#1 Bar, shots... ¿Compras?

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El reloj en la pared marcaba las diez en punto y los ojos esmeralda del azabache eran iluminados por una tenue luz emitida por el ordenador situado frente a él, trabajar en diseño gráfico estaba acaparando la mayor parte de su tiempo, aunque no podía quejarse, realmente no tenia nada más que hacer fuera de su carrera y su hogar.

-Llevó casi seis horas trabajando, creo que merezco salir un rato- murmuró para si mismo tomando sus llaves y abrigo para luego dirigirse al bar local como ya era costumbre.

Risas y conversaciones indistintas inundaron su oídos al entrar al pequeño espacio en el que casi inconscientemente comenzó a analizar las caras que lo rodeaban, pero se sintió un poco decepcionado al no ver ninguna familiar.

Al llegar a la barra y tomar asiento una sonrisa que conocía bien le dio la bienvenida
-¡Harry! Que milagro verte por aquí

El ojiverde rió por lo bajo -Dices eso como si no viniera aquí todos los días a la misma hora Seamus

-Siempre es bueno verte por aquí, ¿Lo de siempre?- preguntó mientras tomaba botellas cristalinas y las movía por el aire dando un show a los demás comensales para después deslizar un old fashioned hasta su mano

-Me conoces bien, deberíamos tomarnos un trago algún día, ya sabes para platicar un poco- no era costumbre para Harry tomar con alguien más, pero la compañía no le vendría nada mal

-Para tu suerte, salgo en media hora- dijo alejándose para atender la larga fila que se formaba tras el mostrador.

Los treinta minutos restantes fueron eternos para el elegido, su amigo estaba bastante ocupado sirviendo bebidas en la hora pico del bar, pero se aseguró que nunca faltará un trago en su mano, como resultado de esto, a las doce en punto el azabache se encontraba un poco más risueño de lo normal.

-Listo, mi turno terminó, veo que el alcohol está surtiendo efecto- dijo Seamus mientras se quitaba el uniforme y le daba un leve codazo a Harry haciendo que este se tambaleara un poco sobre el asiento

Las horas parecieron pasar velozmente mientras los dos jóvenes platicaban, recordando algunas de las cosas que vivieron en sus años escolares, algunas de las más icónicas explosiones de Seamus en clase de pociones, especialmente aquella en la que tuvieron que evacuar toda esa área del castillo, las carcajadas de ambos resonaban por el establecimiento.

-¿Recuerdas esa vez que jugando quidditch un relámpago cayó sobre mi escoba y se incendió?- dijo el azabache arrastrando un poco las palabras

-Como olvidarlo, quedaste sin cejas un mes- rió el contrario que también comenzaba a sentirse achispado.

-wow, como olvidar mi apodo, frente brillante

Pronto la hora de cierre del lugar llego y el bartender en turno tuvo que sacarlos casi a la fuerza, Harry caminaba por la calle a tropezones y risas cuando un golpe seco y el frío pavimento lo tomó por sorpresa.

- Carajo- la voz ahogada del ojiverde resonó por el callejón mientras su amigo lo miraba boquiabierto y corría hacia el para levantarlo.

-Necesito que cooperes, mueve los pies o nunca llegaremos a tu apartamento- la irritación era obvia en la voz de su amigo quien parecía estar haciendo un esfuerzo sobrehumano para levantarlo del suelo, el contrario a duras penas pudo sentarse en la mitad de la calle para después poner una cara pensativa.

-Harry, por el amor de Merlin, ¡Levántate del maldito piso!

-¿Sabes de quien me acorde ?- hablo omitiendo el regaño de su amigo - De Malfoy, ¿que será de él? ¿Que estará haciendo?

-Probablemente durmiendo, como cualquier persona normal a las 4 de la mañana Harry- espetó mientras sacudía la cabeza - De todas formas, dejaron de hablar hace años, todo terminó mal y lo sabes, estoy seguro que esto es solo el alcohol en tu sistema hablando- rápidamente y sin darle más oportunidades de despilfarrar preguntas para las que no tenia respuesta, tomó al alcoholizado azabache del piso y logró llevarlo a la seguridad de su hogar.

***

Un fuerte dolor en su cabeza lo despertó, rápidamente puso ambas manos sobre su rostro y abrió los ojos lentamente mientras intentaba adaptarse a la luz que ahora iluminaba su recamara, comenzó a palpar su buró sin prestar demasiada atención hasta encontrar su teléfono el cual al ser encendido estalló en mensajes de Finnigan, a los cuales se limitó a responder con un "Gracias por traerme a casa , estoy bien"

Se levantó de su cama adolorido y miró por la ventana, debían ser al menos las dos de la tarde ya que el movimiento en las calles era bastante, se lamentó por lo bajo y fue a su cocina para buscar frenéticamente en los cajones algo que aliviara el dolor de cabeza, al encontrar una aspirina, la beso y luego la tomó con un vaso de agua, el alivio fue casi instantáneo, pero la resaca moral no iba a dejarlo tan fácil.

Tras contemplar sus malas decisiones de vida y su maldita forma de tomar se sentó para mirar con detenimiento su celular, omitiendo el bombardeo de mensajes que recibía por parte de su amigo, cuando una notificación captó su atención.

"Su compra fue realizada exitosamente y el paquete llegará por la tarde, ¡Gracias!"

El elegido miró el aparato en sus manos con confusión, ¿paquete?, no había pedido nada por internet recientemente, podía ser una notificación vieja, pero al mirar con detenimiento la hora, esta había sido enviada en la madruga, o sea mientras estaba bajo los efectos del alcohol, pero le restó importancia, no podía ser nada fuera del otro mundo.

El timbre de su teléfono comenzó a sonar dentro de la cocina al mismo tiempo que el timbre de su apartamento, el joven cerró los ojos con fuerza mientras el ruido que emitían estos parecía sonar diez veces peor gracias a la resaca, velozmente tomó su teléfono -¿Bueno?

Del otro lado de la línea le respondió una voz que gritaba -¡Llevo toda la mañana pensando que estabas muerto, ¿y tu respuesta es solo esa?!

Mientras la voz de su amigo resonaba por la línea y el de lentes omitía los regaños atendió la puerta en la que que no había nadie, pero lo que sí había era un paquete que lo pasaba por al menos cinco centímetros, jadeo ante el tamaño de este y volvió a centrarse en el revuelo que sucedía en su oreja

-Eh.. Seamus, ¿Mencione algo de un paquete ayer?

-¿En serio te preocupa un paquete ahora?, ¿estas escuchando lo que te estoy diciendo Harry Potter- gritó de nuevo, pero al elegido no le parecían importantes las palabras de su amigo cuando tenia un paquete de casi dos metros en su hogar

-Espera- dijo poniendo la llamada en altavoz mientras sostenía su teléfono con una mano y con la otra abría el paquete, un grito fue escuchado por el piso de Harry y seguramente por el resto de su edificio, en el proceso tirando su teléfono al suelo

-¿Harry?, ¿Que pasó?-

El elegido quedó pasmado frente a la caja que ahora estaba abierta frente a él, se agachó lentamente como si el contenido de la caja pudiera explotar y no dejó de mirarlo, ni siquiera para levantar su levemente estrellado teléfono del suelo

-¡¿Seamus Finnigan, me puedes explicar por qué demonios hay una copia de Draco Malfoy en mi jodida sala?!

***

Holaa!
Volví al camino de la escritura y la sabiduría
Ansío mucho seguir la historia de este fic y me gustaría saber que opinan al respecto , espero que llegue a las personas correctas  🤝

Baiii

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2023 ⏰

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