3-Piensa en mí.

8 0 4
                                    

{Aclaración: Cuando al principio de un capítulo este escrito "Oliver" es porque está vez lo está narrando el. Eso quiere decir que lo qué está contando es pasado. También, dentro de los capítulos, se va a ver cómo cambia de un narrador, tiempo etc. Dicho esto, ya pueden empezar con el capítulo.}

Oliver.

Son las 2 de la tarde, y en este momento me encuentro de camino a casa de Eli. Tengo planeada una sorpresa por la cual estoy súper emocionado.
No es solo una sorpresa como todas, tiene algo muy especial para mí. Y me alegra poder compartirlo con Elizabeth.

Cuando llego a su casa, tocó bocina y aproximadamente unos 5 minutos después, veo como ella sale de su casa y viene corriendo hacía el auto, una vez que entra me saluda con un corto beso.

- Perdón por la demora, no encontraba mi teléfono.- Dice con una sonrisita inocente.

- No tranquila, es tan raro que tú me hagas esperarte en el auto.- Le digo molestando.

- Jaja. Se ríe sarcásticamente.- Que gracioso, parece que hoy desayunaste un payaso. Ignorando eso.- Dice imitando estar enojada.- A dónde vamos a ir? No me quisiste decir y muero por saber.- Dice casi suplicando.

Me empiezo a reír por su desesperación, y ganandome una mirada de pocos amigos.
- Si te digo, ya no sería sorpresa. Espera a que lleguemos y verás.- Le digo mostrándole una sonrisa.

-Pero sabes que odio las sorpresas, por lo menos dame una pista. - Dice con una carita angelical.

- No te diré nada, ni que pongas cara de perro mojado.- Le digo y noto como empieza a hacer gestos de frustración, lo que me hace volver a reír.
- Mira, seré bueno y te dejare elegir la música en el camino okey?

- Eso y mañana me llevas a por un helado. Dice haciéndose la ofendida.

- Bien.- Le digo ocultando una sonrisa por lo tierna que se vé.

Medía hora después, llegamos a nuestro destino. Si un parque de diversiones. Cuando me giro, veo la enorme sonrisa en su cara.

- Encerio, está es tu sorpresa?- Dice contenta.

- Que? No te gustó?.- Digo yo bromeando porque si no le gustó, su cara dice todo lo contrario.

- Bromeas? Me encanta.- Dice acercándose y besandome.

Cuando se aleja, vuelvo a acercarla a mi para volverla a besar. La verdad, me volví adicto a sus besos, solo siento paz cuando estoy con ella. La extrañé demasiado.
Cuando nos alejamos, me la quedo viendo con una sonrisa ganandome otro corto beso.

- Soy yo, o alguien me extrañó de más?- Dice levantando una ceja y sonriendo.

- Siempre te extraño cuando no estás conmigo.- Le digo sinceramente.

- Yo también, te amo. - Dice y con esas dos simples palabras, es capaz de acelerar todo mi sistema respiratorio.

- Bajemos.- Le digo a propósito sin responderle a sus últimas dos palabras. Veo como cambia un poco su expresión, y cuando está por bajarse, la detengo.

- Eli.- Le digo para que me mire.

- Qué?- Me responde.

- Yo también te amo.- Digo bajandome del auto y de reojo veo como sonríe y se baja.

Probamos todos los juegos, bueno menos casi todos, solamente nos faltaba la Rueda de la fortuna, estábamos haciendo la fila cuando nos dimos cuenta de que era tarde.
Pero por suerte el parque cerraba más tarde así que no nos preocupan tanto.

Una vez arriba de la dichosa atracción, nos quedamos hablando y nos dimos uno que otro beso.

- La verdad es que me gustó mucho este día.- Me dice mirando el cielo.

- A mi también, escucha Eli, no solo vinimos aquí como parte de una sorpresa. - Le digo haciendo que se de la vuelta y me mire

- Cómo? No entiendo. Porque vinimos aquí?- Pregunta intrigada.

-Mira, este es un lugar importante para mí.- hago una pausa antes de seguir.- Solía venir aquí de niño con mamá antes de que ella muriera.- Le digo y noto como ella se pone más seria. No hablamos de ese tema porque sabemos que fue algo muy duro para mí.

- Ahora entiendo porque no venías tanto a estos lugares.- Dice ella comprensiva.

- si es que...-Me quedó callado cuando empiezo a ver las burbujas. Cierro los ojos y tomo una bocanada de aire para seguir.

- Es que me hacen recordar lo que pasó, pero bueno lo que te decía. Siempre que veníamos subíamos a esta atracción, lo disfrutábamos muchísimo.- Digo sacando una lágrima de mi mejilla.

- Oye, Olí no tienes que seguir si esto te hace mal. Está bien lo comprendo.- Me dice forzando una sonrisa.

- No, no es que de verdad quiero decirte esto. Mi mamá siempre me decía que cuando vea las burbujas la recuerde a ella y a esos momentos.- Digo y la veo sonriéndome con algo de tristeza.

- Por eso yo quería decirte lo mismo, siempre que veas burbujas quiero que pienses en mí. Porque de verdad te amo y contándote esto que es tan íntimo no se que otra prueba te puedo dar. Eres una de las mejores cosas de mi vida. Así que siempre que veas burbujas, piensa en mí y en lo mucho que te amo. - Le digo sonriéndole y secando sus lágrimas.

- Oliver, muchas gracias por decirme esto, y quiero que sepas que jamás dudaría de lo que me amas, porque me lo demuestras siempre y sabes que aveces tengo algo de miedo de hacer algo malo o que simplemente te aburras de mi.
Pero ten por seguro que yo también te amo, y siempre que vea una burbuja recordaré este día. - Dice y se acerca para besarme.

Una vez que nos separamos, juntamos nuestras frentes y le digo..
- cuando las veas Piensa en mí.

Ella me sonrie y me mira con ternura.
- Tenlo por seguro.- Me dice dándome otro beso.

Una vez de camino a nuestros hogares, nos quedamos hablando y organizamos para mañana ir a por el helado.

- Oye Eli.- Le digo yo.

- Si?- Me dice mirándome.

- Quieren quedarte a dormir en mi casa?- Le pregunto.

- Es lo mismo que estaba por preguntarte. Si está bien, pero podemos ir a mi casa a buscar mis cosas?- Me pregunta

- Pero si en mi casa tienes un montón de cosas tuyas, que quieres ir a buscar?- Le pregunto yo.

- Ya lo se, pero quiero ir a buscar mis cosas para hacernos las máscaras. - Me dice con una sonrisita malvada.

Mierda, pensé que se había olvidado de esa apuesta.

- En serio? Tiene que ser hoy si o si?- Le digo frustrado.

- Sip Olivercito, justo hoy- Dice inocentemente. - Es tu culpa por apostar sabiendo que yo siempre gano. - Dice orgullosa.

- Era solo un juego de mesa, y que conste que yo venía ganando.- Digo defendiéndome.

- Está bien, digas lo que digas, nos pondremos las mascarillas.- Dice riéndose.

- Bueno, pero mañana pagas tú el helado.- Le digo mostrándole mi mejor sonrisa.

- Dios mío, bien mañana yo pago el helado.- Dice riendo por mi mini capricho.

- Olí, puedo decirle algo?

- Si, que cosa?- Le pregunto.

- Sabías que yo siempre amé las burbujas?

Y fue en ese momento en el que me dí cuenta de lo afortunado que soy de tenerla en mi vida. No sé qué es lo que hice para merecer a alguien como ella en mi vida, pero tengo por seguro que no pienso perderla.

El no pensaba perderla, pero a ella el destino le jugó en vano....

Cicatrices que tardan en cerrar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora