Capítulo 1: Origen.

416 25 0
                                    

Ju-Won, verdaderamente llamado Jeff Theerapanyakul, es un sicario coreano de 22 años con un oscuro pasado. Habia sido vendido por una chica a un hombre llamado Kim Jae-Sun, quien lo había nombrado Kim Ji-Hoon, gracias a qué el quería tener un hijo varón que manejara su negocio. Su infancia fue dura y traumática. A sus 10 años de edad veía a su padre mandar a sus matones a cobrar su dinero, el era un prestamista, no faltaba el día en que tuviera que ver a hombres casi muertos en la entrada de su casa por las golpizas que les daban. Aunque eran de buena economía vivían en un barrio peligroso.

Un mal día, era de madrugada, Jeff estudiaba en su cuarto para un examen, el había estado varias horas estudiando y ya le había dado hambre. Decidió bajar a la cocina por algo de comer. El estaba a punto de abrir la nevera pero se percató de que tres hombres encapuchados subían las escaleras, el se paralizó como cualquier niño ante una situación peligrosa. No pasó mucho y varias detonaciones de bala se escucharon, una para su padre, otra para su hermana mayor y otra para su hermana de apenas 3 años.

Se comenzaron a escuchar pasos en las escaleras, era su madre que huía de los agresores. Ella cayó por un tropiezo al suelo. Ella miró a Jeff, y muy débil señaló la alacena. Carajo, Jeff reaccionó y fue rápidamente a ella para esconderse, cuando entró como pudo trabó las puertas. Estaba temblando del miedo, lloraba en silencio. Escuchó a los hombres bajar, su madre rogaba por el perdón, pero ellos no la escucharon. Jeff escuchó un disparo, las súplicas de su madre habían cesado. "Quemen todo, que no quede ningún rastro" dijo uno de los encapuchados, Jeff reconoció esa voz, era uno de los deudores de su padre, por eso estaba allí, para no tener más deudas.

Jeff sabía que iba morir, no tenía salvación, si salía iban a matarlo y si se quedaba allí lo quemarían junto a la casa. Un horrible olor a humo le llegó, la casa ya se estaba insendiado. Escuchó un auto arrancar, ya se estaban llendo, era su momento para salir. En cuanto salió los ojos le comenzaron a arder y su tos era constante, sentía que se le cerraba la garganta. Por un largo rato gritó por ayuda, ya que no podía salir por su falta de visión y el poco espacio libre que había entre el fuego. El no resistió y perdió la consciencia.

Al despertar ya no estaba en su casa, estaba recostado en una cama, parecía ser un motel. Jeff se sentó, buscaba con la mirada para ver si había alguien, y efectivamente, una chica salió del baño que había a lado de la entrada.

La chica le contó como había llegado ahí, al parecer ella caminaba hacia su casa después de una larga jornada de trabajo, escuchó los gritos de Jeff y de algún modo lo sacó de ahí y lo trajo al lugar de su trabajo.

Jeff seguía aturdido por lo que pasó y lo seguía procesando, la chica le contó que ya no podía volver, era peligroso ya que provenía de una familia de narcotraficantes. Jeff le rogó a la chica para poder quedarse con ella ya que no tenía a dónde ir. Está se lo pensó por un rato, ya tenía demasiados problemas con deudas y clientes, agregarle uno más seria la gota que derramaría el vaso. Finalmente aceptó, Jeff podría ser la luz que iluminaría su devastadora vida.

Ya que ambos estaban metidos en problemas que muy probablemente terminarían en muerte, decidieron huir de la ciudad en donde vivían para hacer una nueva en Busan.

Lamentablemente la chica, llamada Ya-Hun no pudo cambiar de trabajo, seguía trabajando como prostituta en un bar para pagarle a Seo-Hee todo lo que había hecho por ellos, ya que ella fue quien los ayudo con los trámites y el cambio de nombre de Jeff, ahora se llamaba Ju-Won. El sabía del trabajo que tenía Ha-Yun, por eso el padre de su mejor amigo le enseñaba a pelear por las tardes.

En una ocasión, cuando Jeff ya era más mayor, estudiaba en la habitación que compartían, recibió una llamada de Ha-Yun y la contestó, ella parecía estar muy asustada, no le entendía casi nada de lo que decía, lo único que escuchó con claridad fue "Por favor ven rápido", el no dudo ni un segundo, solo fue al maldito bar. Al llegar, entró de inmediato preguntando por ella, los que trabajan ahí ya lo conocían pero ninguno le dió respuesta, la buscó por todos lados, los vestidores, en las habitaciones para los "Servicios", en todo el lugar, pero no la encontró, salió al parking trasero, ahí estaba ella, un imbécil la sujetaba de la cintura mientras que otros tres se reían mientras intentaban tocarla.

Secretos oscuros // JeffBarcode (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora