Chapter I.

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Kim TaeHyung. 15 de mayo de 2023, 10:20 am, Corea del Sur.

¿Alguna vez amaste tanto que sentías que nada ni nadie podría destruir eso? Porque Tae si lo sintió, tan así que cada día sin él se sentía como un puñal en el corazón, justamente como en esta mañana.

El rubio se encontraba mirando una vez más sus manos, aquellas manos que en algún momento no se sentían tan frías, sino cálidas como el viento que golpea tu cara en plena primavera gracias a que eran sujetadas y acariciadas por cierto pelinegro. Aquellas manos que en algún momento fueron una hermosa obra de arte ante otros ojos. Aquellas manos que en algún momento guardaron la más bella y pura promesa de amor.

“Algún día tus manos se unirán a las mías y seremos esa pieza que nos falta en este rompecabezas llamado amor, algún día tu anular será rodeado por el más hermoso diamante que encuentre. Es una promesa, Kim.”

Pero aquellas delicadas y bellas manos hoy no eran más que piezas rotas de aquel rompecabezas, hoy eran solo frías manos que traían los más dolorosos y punzantes recuerdos a su cabeza, pero también los más hermosos y amorosos.
Porqué el ser humano es tan amante del dolor que la cabeza de Tae lo sabía, por ello cada vez que el observaba sus manos e intentaba odiar un poco a aquel joven su mente automáticamente lo llevaba hasta los más puros recuerdos, como el día en el que se conocieron, el día que dijo aquella bella promesa (sin pensar en sus consecuencias) o la que más amaba/odiaba Kim, el día que hablaron de su dichosa licencia de conducir.
Aquellos flashbacks lo atormentaban diariamente, llenando sus lindos orbes de tristes y penosas lágrimas.

Sin embargo, la gente ante esto suele gritar o enojarse por haberse sentido tan vulnerable ante alguien y haberse dejado aprovechar, pero él no pensaba igual.
Para TaeHyung aquellas memorias eran lo único que aún lo unían ante aquel susodicho, era lo único que nadie podía arrebatarle, por ello amaba su cabeza y lo bien que guardaba esos momentos, porque hacían que sus tristes lagrimas se convirtieran en anhelo y amor, amor que no era recíproco, aunque esto él lo ignoraba.

Las horas pasaban y su cabeza seguía divagando entre sus recuerdos, logrando que en menos de lo que canta un gallo la noche llegara y con ello la mente de Kim regresara a la realidad, la amarga realidad donde se encontraba sentado en el piso, acar...

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Las horas pasaban y su cabeza seguía divagando entre sus recuerdos, logrando que en menos de lo que canta un gallo la noche llegara y con ello la mente de Kim regresara a la realidad, la amarga realidad donde se encontraba sentado en el piso, acariciando con delicadeza sus manos y dejando que las lágrimas se secaran en sus mejillas.
Sabía que para este momento su hermano yacía en la cocina preparándole algo para comer, lo que probablemente acabaría comiendo solo la mitad porque, según, “estaba lleno” cuando la verdad era que las ganas de dormir y el nudo permanente de su garganta no le permitían comer más de esa cantidad.
Con resignación se levantó de donde se encontraba dándose la vuelta para ir a la sala, pero el ver a su hermano observándolo desde el marco de la puerta no le permitió seguir su camino.

¿Hace cuánto tiempo estas ahí?  Preguntó un desganado TaeHyung.
Lo suficiente para saber que seguro no comiste en todo el día, ¿no?  Respondió Hyung Sik.
¿Vas a quedarte a dormir? Evito la clara respuesta a la pregunta de su mayor mientras retomaba su caminar.
¿Cuánto más vas a estar así TaeHyung? ¡Por dios mira el estado en el que estas! Y una vez más, como era de costumbre, Hyung Sik se preocupaba por su hermanito, pero Tae no lo veía así, para el solo era un reproche más de los tantos que recibía.
¡¿Crees que no tengo un espejo Hyung Sik?! No me jodas o actúes como si fueras mi papa porque no lo eres. Comenzaba la pequeña molestia del menor hacia el mayor.
Me preocupo por tu bienestar, pero tu solo me comparas con él, tal vez debería de comportarme como papa para ver si logro sacarte del maldito hoyo en el que te metió aquel idiota. Escupió sin pensar el mayor, sabiendo que la había cagado cuando vio como los orbes ajenos que lo observan mostraban miedo e incredulidad.
No… yo no… Hablo con miedo Hyung Sik mientras se acercaba a Tae, obteniendo un arrebato y una caminata rápida hacia su cuarto.
¡Vete a la mierda Hyung Sik! Fue lo último que dijo antes de meterse a su cuarto, azotando con fuerza su puerta poniéndole rápidamente el seguro.

Los golpes en su puerta no se hicieron esperar, más el solo los ignoro mientras tomaba su teléfono, sus auriculares y aquella foto de su gran amor sonriendo, sonriéndole. Rapidamente conecto sus auriculares al celular, se los coloco rápidamente y se sumergio en sus sabanas, abrazando con fuerza la dichosa foto mientras se reproducia Talking to the moon de Bruno Mars.

Su vista se nublaba debido a las nuevas lágrimas, los golpes de la puerta habían desaparecido, pero eso no importaba porque ahora estaba en su lugar seguro, junto a él.

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2023 ⏰

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