Speak Now || ver. ChaeSoo (OneShot)

You need to hear me out.

💍

"Me voy a casar. no tienes excusa. No vemos en Seúl."

Jisoo se iba a casar.

Ella y Rosé son amigas desde hace años, incluso parecía que eran almas gemelas. Sabían todo de la otra, excepto por una cosa.

Rosé tecleó con duda sobre su teléfono con una felicitación muy robótica, como si un bot la hubiese escrito. No era algo por qué estar triste, e internamente se reprendió mientras borraba todo el texto, teniendo que reescribirlo mejor.

Inmediatamente respondió y suspiró tratando de ordenar cada pieza en su sitio y encontrándose en una verdad absoluta:

Jisoo le acababa de decir que se iba a casar. Ellas no hablaban con frecuencia desde que Rosé tomó la primera oportunidad que tuvo para irse de Seúl hasta Nueva York, no era un lugar tranquilo, en absoluto, pero no estaba rodeada de sentimientos fluctuosos y eso estaba bien para ella.

Cometió el error más grande de su vida. Enamorarse de Jisoo no estaba en sus planes, en primer lugar, ni siquiera estaba segura de su sexualidad, solo sabía con certeza que Kim Jisoo le gustaba. Y no importó qué tanto huyera; sus sentimientos persistían en esa carrera constante de evitar enfrentarlos.

Tenía 30 años, debía haberlo superado. Pero no lo hizo, y ese sentimiento estaba tan arraigado a ella como las raíces de un árbol al suelo. Simplemente moriría ocultando la verdad porque ¿realmente quería admitirlo 14 años después?

Nunca quiso cruzar esa línea. Y su decisión de irse fue tan repentina que Jisoo no tuvo oportunidad de opinar al respecto.

Hay algo que se arrepiente aún de nunca hablar, además de sus sentimientos. Jisoo y ella se besaron. Rosé lo recuerda vívidamente, esa escena pasa una y otra vez por su cabeza. Fue el primer y último beso que se dieron antes de que tomara sus maletas y huyera.

Soo nunca lo mencionó. Y Rosé lo entiende, ¿por qué habría de importarle? Ella nunca sintió lo mismo. Está segura de ello, no necesita preguntarlo.

Estuvo por horas dándole vueltas al asunto. Ni siquiera notó cuando una de sus amigas entró con comida a su casa.

-Entonces, ¿irás?

Rosé soltó una risa.- No creo poder negarme. Tengo que hacer esto, tengo que terminar esta trágica historia.- Miró sus manos y comenzó a jugar con sus dedos.

-¿Y qué tal si te declaras?

-¿Qué? ¿Te golpeaste de pequeña?

Somi frunció sus labios.- Sí, pero no es el punto. Solo digo que tal vez decirlo haga que lo superes, ya sabes.

Rosé no tuvo que pensarlo en absoluto.- Por supuesto que no.- Respondió de inmediato.- Hacer eso sería muy patético, solo iré y me desconectaré, además, verla allí tan feliz será mi final. No me metas ideas tan estúpidas, por favor.

Jeon rodó sus ojos, pero no volvió a insistir. Rosé era muy terca, y demasiado miedosa para hacer algo así. No se atrevería.

Rosé era más del tipo que optaría por estar a solas en una habitación y llorar, y llorar, mientras se arrepiente de no haber hecho nada, aun sabiendo que realmente nunca haría algo. Ella prefería no tener conflictos, podía superar sus problemas sola, eso pensaba con certeza.

Pensaba de sus sentimientos como un problema, no como algo normal.

...

Bajó del avión con sus ojos cansados de no haber dormido bien, pasó cada hora pensando cómo debía pretender estar bien y también cómo enfermarse casualmente antes de una boda. Simplemente se estaba acobardando.