Auron se removió en la cama, tapándose más el rostro con las sábanas al sentir los rayos del sol chocar contra sus ojos. Se giró y se las arregló para quedar abrazado a Reborn, quien llevaba despierto tan solo dos minutos, animándose mentalmente para levantarse. Dió un gran bostezo, sintiendo cómo la suavidad de la cama y el abrazo de su pareja le imploraban quedarse ahí.
Lo observó. Tan solo podía ver unos pocos mechones de pelo que sobresalían de la manta, pero le acarició la cabeza, como si también quisiera transmitirle los ánimos de levantarse a Auron. Este se aferró más a él.
—Ey, debemos levantarnos. ¿Recuerdas que debemos ir a buscar nuestro regalito? —menciona, con su voz aún ronca— Nos debe estar esperándo.
—Cinco minutos más, por favor —bostezó.
El menor sonrió, sin dejar de acariciarle.
Se fue sentando en la cama, seguido de intentar levantarse. El de mechón dorado de quejó bajito y se acurrucó en el centro de la cama, cubierto por completo con las mantas, escapando del sol.—Vamos. Ir y volver, nada más.
—No seas aburrido, abuelo —no se mueve.
—Muy bien —dijo unicamente, para volver a subir a la cama.
Se posicionó sobre su novio y descubrió su cara. Tenía los ojos cerrados. Besó su frente, su mejilla, su otra mejilla y por último sus labios. Ambos sonrieron.
—Vamos, levántate, dormilón.
—Ya veremos si me convences —entreabrió sus ojos, para poder verle.
Reborn se volvió a acercar para besarlo, mientras iba pasando sus manos bajo las mantas, hasta llegar al torso del contrario y causarle cosquillas.
—¡Reborn! —se removió intentando evitar las manos— ¡Ya, me levanto!
—Que obediente —se detuvo y besó sus labios una última vez, sonriendo— Me baño y luego te bañas tú, ¿vale?
—¿Y por qué no mejor nos bañarmos juntos, nene? —bromeó, ya despierto del todo.
Reborn no respondió nada. Con sus mejillas totalmente rojas se metió al baño rápido, cerrando la puerta detrás de sí para tomar una ducha. Luego Auron también se bañó.
Ambos debían ir a buscar a un nuevo compañero que se les había regalado. Un amigo, que pensó sería buena idea darles una pequeña responsabilidad en casa a la pareja. Se trataba de un gato. Hace poco había cumplido los 3 meses, así que estaba listo para ir con ellos.
Subieron al auto y conducienron unos 10 minutos. Faltaba mucho más, 40 minutos más, pero al parecer justo hoy había más gente fuera de sus casas. Los autos comenzaban a acumularse en una larga fila hacia atrás, tapándo también el paso a otras calles, en las cuales había uno que otro auto intentando entrar a la calle principal.—Mmm, creo que hoy no es nuestro día —dice Auron, observando todos los demás carros que tenían a su alrededor.
—No... Sé que hay un atajo para acortar camino, pero tendremos que esperar de igual forma, para doblar en la calle de allá —apuntó una como a 14 metros de distancia y dos filas de autos impedían su paso.
Hubo unos segundos de silencio, en los cuales ambos se lamentaban de haber quedado ahí varados. Auron miró a Reborn.
—¿Qué? —le devuelve la mirada.
—Nada. Solo quiero admirar tu belleza mientras estamos aquí —le guiña un ojo.
El menor se sonroja y desvía la cabeza al lado contrario, sonriendo un poco.
—Que tímido, Reb. Casi podría jurar que no eres la misma persona que las otras noches.
—¡Cállate! —avergonzado, vuelve su vista a su novio, quien suelta una carcajada.
—Tan tierno como siempre —se acerca a él y lo besa en la mejilla— Y también sexy.
Conectan miradas por unos segundos, sintiendo una gran atracción como imánes.
Juntan sus labios por completo. Auron se dejó llevar un poco, y guió su mano al muslo de Reborn, dando unas pequeñas caricias. Su mano fue subiendo de a poco, hasta llegar a su límite. Los corazones de ambos se aceleraron, y se volvieron a mirar.—N-no sé si sea apropiado... Estamos en el auto —dice Reborn.
—¿Se te ocurre algo mejor? —el menor niega con la cabeza— Pues bien. De todas formas, nadie puede ver desde afuera.
El mayor colocó su mano sobre el miembro de Reborn, presionando un poco y comenzando a mover su mano sobre la tela del pantalón.
—Esta vez, dejamelo todo a mí.
Fue lo último que dijo después de escuchar un gemido ahogado de Reborn.
Desabrochó el botón del pantalón y bajó el cierre, metiendo la mano dentro, aumentando levemente la velocidad. Mientras el contrario intentaba no hacer ningún ruido fuerte, aferró sus manos al asiento, con los ojos cerrados y solo disfrutando la maravilla que su novio hacía con una de sus manos allí.Esa fue su gran azaña para pasar el rato, esperando a que el tráfico disminuyera. Algo relativamente rápido, pero lo suficientemente tardío como para estar de vuelta a la normalidad en 10 minutos.
De a poco, los autos fueron avanzando y dando paso a las calles. Al parecen un gran choque había ocurrido y pudieron desvíar su camino hasta poder llegar a su destino, en cual un pequeño gatito gris los esperaba.*******************************
Si se lo preguntan, el gatito gris es Fenix <3
Espero que les haya gustado!
Flower xx.