Los cumpleaños de los niños con colonia cara eran mejores que cualquier otro cumpleaños. Creo que era lo único que le gustaba de ellos.
Quizá esa una era una de sus razones para ir. Pero en verdad había ido por Will, el cual hoy se llenaría de regalos.
"¿Se lo dirás hoy?" quiso saber su amiga.
Ella negó y miro sus uñas. Hoy llevaban algo de purpurina plateada, pero el negro seguía predominando.
" ¿A qué esperas? "
"A estar solos,Lina. " la miro con cara de pocos amigos.
Lina apenas se molestó, ya estaba acostumbrada a tal comportamiento de parte de su amiga. Hasta la abrazó en señal de ánimos, Black Nails sabia que solo su amiga sabia como era en realidad y agradecía lo que hacia por ella. El abrazo entre amigas duró hasta que Hans y Will aparecieron, gracias a Dios sin Greg.
"¿Sabéis quien tiene 22 años?" dijo el rubio alzando una copa, se notaba algo borracho y ante tal escena ella hizo una mueca. Detestaba a la gente borracha.
Pero después de hacer tal mueca de relajo mirando la sonrisa de Will, que la miraba a través de las gafas. Diría que estaba mirándola intensamente sin poder verle los ojos, por el hecho de que lo sentía.
"Felicidades." dijo sin complicaciones, simple y correcta.
"Gracias, me alegro que hayas venido. Apenas conozco a la mitad de las personas." se encogió de hombros
"Lina me obligó a venir. "
Ante tal comentario cortante y efusivo, Will hizo una leve mueca acompañada de un suspiro de decepción. Ella se dio cuenta y se culpó de ser tan descuidada con lo que decía.
"Yo me agobio con tantas personas."
"¿Salimos al jardín? "
"Por favor, Will." entonces como acto reflejo agarro la mano del chico con el pelo azabache y encaminaron juntos hasta el jardín.
Allí se sentaron en una fuente, separados del barullo sin importarles que el cumpleañero haya desaparecido.
Ambos guardaron silencio durante bastante tiempo, ella mirando las estrellas; él mirándola a ella. Y ninguno se dio cuenta que sus manos no se habían soltado.
"Tengo que decirte algo." él trago saliva nervioso haciendo que su nuez subiese y bajara.
"Yo también." le miró asustada.
De nuevo ninguno habló. Otra vez silencio esta vez acompañado de miradas intensas llenas de sentimientos.
" Quiero intentarlo." dijo él decidido haciendo que a ella se le parase el corazón.
"Y yo, pero poco a poco. Estoy asustada, Will. " admitió.
"Pues hagámoslo. "
Acto seguido se quitó las gafas, pero se encontraba con los ojos cerrados. Ella quedó extrañada ante tal acto. Nunca le había visto así en todo el tiempo que llevaban viéndose.
"Abriré mis ojos si tu me dices tu nombre. "
Ella asintió soltando un sí en susurro. Llevaba ya mucho tiempo ansiosa de ver sus ojos, pero no quería que nadie supiese su nombre. Pero por algo así, por algo como él valía la pena.
Contaron hasta tres y ambos hicieron públicos sus mayores secretos.
Will abrió los ojos y ella se quedo hipnotizada con sus ojos incoloros.
"Me llamo Virgil."