Me despierto por las caricias que siento en mi cabello, me siento tan cómoda que no quiero abrir los ojos. Decido ponerme boca abajo para volver a conciliar el sueño pero escucho una voz.
- Bebé, no te acomodes ya hay que levantarse - niego y trato de volver a dormir
- Si no te levantas ya no te va a gustar lo que voy hacer por desobediente - abro los ojos porque se que significa eso
Volteo a ver a Victoria y esta me ve seriamente, le sonrío sin embargo no me devuelve la sonrisa por lo que hago un puchero. ¿Que paso anoche? La verdad no estoy segura y caigo en cuenta de como me llamó
- No soy una bebé - le digo
- Claro que si, eres mi bebé - replica - ahora levántate debes desayunar y tengo que llevarte a tu casa porque debes de ir a clases - de mala gana me levanto y me pongo los zapatos
- Pásame tu horario de clases - me dice - el celular esta en esa mesa, te espero abajo
Agarro el celular y veo un mensaje de mi hermana que me dice que Victoria la llamó para decirle que me quedaría con ella pero que no faltara a clases. La primera semana no es tan importante no entiendo la necesidad de tener que ir, quizás el primer día si para conocer pero ya los siguientes sinceramente no le encuentro sentido
En fin decido bajar y caminar hacia la cocina, medio recuerdo que se encontraba en el primer piso. Me sorprende ver la casa limpia, pareciese que anoche no hubo una fiesta, la casa es muy hermosa tiene unos ventanales enormes como toda casa de millonario, puro lujo. Encuentro la cocina y en ella se encuentra Victoria con Santiago.
- Buenos días - digo mientras entro, ambos se voltean y el chico me sonríe
- Buenos días, Amelia - me responde, Victoria me indica que me siente en el comedor y una señora me trae el desayuno que son 3 tostadas con un vaso de leche
Veo el plato y hago una mueca, no es que no me guste si no que es muy temprano y no estoy acostumbrada a comer a esta ahora, se puede decir que yo no desayuno solo almuerzo a las dos de la tarde y ceno de vez en cuando, lo que si me encanta tomar a cada rato es café.
- Come - me ordena
- Victor... - me interrumpe
- No me llames así, sabes como llamarme - que vergüenza, aquí esta su amigo, volteo a verla con una mirada de suplica
- Delante de cualquier persona debes de llamarme como te indique, solo delante de tu hermana puedes llamarme por mi nombre solo porque ella no sabe pero lo demás si, así que ya sabes - yo creo que nunca accedí a esto pero creo que si porque entre los borrosos recuerdos que tengo firme algo que ni siquiera me tome la molestia de leer por estúpida
Asiento y tomo un respiro.
- M-Mommy - veo que su amigo sonríe - es que no estoy acostumbrada a comer tan temprano
- Mas te vale que de ahora en adelante te acostumbres - hago una mueca
- No seas tan amargada - dice Santiago - ¿quieres comer otra cosa, pequeña? - me pregunta niego y le doy las gracias con la mirada y una sonrisa
Mientras ellos dos comienzan a hablar sobre las cosas que deben de hacer como senado estudiantil en la Universidad yo comienzo a comer a la fuerza, no vaya a ser que me pegue como lo hizo ayer. Cuando voy por la segunda tostada siento una arcada pero me resisto, mi estomago esta rechazando la comida es que es muy temprano, tomo un poco del liquido del vaso y trato de respirar para que se me pase.
- ¿A que hora es tu clase? - me pregunta Victoria
- A las diez - respondo viendo el plato cansada
Continúan hablando y yo con mi tarea pero cuando ya voy por la tercera no aguanto y salgo corriendo al baño, escucho un grito a mis espaldas
- ¡Amelia! - pero no me detengo
Sollozo cuando siento las contracciones en el estomago y el ardor en mi garganta, alguien se coloca en mi espalda pero no me volteo a ver quien es. Lo odio. Cuando termino me siento en el suelo con lagrimas en los ojos
- ¿Siempre te pasa esto?- me pregunta Victoria y yo asiento
- ¿Sabes por que es? - niego
- Pues yo si - responde y volteo a verla - es por no cuidarte - frunzo el ceño
- No me hagas esa cara - dice seriamente - de ahora en adelante tendrás que llevar una dieta estricta, es por tu bien
Salimos del baño no sin antes lavarme la boca, que asco. Nos despedimos de su amigo y nos subimos a uno de sus autos, son las ocho de la mañana e insiste en que no debo llegar tarde a las clases
- Pero estoy cansada - me quejo - no quiero ir
- Debes de ir, cuando salgas de clases podrás ir a dormir - la veo de mala forma
- No me veas así - dice volteando a verme con sus ojos verde que me ponen nerviosa, bajo la mirada
- Son cinco horas - hago un puchero - por favor, ¿puedo saltarme estas lecciones? - suplico
- No - responde
Me cruzo de brazos y decido no hablarle. Ni que fuera mi mamá para decirme que hacer , si no voy ni cuenta se va a dar, hay miles de estudiantes en esa sede
- Cuando salgas te pasaré a recoger, necesito explicarte algunas cosas - asiento - paso a las cinco por ti
- Y si me las explicas ahora - veo como resopla
- No sigas, Amelia - responde - ya te dije que no
Bueno, ya que. Llegamos a mi casa, cuando estoy por salir me toma del brazo
- ¿No te vas a despedir de tu Mommy? - me sonrojo
- Adiós - le respondo
- Adiós, ¿qué? - que vergüenza, me agarra de la cara y me da un pequeño beso en los labios
- Adiós, Mommy - digo bajito, asiente y sonríe
- Buena niña - que bochornoso, creo que nunca me voy a acostumbrar - ahora alístate, no llegues tarde - asiento y salgo del auto
Mientras abro la puerta me volteo y me despido con la mano, cuando ya estoy dentro suspiro que cansada estoy muero de sueño por lo que tomo una ducha, me pongo la ropa mas cómoda y me acuesto a dormir, que delicia, es lo ultimo que pienso antes de quedarme dormida.
-
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¿Mommy?
Short StoryAmelia Gómez Victoria Roosevelt ¿Qué tienen en común? Nada ¿Qué las unirá? Todo