- Izuku En Un Mundo Muy Cuadrado -

- I -

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El sol brillaba con intensidad, Las flores florecían con lentitud y las hojas de los arboles se movían con la hermosa melodía del viento, El ambiente era agradable y tranquilo en aquel bosque de abedul.

Algunos animales como conejos, Cerdos o Ovejas salían por comida o por agua y los aldeanos cosechaban sus cultivos con tranquilidad, Aún que algo raro que había que tomar en cuanta es que todo... Era cuadrado.

Los arboles, Las hojas, La arena, La tierra, Las piedras, La comida, Etc.

Aún que para los aldeanos todo era normal, Después de todo nacían y crecían en aquel mundo.

Pero en un día cualquiera en aquel mundo cuadrado, No muy lejos justo en un bosque el viento empezaría a moverse en una zona libre, Giraba con intensidad y con gran rapidez asta tomar forma de una esfera de aire la cual a los pocos segundos exploto liberando una presión de aire y dejando ver en el sulo una silueta masculina.

Era un chico de no mas de 16 años, Tenia el pelo de un verde oscuro, Suave y revoltoso con forma de brocoli, También unos ojos grandes de un verde esmeralda hermoso y para terminar tenía cuatro pecas en forma de rombo en cada mejilla.

Aparte portaba una  sudadera con capucha de color negro, Unos shorts largos asta la rodilla de un color negro y unos tenis rojos de suela blanca.

Este era Izuku Midoriya de 16 años de edad, Estaba desconcertado, Confundido, No sabía en donde se encontraba y eso lo confundía más.

- A-agh... ¿Dónde carajos estoy?... -

Se pregunto así mismo a la vez de que se levantaba del suelo empezando a sacudirse un poco, Pero al observar con detenimiento su entorno quedaría sorprendido.

- Imposible... ¡No me lo creo! -

Con un semblante de sorpresa y felicidad se acercaría rápidamente a uno de los arboles de roble que se encontraban a su alrededor, Y apretando su puño derecho golpearía el árbol frente a el.

- ¡Auch!, E-esto no es un sueño -

Dijo sobando se con dolor el puño, Pero con una mirada decidida empezaría a golpear constante mente el tronco del árbol una y otra vez asta que por fin se rompió convirtiendo se en cubos de madera los cuales flotaban sobre el suelo.

- Bien, Con esto será más que suficiente para crear la Mesa de Crafteo y una Hacha, ¡Hora de trabajar! -

Con una sonrisa en su rostro y una motivación incomparable el chico se dispondría a trabajar, Pasando el resto del día talando arboles, Picando piedra, Hierro y carbón, Al igual que lograría conseguir la lana suficiente como para crearse un par de camas.

El tiempo paso y izuku ya había logrado construir su hogar cerca de una aldea a la cual tiempo atrás fue a comerciar con los aldeanos algo de comida y objetos que le pudieran ser de utilidad, Aun que algo que lo mantenía incomodo a la hora de estar en aquella aldea era que siempre sentía la mirada de alguien sobre el, Algo extraño si se lo preguntaban.