La mentira que cambio todo

2.¿Mamá tienes una aventura con un hombre ?

29 de agosto

Había pasado una semana desde que había tenido esa mini pelea con mi madre y un día desde que no la había visto, para una persona normal no era raro estar un día sin su madre, pero para mí si mi madre prefería hacer todo lo posible para que no estuviéramos separadas.

No es que no me guste pasar tiempo con mi madre, es que también me gustaría a hacer cosas sin ella, el hecho que lleve un día fuera de casa sin haberme avisado y sin llamarme era raro, pero yo que sé a lo mejor es que había conocido a alguien desde que la conozco nunca me ha hablado de ningún hombre, pero a saber a lo mejor me lo estaba ocultando.

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31 de agosto

Habían pasado ya tres días desde que la vi por última vez, esto ya me está preocupando, la he estado llamando varias veces y mandando mensajes, pero no responde, esto es muy raro en ella.

Ayer hablé con Sara y su padre, su padre es policía, hoy hemos quedado a las diez de la mañana para poder descubrir dónde está mi madre y ponerla en desaparecida.

Me estaba acabando de preparar el final, había decidido ponerme un short y una camiseta oversize de un estampado de ABBA, me encanta su música y como no me puede mis air force blancas lo sé muy básico, pero no estaba de humor para curarme-lo más, es que como me tendría que vestir para ir a hablar con la policía por mi madre desaparecida.

Me faltaban diez minutos para llegar a la comisaría, estaba muy nerviosa en mi vida, solo tenía a mi madre y Sara, aunque me pase tiempo discutiendo con mi madre, yo la quiero ella cuando mi padre murió se ocupó de mí sola y hacía lo que fuera por verme feliz.no entiendo por qué se ha ido.

Ya está delante de la puerta, toque el timbre y este sonó para poder conseguir que entrara.

La habitación era gris y se podía ver unas sillas donde la gente esperaba y después un sitio donde detrás de una mesa había una señora de unos cuarenta años.

Me acerqué donde está la señora, cada vez que daba un paso para adelante me daba cuenta lo que estaba pasando, mi madre había desaparecido.

-Buenos días, en que puedo ayudarte.-La señora hablaba con un tono agradable y con una sonrisa en la boca.

-Hola, buenos días tengo una cita con el policía García.

-Vale, dígame su nombre.

-Aisha Miller.

-O si ya lo veo tiene una cita para ...-la señora, cuando se dio cuenta de porque era la cita la sonrisa pasó de ser una sonrisa de agradable a una de pena, solo había darse cuenta de que no fue capaz de acabar la frase.

De repente se abrió la puerta y salió un hombre alto con el pelo y a la barba blanca era Marco, Marco García, el padre de Sara, siempre me había llevado bien con él, era el único que conseguía convencer a mi madre para que me dejara quedar en casa de Sara, es como el padre que nunca tuve.

-Aisha-Lo dice con un tono triste.

Sin querer, unas lágrimas salieron de mis ojos, pero las sequé rápidamente, y seguí a Marco a la sala.

La sala era también gris y solo había una mesa en medio con tres sillas.

-¿Cómo te encuentras?-Marco no era un policía cualquiera, no era de esos que se pasaban el día comiendo donuts y poniendo multas amargadas, él amaba ser policía y ayudar a la gente.

-Si te soy sincera, no sé cómo sentirme-Y era verdad me sentía vacía como sin saber que sentir estaba triste, pero nada más.

-Te entiendo, te tengo que hacer unas preguntas -Le hice un asentimiento con la cabeza y empezó hacer preguntas.

Ya llevábamos una hora en la comisaría, Marco me había hecho las típicas preguntas de cuando fue la última vez que la vi, como iba vestida, si había notado algo diferente, si habíamos discutido. Después de responder todas sus preguntas y rellenar unos papeles.

Marco me dijo que una patrulla miraría por los alrededores, pondría carteles y que avisaría a los pueblos de al lado.

Ya estaba en casa, en la cama, pero no era capaz de dormir, no me paraba de pensar, en si era mi culpa que se fuera, en si estaría bien, en sí avise muy tarde a la policía, en si seguía viva.

Antes de apagar la luz me salió una risa áspera.

-Es curioso mama, la persona más obsesiva con la seguridad es la desaparece, ¿dónde estás mamá?