no me molestó. De todos modos, tengo a la semana más clases de dibujo artístico que de mates. Eso era literalmente un sueño hecho realidad para mi.
Este curso no podía empezar mejor.
15:47H
Salí del instituto y ahí estaba Taylor, esperándome fuera para acompañarme a casa. Seguía lloviendo, así que el paraguas estaba desplegado y apuntando al cielo. Yo explicaba con entusiasmo mi primer día, y como me fue mejor de lo que esperaba. (No le expliqué lo del cuadro porque queria que fuera sorpresa) Ella me escuchaba atentamente e iba asintiendo a cada cosa que le decía. Estaba igual de feliz que yo mientras le explicaba todo.
- Me alegro que todo haya ido mejor de lo que esperabas - Me sonrió.
- Gracias. - Le devolví la sonrisa. - ¿Y tu día que tal, como ha ido? -
Y así estuvimos hablando hasta que llegamos a mi casa. Me despedí de ella con un abrazo y cada una fue por su camino. Más tarde le volví a agradecer por mensaje todo lo que había hecho por mi.
Toma ya, dos capítulos por hora (Este y el siguiente, que ya lo tenía escrito). Si estoy que no paro, soy una máquina :)))) Espero que les guste tanto como a mi
