Die.

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Hola cariño.
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Ayer bebí demasiado.

Y lloraba y lloraba.

Por ti.

Y parece que cada cosa que hago y a cada sitio que voy, me recuerda a ti.

Y duele.

Mucho.

Los vecinos amenazaron de llamar a los policías.

Y entonces sollocé con una mano en mi boca y la otra cogiendo la botella de ron.

Acabe tiñéndome el pelo de azul.

Porque este era tu color favorito.

Y después, me mire en el espejo.

No me reconocía.

La chica del espejo tenía el pelo azul, era delgada, tenía rallas rojas cruzando sus muñecas y círculos negros debajo de sus ojos.

Tu amor no se veía así.

Creo que ya es oficial.

Ya no soy tu amor

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