Cada vez más a menudo, descubría paquetes extraños que llegaban de lugares como ABWorld, LLmedico, Babyland y BigBabies.com, lo que me ponía muy nervioso. Algunos eran paquetes pequeños y supuse que eran ropa, pero otros eran cajas grandes y pesadas, y solo podía preguntarme lo que contenían. Peor que eso fue tener que firmar los paquetes cuando UPS los dejó. Barbie insistió en que saludara a la señora de UPS en la puerta, diciendo que yo era el "bebé de la casa" y que podía firmar por cualquier paquete. Ella se reía y me pasaba el portapapeles, a menudo agregando un comentario humillante al salir.
Casi al mismo tiempo, empezaron a llegar obreros, haciendo algún tipo de remodelación en una habitación al final del pasillo. Ni Vanessa ni Barbie me dijeron que era, pero se aseguraron de cerrar la puerta con llave cuando los trabajadores se fueron a casa por la noche.
Casi al mismo tiempo, el poco control que tenía sobre mi vejiga pareció desaparecer gradualmente y fue imposible ocultarle el problema a Vanessa. Con demasiada frecuencia, mojaba mis pañales durante el día y, por supuesto, ya rara vez me despertaba sin que mi pañal se mojara. A Vanessa le gustaba decir "una vez mariquita, siempre marica", pero yo no podía hacer nada para revertir la tendencia. Simplemente sucedió de repente y sin previo aviso, y antes de que me diera cuenta de lo que estaba pasando, mi pañal estaría húmedo y tibio y no podía hacer nada para detenerlo. Realmente me hizo sentir como un bebé débil el volver a depender de los pañales y me dejó enojado y frustrado. Peor que eso fue tener que usar mis pañales mojados durante largos períodos de tiempo antes de que uno de ellos tuviera ganas de cambiarme. Llegué a tener ganas de poder usar un pañal nuevo y estar seco por poco tiempo que pudiera durar.
Una parte de mí se preguntaba si estas eran las esperanzas secretas de todas las mariquitas, simplemente poder usar pañales secos.
Una noche, escuché a Vanessa hablando con Barbie sobre una cita doble que claramente las entusiasmó. Al parecer, estaban planeando conocer a dos hombres guapos y estaban decididas a vestirse lo más sexy posible para ellos. Hice todo lo que pude para no pensar en ello, pero por dentro, estaba ardiendo de celos. Aquí iban a salir y pasar un rato divertido, y yo iba a quedar atrapado en casa, enviado a la cama temprano después de estar clavado en mis pañales mariquitas. ¡Todo fue tan injusto! Sin mencionar que estaba frenéticamente cachonda. Bueno, ¡les iba a mostrar!
Conspiré e hice planes para aprovechar su ausencia.
