2. Se mi novio | JeffBarcode

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- Nunca pensé que se lo tomarían tan bien. Incluso me admiró - Explicó el pelinegro mientras tomaba su botella de agua y bebía de ella.

- Tampoco me lo esperaba, creí que sería como los típicos K‐Drama que veo donde les obligan a separarse y no se ven hasta en años después. Espero no pasar por eso, no podría con tanto - Barcode lo miró mientras soltaba una pequeña risa tímida. Eso era su mayor miedo.

Pasaron todo el día juntos en la empresa, Barcode quedó entusiasmado con el lugar y con todo lo que se podía hacer allí: bailar, cantar, actuar, componer y mucho más. Anhelaba en un futuro poder ser como Jeff, su ídolo y su novio.

¿Lo que más le gustó de su día con Jeff? Sin duda fue cuando estuvieron en la sala de grabación ¿Y como no? Si Barcode tenia su rostro rojísimo como un tomate y todo a causa de su novio que le dedicaba una canción tras otra, mirándole a los ojos mientras le cantaba. Si bien estuvo en todo momento en un rincón tratando de esconderse y pasar desapercibido, cada que Jeff le cantaba, todos en el lugar se volteaban a mirarle, algunos con complicidad, otros con picarda y bueno... que decir, algunos también con una mirada no muy agradable. Se suponía que serian discretos, pero todos allí se estaban dando cuenta de que su vinculo era algo más.

Ese hombre viejo no me da buenas vibras, para nada.

Después de su día en la empresa, ambos volvieron al departamento, pero antes pasaron a comprar algunas cosas que faltaban para preparar la cena. Jeff solía tener una señora que le ayudaba con los quehaceres del hogar y con la comida, pero al saber que Barcode vendría, se dijo a si mismo que durante todo el tiempo que su novio se quedara ahí, él seria quien cocinaría para el menor, como una forma de mimarle. Jeff sabia lo mucho que le gustaba la comida a Code y por lo mismo, que él la preparara seria mucho más especial.

-¿Dónde dejo las bolsas P'Jeff?-dijo el menor mientras ingresaban a la sala principal. Jeff le sonrió mientras le quitaba las bolsas de las manos al castaño.

-No te preocupes amor, yo las llevo a la cocina. Tú acomódate, debes estar cansado, así que si quieres puedes ir a ver televisión. Yo te aviso cuando todo este listo- Barcode lo miró con un puchero en su rostro.

Quería ayudarle, pero también estaba cansado ¿Qué debía hacer? No podía dejar a Jeff hacer todo solo ¿Qué clase de novio era? Aunque no cocinaría, mínimo debía estar parado allí estorbando ¡Ay no! así no era... debía estar parado allí mirando.

-¿Seguro?- cuestionó el menor, Jeff le miró con una amplia sonrisa en su rostro, negando varias veces; asegurando que podría solo.

-Tú solo relájate, estos días que quedan te trataré como el príncipe que eres- explicó tomándole de los hombros para empujarle hasta llegar al sofá, sentándolo mientras que Barcode le miraba con una sonrisa tímida como Jeff le pasaba el control de la TV.

¿Por qué de pronto hacia tanto calor dentro del departamento?

Jeff se volteó rápidamente para volver a la cocina con una caminada triunfante, esperando que Barcode no haya notado que estaba ruborizado también, y con sus manos temblando como locas. ¿A quien engañaba? era tímido, pero Barcode provocaba que él sacara su lado atento, romántico y cursi.

Por su lado Barcode se acomodo mejor en sofá, pudiendo así tener una mejor vista de su novio. Observando discretamente al pelinegro, quien acomodaba algunas cosas que iba a utilizar. El castaño mientras tanto, puso unas cuantas canciones en YouTube para así poder ambientar el lugar. A cada tanto enviaba unas miradas en dirección a Jeff para luego continuar con lo suyo. Su miraba viajaba desde las delgadas manos del pelinegro, deslizándose por aquellos brazos tonificados, subiendo hasta llegar al cuello despejado, que por alguna razón quería besar y marcar, dejando rastro de que él había estado ahí.