Marauder meet the Company, Company meet Hogwarts Or a Good Chunk of It

Capitulo 9

"Brillante. ¿Algo de Ron, ya?" Harry preguntó vacilante.

Hermione suspiró. "Todavía no. Bill iba a hablar con la familia esta noche y averiguar lo que está pasando. Debería tener una actualización mañana".

"Eso espero. Dudley me envió una carta, a través de la Sra. Figg, quiere reunirse conmigo". Harry se centró en la mesa.

"¿Vas a?"

"Yo... yo... creo que necesito hacerlo. Nunca los volveré a ver y aunque no extrañaré a Vernon, no estoy tan seguro acerca de Petunia y Dudley". Harry se frotó los nudillos. "¿Vendrás... si... vendrás conmigo si lo hago?"

Harry agarró la mano de Hermione, mientras observaban cómo su primo entraba al café. Dudley caminó con cuidado por la habitación y se detuvo a unos metros de ellos.

"Hola..." Dijo, de la misma manera lenta y ligeramente confundida que se había vuelto normal para él, después del ataque del dementor.

"Oye, Gran D". Harry le dirigió una sonrisa poco entusiasta y se quedó en silencio.

"¿Nos sentamos?" Hermione señaló una mesa y algunas sillas.

"¿Podemos sentarnos en una cabina?" preguntó Dudley.

"Seguro." Hermione asintió e intercambió una rápida mirada con un tenso Harry. Harry asintió y los tres se trasladaron a la parte trasera del café, Hermione se deslizó en la mesa primero y Harry la siguió, mientras que Dudley se sentó torpemente frente a ellos.

"¿Qué pasa, D?" preguntó Harry.

"¿Puedes hacer esos escudos, los que la gente no puede ver ni oír a través de ellos?"

"Puedo."

"¿Puedes hacer uno ahora? ¿Por favor?"

"¿Por qué habría de hacer eso?" preguntó Harry, sin saber por qué su primo quería que lo hiciera. Dudley se quitó la gorra de béisbol y Harry contuvo el aliento. Dejó que su varita se moviera rápidamente en su mano y lanzó un muffliato . "¿Quién te golpeó, Dudley?" Su voz era baja, enojada. Un lado de la cara de Dudley, desde el pómulo hacia arriba, tenía un violento moretón de color púrpura oscuro y verde que había sido camuflado por las sombras que había hecho su gorra.

"Papá..." la voz de Dudley era aún más tranquila. "¿Puedes poner un escudo?"

"Puse una versión de un escudo, la gente aún puede vernos, pero solo nos escucharán murmurar". dijo Harry.

"Gracias..." Dudley cerró los ojos por un momento. "Nos fuimos con ese hombre y una dama". Empezó y Harry asintió. "Nos llevaron a algún lugar en el norte, pasamos por Londres y salimos por el otro lado, pero no recuerdo dónde". Se encogió de hombros. "El hombre era aburrido, pero la señora seguía tratando de hablar con nosotros, solo que... papá no la dejaba. Se enojaba y le gritaba. Me desperté una noche, había soñado con las cosas dementes". , otra vez. En la cocina, me hizo un chocolate caliente, estaba buenísimo, y hablamos de ti y de la magia. Me habló de las cosas que podías hacer y cómo aprendes en tu escuela. Me dio unos libros para leer, dijo que me ayudaría a entender. Esperamos y esperamos, y finalmente alguien nos envió un mensaje. Un tigre plateado brillante que podía hablar, nos dijo que la guerra había terminado,

"Lo hicimos." Harry asintió.

"Llegamos a casa y las cosas volvieron a la normalidad". Dudley hizo una pausa. "Luego, la semana pasada se fue la luz. Estaba escribiendo una carta para enviártela cuando sucedió. Me preguntaba qué harías si estuvieras allí. Uno de los libros que la señorita Hestia me dio, tenía un Hechizo para hacer una luz. Lo pensé y señalé mi lámpara e imaginé encendiéndola.