¿Enamorada de mi niñera?-JENLISA

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POV LISA

Ya eran las seis y media, había quedado con Bam a las ocho.

-No te parece suficiente el tiempo que hemos pasado juntas? Déjame marchar ya por dios.

Jennie: Yo no quiero pasar tiempo contigo, lo que quiero es que no vayas a la fiesta.

-Joder que tienes un trauma? Es una fiesta!

Jennie: Mh, quieres que ponga música?

-No, estoy harta de este mirador, de ti, y de tus tonterías!

Jennie: Esta bien, pondré música.

-Me estoy meando, puedes llevarme a casa ya?

No contestó.

-Jennie no estoy de broma, mi vejiga lleva sin mear desde esta mañana.

Me miró.

Jennie: Sal, ahí tienes un arbusto.

-En serio me vas a hacer mear en la montaña por tu orgullo?

Jennie: Si, venga, te estoy dando la oportunidad de mear, si no la coges, volveré a poner el seguro.

Salí, estiré las piernas y me escondí detrás del arbusto, era la primera vez que meaba con vistas tan bonitas, aún que hubiera preferido estar entre cuatro paredes.

Me subí los pantalones y me dirigí hasta el coche, cogí mi mochila y me puse a caminar montaña abajo, por la carretera.

Jennie: Que haces? Donde vas?

-A la fiesta.

Jennie: Vuelve aquí, te van a atropellar!

-Pues será culpa tuya.

Mientras caminaba por un lado de la carretera, Jennie me seguía con el coche.

Jennie: No seas cabezona, sube!

-Me vas a hablar tú de ser cabezona?

Jennie: Estamos a once kilómetros de casa, no vas a llegar a tiempo.

-Cuando llegue al pie de la montaña cogeré un bus.

Jennie: Los buses no te llegan a esta parte de la ciudad, venga, sube.

-He dicho que no! Aún que llegue a esa maldita fiesta a las doce de la noche, iré!

Pasó un coche a una alta velocidad por mi lado, vi como Jennie cerró sus ojos por un instante.

El coche me pitó

*APARTAA IMBÉCIL!

Jennie: Por el amor de dios Lisa, sube al coche!

-No.

Seguí caminando.

Jennie: Esta bien, tu ganas! Te llevaré a la fiesta, con una condición.

-Cual?

Jennie: A las doce en casa.

-A las dos.

Cheryl: A las doce.

Ignoré su respuesta y seguí caminando, volvió a pasar otro coche, esta vez era una furgoneta, por lo tanto, me rozó al pasar.

Jennie: A la una!

-Una y media.

Jennie: Una y media, ni un minuto más!

-Y como se que si me subo a ese coche no volverás a encerrarme?

Jennie: Tendrás que confiar en mi.

-Claro, como me das tantos motivos!

Jennie: Lo mismo digo.