Introducción.

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La mayoría de las cosas casi nunca salen como lo planeas o esperas que pase. Eso lo aprendió Jungkook a las malas durante toda su vida, desde su niñez hasta su adolescencia y adultez.

Cuando tenía tan solo siete años, sus padres fueron asesinados mientras compraban la cena, víctimas de un ajuste de cuentas con los dueños del local. A tan corta edad fue trasladado a un instituto especial para niños huérfanos quienes no contaban con otros familiares que pudieran acogerle en su hogar.

Al cumplir los quince años fue el objeto de burlas por parte de los otros chicos que vivían en la residencia. La razón fue el retraso de su presentación, básicamente se supone que a esa edad ya debería saber su casta pero aquello aún no sucedía. Todos los días se despertaba preparado para recibir comentarios despectivos, insultos, maltratos y empujones.

Su condición física tampoco era de mucha ayuda, su complexión delgada y catalogada como "escuálida" era uno más de sus problemas, sumando su personalidad suave e introvertida definitivamente se convertía en el blanco perfecto para bromas.

Cierto día, cansado de toda la situación decidió empezar a ejercitarse, sin importarle el hecho de no saber cuál sería su casta. Con el pasar de las semanas y los meses su cuerpo se tonificó, sus muslos se hicieron más grandes, su pecho más ancho y fuerte, sus brazos marcados y llenos de músculos. Así mismo, su rostro también maduró, sus facciones se endurecieron y su mandíbula filosa fueron, finalmente, la razón para que dejasen de molestarlo.

Cuando cumplió los dieciocho años logró entrar a una prestigiosa universidad en la carrera de programación, dejó atrás un pasado lleno de momentos desagradables. Allí las cosas mejoraron un poco, se consiguió un grupo de amigos; Seokjin y yoongi, con el pasar del tiempo se hicieron mejores amigos inseparables.

Su presentación llegó finalmente cumplidos sus diecinueve años; un alfa puro. Por sus venas corría la sangre del rango más alto de su sociedad. Un fuerte aroma a roble, café y pino le caracterizaba perfectamente, un claro distintivo entre los demás alfas. Esto trazaba una línea firme entre él y ellos.

"No somos iguales". Eso daba a entender su simple presencia ante los demás Alfas sin siquiera mencionar una palabra.

A los veinte años conoció a una Omega hermosa, carismática y extrovertida. Han So hee. Su primera interacción realmente sucedió cuando ella acudió desesperada por tutorías de cálculo. Él realmente no las daba, pero fueron tantas sus insistencias que terminó aceptando.

Sinceramente no tiene la menor idea de cómo sucedió, solo sabe que un día despertó siendo su pareja. Le gustaba, era sumamente atractiva, a ella parecía no importarle lo callado y el poco tema de conversación que tenía. Parecían funcionar perfectamente y así fue durante un tiempo; dos años para ser más específicos.

Aún así, todo tiene su límite.

Personalmente, Jungkook no se consideraba un mal novio; estaba atento, era detallista, le regala tiempo de calidad y hacía todo lo posible para hacerle feliz. Al parecer no era suficiente, ella deseaba mucho más que eso, cosas como asistir a fiestas y estar juntos todo el tiempo posible.

Su relación se convirtió en una competencia por ver quién discutía más. Finalmente la cuerda se rompió aquel día de noviembre cuando, frente a sus ojos presenció el ser humano más etéreo nunca antes visto con una preciosa voz y una sonrisa capaz de iluminar un centro comercial entero por sí solo.

feeling alive when (you) look at meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora