Cap. 4

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Casi lo descubre

El rubio preparaba su mochila, se acomodo por última vez el cabello y sonrió para si mismo y se coloco un saco largo y después su mochila

Bajo las escaleras y aviso a su madre que saldría quién se sorprendió por verlo salir como Naruto y no como Saute pero no le dijo nada, solo sonrió

Salió y sus amigas estaban afuera, una abrió la puerta de un coche lo que sorprendió al rubio

-vamos, coloca la mochila en el asiento de copiloto y entra de copiloto Naruto-dijo la pelimorada y el rubio asintió haciendo caso

Se sentó y puso su mochila en su regazo

-que bien luces hoy eh Naruto!-elogio Ino y el rubio se sonrojo levemente

El rubio iba con una playera negra 1 o 2 tallas más grande que el, un jeans gris oscuro, tenis blancos, el saco largo y como se avía prometido no cortarse el cabello hasta que du hermana se case (una apuesta que hizo Mito con Naruto sin tanta importancia y pues Mito ganó), se amarró el cabello en una coleta alta, como era Doncel se le veían curvas leves y se tapo las mariquitas de sus mejillas con maquillaje

-pareces modelo!-comento Sakura atrás

-g-gracias...-susurro el rubio avergonzado

Ino le resto importancia y giro las llaves del coche prendiendolo y emprendió hacia su destino

[...]

Paso aproximadamente 1 hora y llegaron

Era un parque de diversiones

Las amigas agarraron al rubio de la mano y entraron

[...]

El tiempo paso, avía pasado 3 horas que estaban en el parque de diversiones, se avían subido a la montaña rusa y más juegos que los hacían gritar y hasta temblar

El rubio estaba comprando algo para comer cuando sintió que alguien le tocó el hombro

-pensé que volverías al finalizar el ciclo escolar Naru--dijo esa voz y el rubio se volteo--... L-lo siento... La confundí con alguien... Disculpe

-esta bien... No te preocupes-dijo el rubio con los nervios de punta

Por suerte tenía tapadas sus mariquitas si no lo uniera descubierto, pago y fue con sus amigas, les entrego lo que compro y el se comió lo suyo

Caminaban por el parque sin saber que hacer precisamente

[...]

Ya avía obscurecido

-vamos a la rueda de la fortuna-propuso la rubia

-si!-dijeron las demás y el rubio al unisomo

El grupo fueron a la rueda de la fortuna pero solo alcanzaron a entrar las chicas en una cabina antes de que se cerrará, el rubio se encogió de hombros y entro en otra cabina

-disculpa, puedo entrar aquí?–preguntaron atrás del rubio y este asintió sin ver quién era

Ambos se sentaron y hay fue cuando el rubio vio de quién se trataba

Tu No Eras Así Teme...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora