La cabellera rubia de Mark oleó con el viento, y Jaebum no pudo más que suspirar, entre el nerviosismo que le carcomía desde hacía tres semanas que había conocido a los tres chicos (especialmente a Mark) y el amargo sabor de tener un "problema" aparente con el chico ligeramente más bajito, eso pensaba.
Ambos se habían adaptado a la compañía del otro por mutuo acuerdo silencioso, y de alguna forma también por la presión de Jinyoung y Jackson sobre los dos, aparentemente no notando el nerviosismo y la forma en que trataban de evitarse inclusive la mirada, curiosamente para nadie existía esa tensión que podía cortarse con un cuchillo, para nadie excepto para Yugyeom que dirigió una que otra mirada con el ceño fruncido en dirección a Jaebum, quería ignorarlo a toda costa, pero no era fácil soportar una mirada cargada de severa curiosidad por parte del menor de todos, el más amigable pero el más perceptivo. Sin embargo eso no detuvo su proyecto individual con los chicos, Jinyoung pasaba gran parte de su día en el estudio con Jackson quitando y poniendo, mientras el coreano lo reñía por no respetar su vasta experiencia, mientras que Yugyeom parecía haber hecho muy buenas migas con Kunpimook, aunque mayormente todos preferían llamarlo "BamBam" para no entrar en conflicto con él por la mala pronunciación.
Por su parte, recorrió medio Seúl al lado de Mark casi a diario por esas semanas, abarcando gran parte del sábado y tomándose solo un sano respiro el domingo para estar en casa, aunque Jinyoung parecía más enfocado en el proyecto que otra cosa, puesto que rara vez podía incluso verlo en casa por ese día, aún si Jaebum se quedaba la mayor parte del tiempo en casa, tampoco quería cuestionarlo, el apasionado ser de este siempre había sido algo que él mismo le había alabado y en buena parte lo había enamorado de Park, y ahora debía cargar con las consecuencias de su gran boca a cuestas.
Comenzó a hacerse habitual pasar el día solo en casa, hasta que un domingo Mark le llamó para que acudiera con él a una locación que estaban dispuestos a dejarles la agenda abierta para sesiones, ya que no tenía programados eventos próximos, y desde luego sabían la agencia de modelaje americana de los tres se haría cargo de los gastos mientras pudiera ser redituable a corto plazo cuando la colección fuese lanzada en un par de meses. Jaebum aceptó a regañadientes, se había quedado en el sofá mirando lo mejor de los playoffs de la NBA, pero se obligó a ducharse y salir tan pronto el chico americano le indicó la hora y el lugar (aunque quiso hacer parecer que no se esforzó y ya había estado haciendo algo más).
La incomodidad en el estómago del coreano no desaparecía hasta que Mark abandonaba su campo visual, pero debía admitir que la anticipación también era su peor enemiga porque la misma sensación se instalaba en el fondo de su estómago como una piedra atada a una cuerda siendo tirada al fondo, y no tenía una explicación más lógica que pensar: "No eres de acero, eres un hombre con necesidades, él es un modelo y es hermoso", porque aunque quisiera negarlo, Tuan estaba muchos escalones por encima de la belleza estándar, incluso en un país tan superficial como Corea.
Y ahora estaba ahí, lejos de la comodidad de su hogar y de la seguridad que Jinyoung podía brindarle, y el pensamiento lo agobió aún más. ¿Por qué siquiera estaba pensando en que Jinyoung debía estar para contenerlo? El pensamiento lo estaba dejando más paranoico de lo que ya se encontraba por su cuenta, sin embargo, cuando se encontraron con el arrendador del sitio, su mente volvió a ello cuando les mostró el sitio completo.
—Este lugar es perfecto, creo que si debemos elegir uno ahora, este sería ideal. —Argumentó Mark cuando dieron una vuelta más libre por el complejo, fuera de los jardines de lo que parecía una casa de verano de alguien asquerosamente rico (incluso más que él) más que un salón de eventos elegantes y adentrándose en las habitaciones forradas de columnas, azulejo, candelabros e inclusive amplias chimeneas revestidas que volvían el lugar mucho más distinguido.
