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Shanks y Buggy crecieron juntos en el Oro Jackson, pasaron varios años compartiendo y siendo aprendices en el barco, conocían todo del otro, convivían con el otro todo el tiempo y en todo, tomaban duchas juntos, compartían su comida e incluso dormían juntos.

Para ninguno de los tripulantes era un secreto que Shanks era un casamentero despistado, a cualquier isla que llegaban Shanks hacía de las suyas y conquistaba el corazón de alguna joven, así fuera mayor o menor que él.

Nunca le presto atención a cosas del amor, no le interesaba ninguna de las lindas chicas que le pedían ser su pareja o algo parecido.

La situación tampoco disminuyó cuando cumplió 16, se volvió un joven aún más apuesto y enamoraba a más jóvenes las cuales nunca volvería a ver,... probablemente.

Extrañamente nunca presentó un cambio en su desinterés por cosas del corazón. A lo más que llegaba era aceptar dulces o cartas de confesiones amorosas.

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Después de un largo día de trabajo en el barco, recoger suministros en una isla y festejar sin razón todos fueron a descansar en sus camarotes, últimamente Shanks se sentía irritado, no sabía que era, si comía bien y estaba saludable no veía el problema. Ignoro las molestias por varias semanas y así siguió con sus labores diarias.

A la hora de todos ir a descansar como era rutina él y Buggy volvieron a su camarote compartido, primero tuvieron una pequeña pelea, Buggy no paraba de quedarse y decir que necesitaban un camarote para cada uno. Ciertamente Shanks no veía el problema en compartir así que simplemente ignoraba a Buggy y se metía a la cama esperando que el se diera por vencido y lo hiciera también, siempre un paso adelante.

Poca costumbre de Shanks, no era la primera vez que se levantaba por la madrugada sintiéndose irritado y pesado. Se sentó en la cama mientras ponía su mano en la cabeza y trataba de relajarse.

Volteo a ver a un lado y vio a Buggy durmiendo mientras babeaba la almohada, por la mañana se quejaría de eso, estaba seguro.

Lo veía dormir plácidamente cuando  vio el cabello de Buggy deslizarse por su cuello, jamás se dio cuenta de la pálida piel que tenía, o ¿talvez era el fuerte color azul que lo hacia ver más pálido?

Sin pensar mucho se lamio los labios y se acercó un poco a su amigo, como si fuera instinto aparto los mechones azules y respiro cerca del cuello pálido, no pensó mucho y lamio muy despacio aquel trozo de piel expuesta, Buggy solamente arrugó la cara ante el tacto.

No sabia que pasaba, su cabeza no respondía solo podía seguir su instinto, y le estaba diciendo que le dejara un chupeton, Shanks podía ser indiferente a ese tipo de cosas pero no era idiota en el tema.

Sin pensar mucho se acercó más y respiro sobre la piel para tomarla entre sus labios como un beso pero poniendo su lengua sobre la salada piel mientras succionaba con fuerza,  no lo hizo mucho tiempo, Buggy empezó a mover los brazos como si buscara apartar algo.

Se le quedó viendo mientras dormía durante una hora hasta que él mismo sintió que toda molestia se iba de su cuerpo y volvió a dormir.

La mañana siguiente fue un poco caótica, se levantó por los gritos de furia de Buggy maldiciendo a todo lo que conocía, tirando la almohada al suelo y quejándose de la humedad en ella, y claramente porque los mosquitos lo habían picado por la noche.

El resto del día transcurrió muy normal, él y Buggy haciendo la limpieza del barco, todo como siempre, excepto por Shanks que de vez en cuando le hechaba una mirada a la picadura en el cuello de Buggy, se había puesto de un tono rojo en el centro y rosado alrededor, perfectamente parecía lo que Buggy llamaba un "ataque directo de los mosquitos"

MosquitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora