Oliver
Nottingham, diciembre de 2015...
Todavía no entiendo cómo Jack no me echa a la calle. He retrasado tres vuelos en lo que llevamos de mes, y todo por mi mala cabeza. Sí, lo reconozco, soy un desastre, pero a veces me da la impresión de que, a mí, el cerebro me lo instalaron entre las piernas. Y es que pensar con la cabeza no es algo propio en mí que digamos.
Esta mañana al despertarme tenía una morena metida en mi cama. No me preguntéis ni cómo se llamaba, ni cómo llegó allí, el caso es que estaba. He tenido que vestirme a toda prisa porque llegaba tarde al aeropuerto y parece que le ha sentado mal que la invitase a marcharse de una manera tan apresurada. ¡Lo hubiera hecho igual! Llegara tarde o no, porque luego empiezan a hacerse ideas equivocadas en la cabeza y a ponerme unos motes que dan miedo.
Camino acelerado con la maleta de mano por los pasillos del aeropuerto East Midlands hacia la puerta de embarque y, cuando estoy a punto de mostrar mis credenciales, el teléfono me suena en el bolsillo. Lo miro, es Jack, seguramente alguien de la tripulación de Airtay ya le ha advertido de mi retraso.
—¿Dime?
—¿Otra vez, Oliver?
—Lo sé, lo sé, juro que no va a pasar más. Estoy en la puerta y ya firmé la documentación de prevuelo —le informo mientras entrego los documentos.
—Oliver, por favor, espero que sea la última vez.
—Te lo prometo.
Cuelgo sin apenas despedirme, y es que tengo el avión lleno de pasajeros esperando.
—Buenos días, Ojazos —me saluda Jessica al verme.
—Buenos días, Jessica.
—¿Te has dormido?
—¡Algo así! —Sonrío—. No sabía que venías.
Me guiña el ojo, al tiempo que muestra una traviesa y leve sonrisa, y entro en la cabina de pilotaje donde saludo al primer oficial y empiezo a firmar toda la documentación necesaria para el despegue.
—¡Vamos allá! —digo acomodándome.
Pongo en función el sistema de encendido de los motores y esperando confirmación, me dirijo hacia la pista de despegue donde alzo el vuelo y pongo rumbo a Dublín.
***
En apenas una hora y quince minutos estoy aterrizando. Aquí pasaré dos días; luego tengo un vuelo hacia Roma donde estaré tres, para después hacer la misma escala de vuelta hacia Nottingham. Con la tontería estaré fuera de casa diez días, pero hice un par de cambios con mis compañeros para luego librar más tiempo seguido.
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TÚ EN LAS NUBES, YO EN EL CORAZÓN
RomanceOliver Jones es soltero, atractivo y mujeriego. Trabaja como comandante en la compañía Airtay. Su vida es perfecta: viajes por todo el mundo, diversión, lujosos hoteles... Le encanta disfrutar del sexo y en su vocabulario no existe la palabra «compr...