Taylor & Clark

Taylor es mi gran amor desde que tengo uso de la memoria, nuestra amistad comenzó cuando éramos muy pequeños y hasta ahora somos inseparables. Él y yo somos solamente amigos, pero hay veces que siento que hay algo más que una relación de amistad, no sé si estoy preparado para admitir que me gusta un chico, ya que, yo, Clark, soy gay.

Esto cambiará hoy, ya que voy a contar lo que me ha costado tanto describir, mis sentimientos. Lo voy a hacer en la clase de literatura, pues nos mandó un trabajo en donde tengo que escribir una carta a alguien que hemos amado o amamos al día de hoy, y yo, le voy a escribir a Taylor.

Sigo pensando si es una buena idea, pero ya no hay vuelta atrás, voy a escribir esta carta, y sacarme esta carga de sentimientos reprimidos, no los aguanto más. Miro a Taylor, está súper concentrado en su carta, me dijo que le va a escribir a su cachorra, Lira, que hace unos meses la rescató conmigo de un callejón cerca de nuestras casas. Yo no pude decirle lo que iba a escribir, solo le dije que era una sorpresa, y él me sonrió con esa boca que he visto tantas veces y me he aguantado besar. Muerdo mi lápiz, << piensa Clark, deja de pensar en esas cosas, concéntrate >>, me digo a mí mismo. Así que, comienzo a escribir mi gran confesión:

"Querido, Taylor:

¿Desde cuándo somos amigos? Me acuerdo de cuando nos vimos por primera vez, teníamos unos 5 años, y tú me diste mi lápiz de Spiderman que se había caído al suelo, y me dijiste:

– Lindo lápiz, aunque a mí me gusta Capitán América.

Y ahí comenzamos una discusión sobre cuál era el mejor superhéroe, pero esta carta no es para contarte toda nuestra historia, porque ya la sabes, sino que te voy a hacer la confesión más grande de mi vida, y la que me ha costado contarle a alguien, así que siéntete afortunado.

Taylor, mi mejor amigo, me gustas. Y es el me gustas de un chico que te ama, más que un amigo, creo que me entiendes, ya que has tenido varios amores, eres un mujeriego de primera, y yo aquí como tonto, detrás de ti también.

Me di cuenta que te amaba cuando tu estuviste cuando papá falleció, y yo estaba llorando desconsoladamente, tu viniste hacía mí, y me abrazaste, como nadie más lo había hecho, porque sabías que me dolía el alma y quería desaparecer de este mundo, hasta lo pensé algunas veces, creí que mi vida no importaba, que nadie me necesitaba, que solo era un chico más en el mundo, pero tú, sí tú, me hiciste sentir el chico más afortunado del mundo, tu amistad, me hace sentir feliz y contento, tus bromas, tus risas, tu esencia, todo, tú, y solo tú, me haces sentir así.

Sé que seguramente tu no sientas lo mismo que yo, y si lo sientes, sería una verdadera sorpresa para mí, porque realmente no me lo creería.

Y no es una broma, esto es real, no es ninguna de mis bromas pesadas, en verdad estoy enamorado de ti, y me duele admitirlo, porque sé que me mirarás con distintos ojos cuando termines esta carta, pero no puedo cambiar mis sentimientos, mi corazón te eligió, y es por algo, tengo el presentimiento de que contar mis sentimientos hacia ti, me va a hacer sentir mejor, ya que reprimir todo esto por dos años, es muy duro, no sabes todas las veces que he querido besarte, abrazarte, decirte todo esto a la cara, decirte: "Taylor, soy gay". Pero no es tan fácil como parece, la verdad, es que no son unas simples palabras, esas palabras cambian todo, y yo lo sé.

A lo que quiero llegar es que esta carta es para contarte todo esto, y formularte esta pregunta:

¿Tu sientes algo más que una amistad conmigo?

Piénsalo. Yo no te voy a forzar nada, dime la respuesta cuando estés preparado, yo te esperaré toda la vida si es necesario (no te tardes tanto, es fácil la pregunta, ni que fuera alguna ecuación de matemáticas).