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“Procura no ser un puto imbécil y considera la opinión de Bill. No quiero que después te arrepientas de tus decisiones.” Fue lo que le había aclarado Gustav a Tom antes de subirse a su vehículo y partir al departamento de Bill, ¿Y arrepentirse de qué? Si posiblemente pueda ir a verlo en algunas ocasiones, al menos que su madre se lo permitiera, claro. La cabeza de Tom no dejaba de dar con posibles escenarios cuando esté frente a fremte a ella, no sabría cómo sacarle un tema de conversación y menos como ella reaccionaría, ¿Se alegraría de verme? Fue una pregunta que llegó a sus pensamientos como algo fujaz, algo destripador. Aquella pregunta le quemó el estómago como nunca, era imposible que Simone se alegrara a ver al segundo bastardo de los Kaulitz. Ella no le quería para nada y él mucho menos, o eso es lo que aclaraba siempre, pero de igual forma quiere comprobar si lo que decía Bill era cierto, le era de verdad imposible aceptar esa posibilidad de que Simone se haya preocupado aunque sea un poco por su persona.

Tom ya estas por llegar al lugar pero tuvo que dar la vuelta para evitat toparse con Heidi, no le había respondido los mensajes ni mucho menos las llamadas, no quería lidiar con su famosa novia ahora. Habían cosas muchos más importantes que atenderle, y en esas cosas, estaba Bill, a quien vió con unas gafas de sol sentado en una banca al lado de la entrada de su departamento con el celular en mano, eso hizo a Tom sonreír, le estaba esperando. Y de pronto, se escuchó la notificación de que le había llegado mensaje, el cual vió de forma inmediata mientras se estacionaba en un lugar poco visible para el gemelo.

Bill.
¿Dónde estás? Ya estoy listo. √√

Tom, si no vas a venir, me hubieras
dicho.No te estuviese acá esperando
como imbécil. √√

¡Llevo cinco minutos esperándote!
Eres un idiota, de verdad. √√

Tom. ♡
Acabo de llegar, estoy en la
calle que está al frente. √√

Cuando pases tres autos, vas
a llegar al mío. √√

No te estreses, precioso. √√

Bill al momento de toparse con el supuesto auto de Tom, tocó la ventana del copiloto para llamar la atención de este quien estaba pegado al teléfono esperando otro mensaje del chico, mientras reía y apartaba el cigarrillo de su boca, haciendo sentir a Bill en las nubes al ver lo extramadamente hermoso que se veía, pero también, le había causado curiosidad el vehículo, debido a que el modelo era el mismo en el que Natalie estaba apoyado el día de la cena, y mientras se subía al auto, pensó un rato en si preguntarle o no al contrario sobre si había hablado con ella.

– Tom, el día de la cena, había visto a Natalie hablando con alguien en una camioneta similar a esta. ¿Estuvieron hablando? – Habló colocándose el cinturón de seguridad y dejando su bolso en los asientos de atrás, para poder así mirar a Tom, quien asentía con la cabeza.

– Sí, me había mostrado la hamburguesa que le preparaste, la cual se la arroje en la cara. – Bill alzó su ceja incrédulo, porque nunca en su vida prepararía una hamburguesa que perfectamente puede pedir y más encima, él era vegetariano.

– Cada vez estás ganando más puntos valorativos con lo que es Natalie, Tom Kaulitz. No creí que fueras tan inteligente. – Tom le lanzó una mirada fulminante para comenzar a manejar nuevamente. Bill solamente se reía.

– Siempre tengo la razón, Bill. Y lo otro, si quieres dormir, solamente haz tu asiento para atrás y te acomodas, el viaje durará como tres horas máximo.– Y los ojos del chico se abrieron como platos, no podía creer que estaría todo ese tiempo metido ahí y que más encima, Tom lo dijera como si fuese el viaje más corto del mundo.

durch den monsun ( bill y tom k )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora