Prólogo

27 6 2
                                    

Nada, realmente no siento nada. No es por sonar pesimista, pero ni siquiera soy capaz de levantarme, y aun así si pudiera hacerlo mi cerebro es incapaz de formular una forma realista de escapar de este lugar. Mientras ese tipo siga ocupado con esos pobres diablos y sus katanas estén lejos de mi alcance me arrastraré lo más lejos que pueda de la puerta. Tal vez así, solo tal vez, pueda encontrar una forma de sobrevivir.

Todo esto sería mucho más fácil si mi vista no estuviera nublada, no puedo abrir mi ojo izquierdo, no tengo ni idea de si se trata del shock del momento o si realmente perdí la vista para siempre.

Mi brazo derecho ya no me responde, tampoco puedo sentir mis piernas. Me estoy arrastrando cual babosa con mi mentón hacia un lugar seguro, pero todas las tripas a mi alrededor me producen arcadas y dificultan mi avance. No solo eso, aún puedo sentir como las cabezas cortadas por doquier en el suelo me miran fijamente, como si me estuvieran juzgando por desafiar a la condena divina que les acaba de alcanzar.

Soy un héroe profesional por la puta madre, no puedo permitirme caer aquí. ¿Qué será de mi preciosa Ochako si su padre muere en un lugar como este? ¿Cómo podría mi frágil esposa Natsuki mantener a nuestra familia con su delicada condición? ¿Pensarían que las he abandonado? ¿Pensarían que soy un debilucho?

La ayuda no tardará en llegar, pero en el caso que no llegue...

No.

Ellos llegarán.

Tienen que llegar.

ELLOS LLEGARÁN.

La suerte me ha sonreído, con el poco de vista que me queda en mi ojo sano he detectado mi salvación, mi carta maestra para sobrevivir. Si logro llegar a esa esquina puedo utilizar mi Quirk en ese cuchillo, puedo ser capaz de levantarlo e incrustárselo en los sesos a ese maldito.

Aunque, si eso tampoco funciona, ¿y si mi brazo me falla? ¿y si me desmayo antes de llegar? ¿y si mi verdugo me apuñala por la espalda mientras me arrastro? ¿y si...?

...

No, no puedo permitirme pensar eso.

No pienso morir.

No pienso morir.

No pienso morir.

No pienso morir.

No pienso morir.

No pienso morir.

No pienso morir.

No pienso morir.

No pienso morir.

N O P I E N S O M O R I R.

*

A propósito...¿Es muy grosero que les esté narrando todos estos sucesos sin que ustedes sepan nada de mí verdad?

Perdón, aún tengo esa vieja costumbre, mi esposa siempre me lo saca en cara cada que puede. Como el buen adulto que soy, debo presentarme adecuadamente ante ustedes, sean quienes quieran que sean.

Me llamo Masato Uraraka, tengo 42 años y en las calles se me conoce como el héroe profesional Uravity, pero sinceramente prefiero ser reconocido como un gran esposo y padre de familia. Los dos ángeles de mi vida, mi hermosa esposa y mi tierna niña, suelen decir que soy un héroe famosísimo y bellísimo (por alguna extraña razón solo se lo he escuchado decir a las dos), aunque la verdad nunca he destacado por encima de lo necesario ni tampoco busco hacerlo.

Nací en cuna de oro, mi familia es dueña de una gran constructora, pero nunca estuve interesado por los negocios familiares así que los abandoné apenas tuve cumplí los 15. En todos estos años jamás hicieron algún intento por buscarme así que supongo que mucho no les importaba, de todas formas tenían a mis otros hermanos para cumplir sus caprichos. Sobreviví en un orfanato, me gradué de una academia pública promedio, hice pasantías con héroes relativamente desconocidos y aún con todo en contra pude debutar (a los 25 años, peor es tarde que nunca), como héroe jamás pasé del top 200 y el dinero va y viene, pero siempre me las ingenio para tener pan sobre la mesa.

My Hunting Academia ¦ BnHA AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora