-La vida es como una vela, se consume frente a tus ojos y se apagara antes que te des cuenta-
Un chico, de nombre irrelevante (Carlos) para esta historia salía del cine, había visto la nueva película de Spider-Man Across Spider-Verse y honestamente fue la maravilla más espectacular que pudo dar el cine en ese año.
Estaba algo perturbado, debido a que cuando hiva entrando al cine sin querer queriendo mato a un sujeto que vio en las noticias, un secuestrador y violador que estaba en búsqueda en el estado de Colombia, pensó que tal vez era una coincidencia pero al verlo tratar De llevarse una chica no lo pensó y sacó el cuchillo que usaba para asustar a los ladrones.
No hace falta decir que paso después...
La chica no lo delató....
Los policías parecían saber que fue el pero se hicieron los tontos...
Y el... por más que limpiaba sus mano no lograba dejar de ver sangre en estas.
Decidió que dejaría ese peso en su espalda para que su yo del mañana lo resuelva.
De camino a su casa paso por un lugar extraño ya que parecía como si varias estructuras estuvieran superpuestas una encima de la otra como si fueran estructuras de un juego glicheado o bugueado, era raro de ver.
El lugar se sentía extraño, todo era más ligero que de costumbre pero a la vez se sentía el aire más pesado y denso, todo estaba en un extraño silenció profundo como si no hubiera ni un solo alma.
Decidiendo rápidamente alejarse del lugar tomando el camino largo, dando un giro por una casa dio un suspiro tranquilo ya que ese lugar le dio un fuerte escalofrío, camino tranquilo ignorando a los perros que estaban inusualmente callados y asustados extrañando a Carlos hasta que ocurrió algo que lo hizo mirar arriba.
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Una fuerte explosión se deslumbró en el cielo sorprendiendo a Carlos el cual rápidamente bajo la mirada cerrándose fuerza sus ojos y cubriendo su rostro para evitar quedar ciego por ese destello.
Carlos: ¡Argh, maldita sea mis ojos, Argh! -gruñó muy adolorido antes de caminar hacia una pared mientras escuchaba los chillidos de los animales-
Después de unos minutos pudo abrir sus adoloridos ojos pudo ver la ciudad a lo lejos mientras escombros caían del cielo devastandola en una lluvia de luces que levantaron del suelo explosiones con nubes en forma de hongo.
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