Estúpido Amor.

1. Nueva vida.

Les hablaré de mí.

¿Qué prefieren? ¿Físicamente o moralmente?

Da igual, un poco de cada uno.

Empecemos por hablar de mi físico: estatura común -comúnduende, quiero decir-; tez más blanca que un papel, un poco tedioso porque a menudo me preguntan si estoy enferma por la palidez de mi piel; algunas pecas en las mejillas; ojos color hierba, bastantes sencillos a mi parecer; algunos atributos que... *tose* pues, hacen que algunas cabezas se volteen para observarme a veces; y lo que más llama la atención de las personas: mi cabello pelirrojo natural.

Ahora, moralmente es algo más... profundo, claramente va más allá de la primera impresión que te llevas al verme. Vamos, que luzco como una auténtica creída y superficial. Pero, no, esa no soy yo.

Desafortunadamente, muchos confunden lo que se llama "amor propio" con ser una persona narcisista, y cometen un gran error. Me llevó la lectura de muchos libros de psicología aprender que el amor propio es aceptarte a ti mismo tal y como eres, o sea, amar tus propias imperfecciones y entender que todos, independientemente de su figura, valen lo mismo. Bueno, tal vez los agobié demasiado entre conceptos, la psicología me fascina. Además, me considero una eterna amante de los k-dramas y casi por ende, fan del grupo de k-pop BTS. Tengo un millón de amores platónicos en cada serie de televisión, película y grupo musical que me gusta, pero siempre y cuando sean inalcanzables para mí, lo prefiero así, sin interactuar con otras personas de esa manera.

Es importante la mención de mi don especial: tener hambre a todas horas, os lo digo para que nadie se lleve un susto cuando me vean arrastrándome en la madrugada hacia la cocina en busca de un aperitivo nocturno.

Ah, lo olvidaba, mi nombre es Rose François. Como podrán apreciar, soy de Francia, particularmente de Marsella, y justo en este momento estoy cargando mis maletas en un coche con destino a París. Sí, sus sospechas son ciertas, me estoy mudando.

¿Y por qué les hablo en español y no en francés?

Porque si lo hiciera no entenderían nada, duh.

Mi padre, Adrien François, fue ascendido en su trabajo, tendrá más beneficios y mejor salario, pero solo con el requisito de irse a la gran ciudad. No me pregunten en qué trabaja, porque ni yo tengo idea; es algo de empresa, procesando datos o...yo que sé, le he preguntado varias veces pero la explicación es más inentendible aún. Ya que sería muy difícil trabajar en otra ciudad mientras vive aquí, pues la decisión fue mudarnos.

Yo... no estoy muy de acuerdo, es como una nueva vid...¡A la mierda! ¡Es París, la capital! ¡¿Cómo voy a oponerme, si es lo mejor que me pudo pasar?!

A diferencia de otras protagonistas, no estoy triste ni nada por el estilo, llevo soñando con vivir en Paris toda mi vida. A lo mejor no estoy triste porque no tengo amigos a los que extrañar ni nada por el estilo, los perdí todos después del incidente...

En cuanto mis padres arrancan el auto, coloco los auriculares en mis oídos para no escuchar sus murmullos durante el camino.

Comienza a reproducirse "Telepathy" de BTS, mi canción favorita para viajes, y no puedo evitar mover los labios susurrando la letra.

La travesía resultó ser más larga de lo que pensé, a mitad del camino ya dormía en el asiento trasero. Cuando desperté algo adormilada, seguíamos en la carretera. Mi madre y mi padre hablaban por lo bajo.

—...seguir así —decía mi mamá, Avril François, con un gesto de alivio en lo que peinaba con sus dedos el cabello rojizo que yo heredé.

—Es cierto, necesita despejar su mente.