Te amo tanto como a la Luna♡ [Tsukkiyama]

[~1~] ¿Te acuerdas Tsukki?

Era un horroroso viernes por la mañana. Ya sabia que era viernes pero igualmente, Tsukishima no tenía ninguna gana de ir al colegio, pero tenía que ir, si no se quedaría atras en el trabajo de clase y no tenía ganas de ir estudiando de más.

Se preparó y salió de casa. A la vuelta de la esquina se encontraba su amigo de la infancia, Yamaguchi Tadashi. Siempre iban juntos a clase y volvían a casa juntos.

- ¡Tsukki! Buenos días, ¿descansaste bien hoy? ¿tomaste un desayuno? - Dijo Yamaguchi, con su radiante sonrisa de siempre.
No lo admitía nunca, pero a Tsukishima le fascinaba su sonrisa, le parecía hermosa; al igual que sus pecas.

- Buenos días Tadashi - dijo con su tono serio de siempre. - Descanse un poco mejor, y... Ugh se me olvido desayunar, lo siento. - Dijo un poco apenado, sabía que a su amigo no le hacía gracia que no tomara el desayuno.

- Ay Tsukki, que cabeza tienes para muchas cosas y para otras que poca - dijo entre risas. - No te preocupes, solecito, te traje algo para que desayunes. - Dijo Yamaguchi sacando un sándwich de paté de atún, el favorito de Tsukishima.

- Oh no tenías que hacerlo, Tadashi. Pero muchas gracias de todas maneras. - Dijo Tsukishima. Sabía que el peliverde se preocupaba mucho por él, y le gustaba que se preocupase por él, de todas maneras era el único que lo hacía. Y se lo agradecía mucho. Y él también se preocupaba por Yamaguchi, pero no lo demostraba tanto; no era muy bueno expresándose.

Emprendieron camino al colegio. Todo comenzó con un silencio que siempre era cómodo; no sabían porque, pero ningún silencio entre ellos era incómodo. Pero al cabo de un rato, Yamaguchi empezó a sacar temas de conversación, ya que el sabía que Tsukishima nunca lo haría. No lo culpaba ya que siempre que él sacaba tema de conversación, Tsukishima siempre participaba muy activo en dicha conversación.

- Tsukki, ¿te acuerdas de como nos conocimos de niños? - A Yamaguchi se le ocurrió preguntar eso ya que Tsukishima parecía muy desinteresado en todo, así que quiso saber si Tsukishima se acordaba.

- Jajaja, claro que me acuerdo tonto. Tendríamos unos 11 años; unos niños se burlaban de tí en un parque cerca de la primaria por tener pecas. A mi me pareció una estupidez enorme burlarse de alguien por algo tan irrelevante como lo son las pecas en una persona, entonces sabiendo que era tan alto, quise intimidar para que dejaran de molestar; y funcionó. Al principio pensé que nunca te volvería a ver, así que me sorprendí al verte entrar a mi práctica de volleyball. Era un día de primavera, me acuerdo que esa noche la Luna brillaba más que cualquier otra cosa en el mundo.- Explicó Tsukishima con su tono más serio, pero no pudo evitar soltar una sonrisa tonta al final.

Yamaguchi se quedó completamente sorprendido ante tal explicación tan concreta. Él pensó que se acordaría de poco ya que fue hace mucho tiempo pero; se acordaba hasta de la luna de aquel día. Yamaguchi no pudo evitar sonreír y sonrojarse después de haber escuchado todo eso. Se puso muy feliz de que se acordara y le diera tanta importancia a eso.

El resto del día solo estuvo pensando en eso. Le pareció algo tan bonito. Con eso confirmaba que si que le importaba y mucho a el Tsukishima sin emociones, frío como el hielo.

Al salir de clases, volvieron juntos, como siempre, a sus respectivas casas.

- Hey, Tadashi - llamó el de gafas al mas bajito. - No entendí muy bien lo de biología ¿Podrías venir a mi casa hoy a explicarme? A ti se te da bien esa asignatura así que... - Dijo un poco apenado con un leve sonrojo.

- Ehh... Claro porque no; además esta tarde no tengo nada que hacer. - Dijo Yamaguchi un tanto emocionado. No sabía porque si ya había ido mil veces a la casa de su mejor amigo, pero no le importaba mucho.

Fueron los dos al camino para ir a la casa de Tsukishima. Subieron a su cuarto y Tsukishima se puso ropa cómoda como siempre hacía. Como Yamaguchi iba a menudo a casa de Tsukishima ya tenía algo de ropa allí, al igual que Tsukishima tenía ropa en la casa de Yamaguchi.

Estudiaron e hicieron tareas por un par de horas. Los dos eran inteligentes e iban bien en las clases así que terminaron realmente rápido. Al terminar Yamaguchi iba a irse pero Tsukishima lo detuvo.

- Hoy es viernes, ¿por qué no te quedas a dormir? - Dijo el de pelo amarillo.

- ¡Claro, por qué no! Avisare a mi madre. ¿Quieres que vaya a mi casa a por los DVD de Jurassic Park? - Yamaguchi sabía que a Tsukishima le encantaban esas pelis y cómo el peliverde vivía en la calle paralela a la de su amigo, no tuvo ningún problema en ir y coger los DVD.

Estuvieron por la noche viendo toda la saga hasta que los dos se durmieron profundamente. Tsukishima tenía una cama que debajo abrías un cajón y había una cama debajo. Cuando venía Yamaguchi Tsukishima le cedía la cama de arriba y él dormía en la de abajo.

Siempre se lo pasaban genial juntos, desde cuando eran pequeños hasta ahora.
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