1. Cruzada esa puerta..

34 5 7
                                    

El sonido de los automoviles de las calles reverberaba en los oidos de Jackson, mientras que caminaba lentamente hacia una enorme puerta grande color negra.

- 137 de Pine Street - Dijo en voz baja mientras miraba la placa metalica justo a la derecha de la gran puerta.

Su mente no podia concentrarse en nada especifico. Era un desolador paisaje incoloro con figuras alocadas, que trataban y trataban pero no conseguian una forma simetrica sin caer en la deformidad. Circulos y cuadrados mezclados atravesando piramides que cambiaban sus grados en cuestion de segundos.

Colocó su mano cubierta por unos gruesos guantes de tela sobre la puerta, mientras por su mente pasaba que sus guantes lo protegerian de cualquier cosa que quiera herir sus helidas manos. La nieve de al rededor logro relajar su confusa cabeza, que solo podia pensar en blancos y grises para mantenerse comoda, aunque a pesar que el color le acompañase, no lograba dar con formas en un orden o con una estructura que la mantuviese satisfecha. 

Empujando suavemente la gran puerta da un temeroso paso al frente, dejando una huella de nieve en el calido piso de madera que adornaba el lugar. Dio mas pasos con la misma desconfianza que ya caracterizaba su estadia, dejando sus huellas blancas que contrastaban con el caracteristico marron rojizo de la madera. Luego de una caminata que sintio eterna a pesar de solo haber hecho solo algunos pasos, llego a la mesa de recepción donde le esperaba una mujer de mirada inexpresiva, cansada, como si sus parpados pesaran mas que el plomo y habria tenido que cargar con ese peso durante la larga jornada de trabajo, pero se le hacia imposible comparar el cansancio de la persona enfrente suyo con su cansancio y desgaste mental, y que aun buscaba un lugar donde concentrarse fallando de forma miserable.

-Buenas tarde señor- Dijo la mujer apenas vio al hombre pararse frente al mostrador, y continuó -¿Viene por una cita verdad? Si es así ¿A que nombre esta?-

Jackson aun no captaba la situacion, como si estuviese en blanco, su mente aun buscaba un objetivo, pero sin embargo y de forma automatica, como si pareciese un robot incapaz de analizar su respuesta simplemente respondió.

-A nombre de Jackson Foster, señorita- Dijo apenas moviendo sus labios y con su mirada perdida en un objeto inexistente

.-Jackson Foster, aqui esta su reserva - Dijo casi inmediatamente esa mujer que lo miraba tratando de comprender a donde iba dirigida su perdida expresion, y señalando hacia el pasillo a su derecha dijo -Por esa sala señor, suerte en su visita -

Automaticamente el comprendió donde se le fue mandado, pero antes de poder mover sus labios para siquiera agradecer, se puso firme y comenzo su camino hacia la puerta señalada como si su cerebro hubiera reaccionado de forma inmediata. Cada paso se escuchaba y rebotaba en sus oidos, sus botas chocando con la madera era lo unico que se escuchaba, mientras que su mente poco a poco se emblanquecia de incertidumbre sin saber que le esparaba tras esa puerta.

Mientras sus pasos invadian el aparente silencio del edificio previo a su caminata, saco un papel arrugado que guardaba en el bolsillo de su gruesa chaqueta mientras lentamente se arrimaba a la puerta, pero antes de poder leerlo se topo con la puerta objetivo. Se quedo frente a la puerta, con su mirada fija en ella mientras sostenia con fuerza su papel, su cuerpo parecia inmovil, y aun no lograba descifrar que buscaba su mente, aunque algo parecia alterarse en su interior, como si las piezas desfiguradas que le atravesaban se empezacen a acelerar en sus desordenados patrones.

En ese paisaje incoloro de formas inexplicables comenzo a surgir un extraño sentimiento de desesperacion, como si hubiese sentido con anterioridad esa desesperacion.

¿Que habia tras esa puerta?.

¿Sentia ese mismo sentimiento en la gran puerta del edificio?

Su mente, hundiendose en un mar agitado con algunas pinceladas de colores fuertes que aparecian de forma espontanea, divagaba sin direccion aparente hasta que lo invadio el sonido de una puerta. Su alerta fue inmediata, el mar agitado generaba oleajes sin precedentes, los colores se avivaban.

Yo lo víDonde viven las historias. Descúbrelo ahora