Wilbur soot siempre a sido una persona terriblemente antisocial, no salia de su claustrofobico cuarto amenos que sea para ir a su universidad o para salir a comer, algo que no siempre hacia.
Ahora mismo el estaba sentado en su cama, jugando algun videojuego en su play, su tranquilidad se desvaneció cuando escucho unos golpes desesperantes en su puerta.
abrió su puerta encontrándose a un rubio, algo despeniado, esté con fuerza agarro su brazo obligándolo a salir hacia afuera
—¡¿Que te pasa?!— pregunto el mayor
— Lo que pasa esque estoy cansado de verte destruir lentamente tu vida social, ¡Ya no sales casi ni para comer! —
—Ahora, ve a bañarte y agrrelate, vamos a salir—
—¿Que?, No puedes obligar a ir!—
—Si que puedo— entro el rubio rápidamente, agarrando su play
—Que haces. . . ¡HEY!, SUELTA ESO— grito el castaño
—¡Si no vienes te juro que la tiró!— amenazó
—Ugh, está bien, vete me voy a bañar —
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Ambos después de esa discusión, decidieron salir, no sabían exactamente dónde ir ya que no estaba soleado para ir a un parque pero tan poco estaba tan frío para quedarse en casa.
Wilbur, mirando por fuera de una ventana de una cafetería se dió cuenta de un peculiar chico cuál parecía desperado, estaba corriendo por todas partes lo más rápido que podía, llegó a sentir algo de pena después de ver la frustración en su cara, su cara. . . Tal vez se distrajo un poco viendo aquellos lunares esparcidos por su piel, se veía suave ¿Lo será?, Por cierto el tenía bonitos ojos eran
Oscuros, como la noche tenían un pequeño brillo que en ese instante lo enloqueció.
Si no fuera por Tommy ahora mismo estaría haciendo un larga lista de las facciones de aquel joven.
—Wilbur, ¿te pareces si vamos para haya?—
—Por mi estaría perfecto. . .— definitivamente ese chico le robó el aliento.
Los dos caminaron hasta llegar a la entrada de la cafetería " Nevadas ", wilbur se encargó de fijarse que estuviera bien arreglado para dar una buena impresión.
Abrieron la puerta, esta misma hizo un sonido, una pequeña melodía sonó, Para Elisa, una canción bastante linda pero de noche perturbadora.
Un rato después fueron atendidos por el mismo chico apresurado que vio entrar antes.
—Hola, ¿Que les gustaría?— pregunto con una sonrisa el azabache
—Yo un pastel de chocolate y un café —
—Claro, ¿Y usted?—
Wilbur parecía embobado con la sonrisa del menor
—Su nume- digo, un capuchino por favor.—
Hablo nervioso el más alto
—Jsj, inmediatamente les traigo sus cosas, compermiso.—
Prácticamente pasaron todo el día hay, Tommy wilbur hablando de trivialidades, y wilbur mirando a aquel atractivo mesero de vez en cuando y visersa, ambos regalandose sonrisas.
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Se estaba acercando la noche, eran las 7:36 y la pequeña cafetería estaba por cerrar, antes de irse y pagar wilbur, con toda la confianza del mundo quiso ir a hablarle al camarero
—Hola. . .—
—¡Hola!, ¿Necesita algo?—
—N-no, solo viene a pagar— le pasó dinero en efectivo
—T-tambien, si me podría dar unas galletas para llevar, de chocolate por favor—
—Claro, ahora vuelvo—
Después de unos minutos, el azabache regreso con una pequeña bolsa de merienda color blanca con un moñito y una calcomanía de la tienda, entregandosela al joven delante suyo.
—Eso sería todo, adiós y vuelva pronto!— se despidió.
Wilbur lo miro un momento para después despedirse e irse de vuelta.
Cuando llegó a su casa le dio la bolsa a su hermano mayor, no sin antes revisarla y sacar unas cuantas galletas del sobre.
Se sorprendió al ver una pequeña carta doblada, pensó que sería algo de publicidad para ir otra vez a la cafetería, algo que claramente haría, abrió la carta encontrandose así en número y nombre del mesero
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Hablame, soy Quackity,
Pero para ti el amor de tu vida:]
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No puedo evitar sonrojarse de sobre manera por tal mensaje, no habría pensado que con esa carita de angel sea alguien tan coqueto.
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Así se conocieron mis papás jusju
