Part 3

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- Pero entonces te irás por un año...

Las palabras de la boca de Wang Yibo sonaban demasiado tristes, como si fuera su último encuentro y ese fuera el final de su relación. De hecho, el propio Xiao Zhan tenía miedo de esto... miedo de que la historia se repitiera. Pero no había nada que pudiera hacer al respecto. Su trabajo, eso es lo que realmente amaba con toda su alma. Sí, arriesgó su vida. Sí, no tenía vida personal en absoluto. Sí, no tenía nada de tiempo libre. Y qué decir, ni siquiera tenía un teléfono móvil básico, al menos para comunicarse. Pero a pesar de todo eso, realmente amaba su trabajo... así que no había nada que pudiera hacer al respecto. ¿Quizás siempre tendría que estar solo?

- Ya hablaremos de eso más tarde, - se limitó a decir, fingiendo no darse cuenta de lo frustrado que estaba Yibo.

Más tarde... realmente no estaba preparado para esta conversación ahora. Si empezaban a indagar en su relación ahora, no acabaría bien, y Xiao Zhan no quería eso. Sabía que a este paso, su relación terminaría antes incluso de haber empezado, así que quería retrasar este momento lo máximo posible. En este corto tiempo Yibo se habia convertido en una persona realmente importante para el y no queria terminar las cosas con una mala nota... Sí, entendía que sólo estaba huyendo de resolver problemas, pero no podía evitarlo.

***

Yibo había soñado con ser policía desde niño. Aquellos tristes días permanecieron en su memoria para siempre. Entonces era muy joven. Sólo tenía diez años cuando su padre fue encarcelado por acusaciones falsas. Su madre estaba delicada de salud y no podía mantenerlo ni a él ni a sí misma, así que tuvo que dejarlo al cuidado de su abuela. Podría decirse que aquellos años fueron una racha negra en la vida de su familia. Pues no pasó ni un año cuando su abuela falleció. Y después de eso, Yibo se enteró de que su madre se había vuelto a casar. Según ella, su nuevo marido era un hombre muy bueno que la ayudó con su tratamiento, y también fue él quien organizó el funeral en su momento. Pasaron muchas cosas en poco tiempo y, justo cuando pensaba que volvería a reunirse con su madre, se encontró a las puertas de un orfanato. Por muy buen hombre que fuera el nuevo marido de su madre, no quería acoger al hijo de otro hombre. Yibo ni siquiera parecía sorprendido en aquel momento, como si ya no esperara nada bueno de la vida. Pero aún recuerda el momento en que, arrinconado en el frío retrete del orfanato, lloró en silencio sin que hubiera nadie en ese momento. Fue el día en que le informaron de la muerte de su padre en la cárcel, y unos meses después le declararon inocente…

Incluso varios años después, Yibo no podía dejar de pensar en todo aquello. Si los policías hubieran llegado al fondo del asunto... ¿quizá las cosas habrían sido diferentes? ¿Quizás habría crecido con una familia completa y habrían estado bien? Pero todo eso estaba en el pasado, tenía que dejarlo ir y seguir adelante. Pero quedaba un residuo. Fue debido a esa amarga experiencia que se embarcó en el camino de la policía. Quería convertirse en el tipo de agente que nunca cometiera errores que costaran la vida a un inocente. Aunque su motivo original era ese, después de un tiempo realmente amaba el trabajo. Por eso entendía a Xiao Zhan...

Era triste pensar que tendrían que estar separados todo el tiempo si empezaban una relación. Pero exigirle a Xiao Zhan que renunciara a su amado trabajo fácilmente no podía, porque él mismo comprendía lo importante que podía ser para una persona. Aunque intentara mostrar que todo estaba bien, aparentemente la tristeza en sus ojos era imposible de ocultar, porque Xiao Zhan intentaba desesperadamente no mirarlos. Yibo comprendió que él también se sentía culpable por todo esto... De hecho, en ese momento, quiso decir que todo estaba bien y que él estaba preparado para una relación así y que nadie debía sentirse culpable. Pero no podía... porque ni él mismo sabía si estaba realmente preparado. De acuerdo, en un mes... hablarían de todo cuando Xiao Zhan regresara después de completar su misión en un mes.

BEING A HERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora