06.

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Salgo del baño después de veinte minutos con solo una toalla en la cintura y mi cabello aún húmedo.

Mensajes:

Hanbin:
Estoy en camino.

Jiwoong:
Si, oye...
Tengo un problema.

Hanbin:
¿Por qué?
¿Están bien?

Jiwoong:
Sí, pero Matthew invitó
al nuevo vecino a escuchar nuestra música.

Hanbin:
No hay problema,
seguiré siendo de los primeros.

Jiwoong:
No lo entiendes, Hanbin.
El chico es... Chica(?

Ay, no sé, Matthew no explica
bien que es.

El punto es que es gay.

¿Crees poder soportarlo? O...

¿Quieres ser el segundo en
escuchar la canción?

Hanbin:
Demasiada información en un solo texto, ¿prefieres tocar la canción para aquel idiota primero que a mí?

Jiwoong:
A ver, Hanbin.

No lo llames idiota, el chico es genial.

Lo conocí en la cena, debes darle una oportunidad a la gente.

Ven esta noche, por favor.

Visto 03:37

(...)

Tomo mi ropa y me cambio rápido para luego comer un poco de pasta y salir de casa.

Iría en auto, pero la casa de Jiwoong solo me queda a veinte minutos caminando, así que pienso que sería exagerado.

Mientras camino, no puedo evitar pensar en que los homosexuales cada vez están más en el planeta y en cuán mal vamos.

¿Qué será del futuro de los niños y niñas? No pueden crecer pensando que eso es normal. Porque no lo es.

—¡Binnie! —grita Matthew cuando entro por la puerta de la casa.

—¿Si sabes que puedes tocar el timbre y yo te abriré? —pregunta Jiwoong.

Yo me tiro en el sillón y niego con la cabeza.

—No es mi culpa que siempre tengas la puerta abierta.

—¡Te encantará la nueva canción! —grita Matthew y en seguida escucho el sonido de la licuadora encendida.

—Carajo, Matthew —digo mientras no me escuchan.

—¡Gatos del mundo, bendigan este smothiee! —vuelve a gritar, levantando el envase hacia la ventana—. ¿Quieres un poco, Binnie? —me pregunta con una sonrisa.

Asiento con la cabeza aunque en realidad no quiero. El licuado tiene un color café y la verdad él siempre mezcla cosas raras.

—Vamos abajo —dice Jiwoong.

Matthew toma tres vasos con licuado y todos bajamos al sótano, dónde veo todos los instrumentos preparados y un sillón frente a ellos.

—Me gusta el logo.

—Matthew dijo que tenía que ser rosa, no me culpes.

Rosa.

—Deberíamos prepararnos, Hao llegará en cualquier momento —aconseja Matthew.

—¿Hao? —pregunto—. Me suena familiar.

—Es el nuevo vecino, recién se inscribió a la escuela en la que enseñas —me informa cuando conecta el micrófono—. Pero no creemos que juegue Básquetbol en absoluto —ríe un poco.

Santa mierda...

Corro arriba y me asomo por la ventana, viendo a Hao cruzar la calle con unos jeans ajustados claros y una mochila rosa pastel.

—Me lleva la...

—¡Hanbin! —grita Matthew a mis espaldas.

—¡¿Qué?! —grito volteándome.

—Oye, tranquilo, ¿qué tienes?

Estaba por responder cuando el sonido del timbre suena y Jiwoong camina hacia la puerta con una sonrisa en el rostro.

—¡Hey, Hao! Pasa —dice una vez que abre la puerta—. ¿Ves, Hanbin? No tardó mucho en abrir la puerta.

El castaño entra tímido tomando las correas de su mochila y balanceándose sobre sus talones.

—Tocaremos en el sótano, Hao, ¿quieres un poco de licuado?

Zhang Hao ríe un poco y finalmente levanta la mirada, viendo a todos en la habitación hasta llegar a mí, donde instantáneamente borra su sonrisa.

—E-Eh... No quiero molestar —dice volviendo su vista a Matthew.

—Ni lo digas, pequeñín. Ven, vamos.

Mueve la cabeza en dirección al sótano y Zhang Hao pasa a un lado mío con la cabeza agachada y mordiéndose el labio.

Inhalo profundo y aprieto los puños cuando veo a Jiwoong mirarme con una sonrisa burlona.

—¿Es el mismo chico de la escuela?

Asiento con la cabeza.

—No, Jiwoong, no aceptaré estar aquí con él.

—Basta, Hanbin. Me estoy hartando —quita su sonrisa y me mira enojado—. Me importa una mierda tu homofobia, es una persona.

—¿Siquiera lo conoces?

—¿Tú si?

—No, y no quiero hacerlo. Está enfermo.

—¡Deja de hablar así!

—¡No quiero pelear!

—¡Pues lárgate, mierda! —grita abriendo la puerta de un golpe.

—¿Qué?

—Que te vayas a la mierda, Hanbin —aprieta sus puños y se acerca a mí.

—¿En serio vas a preferir a ese niñato antes que a tu amigo de la infancia? —pregunto.

—No, Hanbin. No es por Hao, ¿qué acaso crees que no lastimas a Matthew? Es mi mejor amigo, incluso sobrepasándote a ti. Es mi amigo al igual que tú, pero no dejaré que lo lastimes.

—A él no le estoy haciendo nada —respondo molesto.

—¿Qué carajos, Hanbin? ¿Crees que no escucha nuestra conversación justo ahora? Solo nos separan unas escaleras.

—Sabe que a él lo soporto.

—¡Pero no se trata de él! ¡Se trata de que no puedes querer a un gay y odiar a otro, suena racista!

Volteo a atrás, viendo a Zhang Hao y Matthew observándome, Matthew con decepción y Zhang Hao con miedo y tristeza.

Le dedico una sonrisa burlona a Zhang Hao y luego me rio un poco para pasar al lado de Jiwoong, golpeándolo con el hombro y salir de la casa azotando la puerta.

GYM [Haobin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora